LINCOLN, Nebraska — El aumento de sus deudas y la caída de sus ingresos están obligando a un número creciente de agricultores a declararse en bancarrota.
Unos 580 agricultores solicitaron protección bajo el Capítulo 12 de la ley de bacarrota durante el período de 12 meses que terminó el 30 de junio, un 8 por ciento más alto que el año anterior.
Vernon Jantzen, un dirigente del Sindicato de Agricultores de Nebraska y presidente de un consejo que opera una línea directa para agricultores en apuros, dijo al Militante: “He tenido un gran aumento en las llamadas de agricultores en los últimos meses.
“La pequeña cantidad de asistencia federal que recibieron los agricultores se ha gastado en necesidades familiares personales y queda poco o nada para pagar a los prestamistas y otros gastos agrícolas”, dijo. “Un gran porcentaje de la asistencia del gobierno se destinó a las empresas agrícolas y los grandes terratenientes”.
Como la mayoría de los pequeños agricultores, Jantzen depende de un empleo aparte para complementar los ingresos que obtiene de una granja de 200 acres cerca de Beatrice. Conduce un autobús escolar y un camión de reparto de cereales a tiempo parcial.
“Los bajos precios que reciben de sus productos han causado problemas para los agricultores en los últimos seis años”, dijo. “Luego llegó la pandemia. Hay dos áreas que los agricultores suministran: las tiendas de abarrotes, y las escuelas y restaurantes. Cuando ambas fueron cerradas, fue un doble golpe”.
Hace algunos meses, algunos agricultores se vieron obligados a sacrificar su ganado cuando los dueños de las empacadoras cerraron las plantas después de no hacer nada para prevenir la propagación del coronavirus entre los trabajadores de las plantas.
“La disminución de la producción fue un golpe para los agricultores”, dijo Jantzen, “pero fue criminal lo que el gobierno y los patrones de las empacadoras hicieron al obligar a los trabajadores a producir sin medidas de seguridad estrictas para protegerse del virus”.
Según la Federación del Buro Agrícola, los ingresos agrícolas por la venta de cultivos y ganado se han reducido en unos 12 mil millones de dólares desde el año pasado. Además, la deuda de los agricultores sigue en aumento.
El Departamento de Agricultura entregará una segunda ronda de asistencia por la “pandemia” de un monto de 13 mil millones de dólares. Pero dos tercios de la ronda anterior terminaron en los bolsillos del 10 por ciento más rico de los beneficiarios.
Betty Lennington, de 74 años, una granjera jubilada que vive cerca de Tekamah, está preocupada por las condiciones de sequía en su granja de casi 300 acres, ahora alquilada. Está cerca del río Missouri y se inundó en 2019.
“Las inundaciones, los bajos precios del maíz, una pandemia y ahora las condiciones de sequía en las tierras sin riego se están convirtiendo en un desastre”, dijo Lennington al Militante.
Estos desastres naturales no son los culpables de la ruina que enfrentan los pequeños agricultores por ser explotados por los banqueros y los monopolios capitalistas.
Para sufragar los crecientes gastos de semillas, ganado, maquinaria y otros costos operativos, los agricultores deben sacar prestamos para tener una posibilidad de salir adelante. La “propiedad” de la tierra por parte de los agricultores se convierte en una forma de explotación. El pago de intereses a los banqueros que tienen sus hipotecas es la principal forma en que la clase capitalista los oprime.
También se enfrentan a las grandes empresas de procesamiento y distribución de alimentos que imponen el precio de las semillas y fertilizantes que tienen que pagar los agricultores, y el precio que reciben por lo que producen.
Muchas veces, los agricultores se ven obligados a utilizar para consumo personal parte del dinero que normalmente usan para la producción. Si esta situación persiste durante algún tiempo, los pequeños agricultores se ven forzados fuera de sus tierras.
Frente a las condiciones causadas por el sistema de hipotecas y deudas del capitalismo, la campaña del Partido Socialista de los Trabajadores 2020 exige un alivio inmediato del gobierno, que cubra los costos de producción de los agricultores, incluidos los gastos de manutención de ellos y sus familias.
La plataforma del partido exige que cesen los cierres hipotecarios y aboga por la nacionalización de la tierra, lo cual garantizaría su uso por quienes viven en ella y la cultivan, en vez de ser confiscadas por banqueros, terratenientes o agricultores capitalistas.
“Esta es la única forma en que los agricultores pueden protegerse a sí mismos y asegurar que puedan trabajar la tierra”, dijo al MilitanteAlyson Kennedy, la candidata del PST para presidente de Estados Unidos. “Cualquier movimiento de la clase trabajadora para defender nuestros intereses debe basarse en forjar una alianza con los agricultores, que son explotados por los mismos capitalistas que nos explotan a nosotros”.