Protestas por dos de los casos que han tenido más publicidad en los que policías mataron a alguien y aún no han sido instruidos de cargos —las muertes de Breonna Taylor en Louisville y la de Elijah McClain en Aurora, Colorado— se juntaron en Kentucky el 24 de julio. Manifestantes que están luchando para que los policías que mataron a Elijah McClain sean procesados organizaron una caravana desde Aurora para unirse a una manifestación para exigir justicia para Taylor en Louisville.
“No importa la distancia, vamos a recorrer mil millas durante una pandemia porque esto es muy importante”, dijo Shenika Carter, quien organizó la caravana, a los medios de comunicación en un mitin en Aurora el 23 de julio antes de partir. Unas 40 personas se unieron a la caravana, algunos fueron en autos y otros por avión.
Carter le dijo a la estación de radio WHAS que continuarán viniendo a Louisville hasta que los policías que mataron a Taylor sean procesados, y espera que la familia de Taylor no tenga que sufrir retrasos como los que ha sufrido la familia de McClain.
“Damos la bienvenida a nuestros hermanos y hermanas de Colorado a Louisville”, dijo un grupo de pastores luteranos de Metro Louisville en una columna publicada en el Louisville Courier-Journal el 24 de julio. “Nos solidarizamos con ellos mientras siguen, como nosotros, buscando justicia para las víctimas de la violencia policial”.
Ha habido manifestaciones diarias en Louisville en los últimos 60 días y numerosas protestas en otras ciudades y pueblos del país y el mundo para exigir acción contra los policías que mataron a Taylor.
El 13 de marzo, tres policías vestidos de civil derribaron la puerta del apartamento de Taylor en una redada nocturna “sin tocar”. Su novio, Kenneth Walker, pensando que era un robo, disparó un balazo que hirió a uno de los policías en la pierna. Luego, los policías abrieron fuego y dispararon más de 20 veces en el apartamento, matando a Breonna Taylor.
Uno de los tres policías involucrados fue despedido, pero ninguno de ellos ha sido arrestado.
En el caso de Elijah McClain, ha pasado casi un año y no se han presentado cargos contra los policías que lo mataron.
McClain iba caminando a su casa el 24 de agosto de 2019, cuando tres policías lo detuvieron supuestamente después de que recibieron una queja sobre un joven negro que estaba actuando “sospechoso”.
Los policías lo pusieron en una llave de estrangulamiento, ignorando sus súplicas de que “simplemente no puedo respirar”. Le inyectaron ketamina, un poderoso sedante, en una dosis suficientemente alta como para sedar a una persona de 220 libras. McClain pesaba 140 libras. Sufrió un ataque al corazón en camino al hospital.