YAKIMA, Washington — Los candidatos del Partido Socialista de los Trabajadores para presidente y vicepresidente de Estados Unidos, Alyson Kennedy y Malcolm Jarrett, están realizando una gira nacional, explicando el objetivo de la campaña del partido de ayudar a que los trabajadores forjen un sindicato en todos los centros de trabajo y un movimiento combativo de la clase trabajadora.
El programa del PST está basado en las experiencias adquiridas en batallas pasadas del movimiento obrero y en luchas revolucionarias en todo el mundo. El curso planteado puede servir para superar las divisiones en la clase trabajadora, ganar solidaridad para las batallas de trabajadores por todo el mundo y para construir el movimiento obrero. La discusión de esta perspectiva estuvo al centro de la visita de los candidatos del PST al Valle de Yakima el 30 y 31 de agosto. El PST aparecerá en la boleta electoral en el estado de Washington.
Kennedy y Jarrett se reunieron durante una cena con cinco trabajadores involucrados en la campaña para organizar un sindicato en Allan Brothers en Naches, a 15 millas de aquí. El sindicato se llama Trabajadores Unidos por la Justicia.
El primer grupo de trabajadores de las empacadoras de frutas que participó en una serie de seis huelgas el pasado mayo en medio de la pandemia, para exigir condiciones de trabajo seguras y mejores salarios, fue de Allan Brothers. Regresaron a trabajar después de tres semanas, al lograr algunas de sus demandas y, lo más importante, fortalecer su confianza en sí mismos y su espíritu de lucha.
Agustín López, presidente del nuevo sindicato, dijo que habían obtenido suficientes firmas para solicitar a la Junta Nacional de Relaciones Laborales una elección de representación sindical en la planta.
Maribel Medina, tesorera del sindicato, dijo que las velocidades de las líneas de trabajo son demasiado rápidas. “Si los patrones ven que una línea está lenta, simplemente le añaden más bolsas de manzanas para acelerar las cosas”, dijo. “Necesitamos que se roten los trabajos para no estar haciendo lo mismo todo el día. Muchos de nosotros tenemos problemas como el túnel carpiano”.
“Su lucha es un ejemplo de lo que todos los trabajadores necesitan, un movimiento sindical en cada sitio de trabajo”, dijo Jarrett.
La vicepresidenta del sindicato, Angela Lara, dijo que las condiciones mejoraron después de la huelga. “Antes daban una mascarilla a la semana a los trabajadores. Ahora recibimos dos al día. Ahora hay menos acoso si necesitas usar el baño”.
“Es de luchas como la de ustedes que amplían el movimiento sindical que más trabajadores se darán cuenta que es posible construir nuestro propio partido, un partido obrero basado en los sindicatos”, dijo Kennedy. Necesitamos romper con los partidos de los patrones, los demócratas y los republicanos.
Lara dijo que su hermano está preso en Seattle y recibe el Militante. “Les ha contado a otros allí sobre las huelgas y cómo su hermana fue parte de ellas”.
Kennedy y Jarrett dijeron que difundirán la lucha de los trabajadores de las empacadoras donde vayan.
También se reunieron con Ramón Torres, presidente de Familias Unidas por la Justicia, que surgió de una batalla de cuatro años que ganó un convenio sindical en Sakuma Farms en el condado de Skagit en 2017. Torres ha estado ayudando a los trabajadores de Yakima a organizarse.
“Las huelgas comenzaron en Allan Brothers y creemos que van a terminar la pelea con un contrato sindical allí”, dijo Torres. “Eso será una inspiración para los trabajadores de las otras empacadoras”.
‘Necesitamos un partido nuestro’
Yendo de puerta en puerta en Yakima, Kennedy conoció a Elizabeth Boyle, una enfermera jubilada. Boyle dijo: “Todo está empeorando para el pueblo trabajador. Los precios de la comida y el alquiler están subiendo, y cuando el virus de la COVID golpeó a Yakima hace unos meses, las salas de emergencia estaban tan abarrotadas que la gente tenía que esperar toda la noche”.
Esa es una de las razones por las que necesitamos nuestro propio partido, un partido obrero, dijo Kennedy. Un partido obrero basado en un movimiento sindical lucharía por la atención médica universal, gratuita y vitalicia. Boyle compró un ejemplar del Militante y de ¿Son ricos porque son inteligentes? del secretario nacional del PST, Jack Barnes.
“Cuando alguien habla de un sindicato en el trabajo, lo despiden”, dijo Teresa Harris, una trabajadora de una fábrica de plásticos, a Jarrett. Siempre está 20 grados más caliente dentro de la planta que afuera, dijo, pero los patrones se niegan a controlar la temperatura de la fábrica.
“Es por eso que necesitamos un sindicato y el control de la producción por parte de los trabajadores”, dijo Jarrett. “Necesitamos tomar el control de la seguridad, la salud, la velocidad de la línea y todos los aspectos de la producción de manos de los patrones. Ellos solo se preocupan por sus ganancias, nosotros nos preocupamos por los seres humanos”. Harris se suscribió al Militante.
Los candidatos también hicieron campaña durante el cambio de turno en Columbia Reach, una de las plantas que había estado en huelga. Los trabajadores tomaron la plataforma PST y 15 compraron ejemplares del Militante. Algunos trabajadores saludaron a Kennedy, acordándose de cuando estuvo en su línea de piquetes en mayo.
Rebecca Williamson contribuyó al artículo.