Desafiando la prohibición impuesta por las autoridades de Hong Kong, el 1 de julio miles de personas se unieron a la manifestación más grande en muchos meses, en el aniversario del fin del dominio colonial británico y el retorno del territorio a China en 1997. Expresaron su oposición a una ley de seguridad nacional impuesta días antes por Beijíng, que amplía su autoridad para encarcelar a trabajadores y otras personas que han organizado y participado en huelgas y manifestaciones por derechos políticos.
Más de 300 personas fueron arrestadas, incluyendo nueve acusadas de violar la nueva ley, que prohíbe los llamados a la “secesión”. Al menos dos de los arrestados llevaban carteles a favor de la independencia de Hong Kong de China.
“Exigimos lo mismo que hemos estado pidiendo”, dijo al Militante Daniel Chan, quien se unió a las protestas. Ellos coreaban: “Lucha por la libertad, apoya a Hong Kong”, y “Cinco demandas, ni una menos”.
También exigen elecciones directas del director ejecutivo de la ciudad y a su legislatura y la excarcelación de los manifestantes arrestados.