WOLFE CITY, Texas — Unas 300 personas acudieron al estadio de fútbol de la escuela secundaria de este pueblo, mayoritariamente caucásico con una población de 1 400 personas, para el funeral de Jonathan Price el 10 de octubre. Price, un africano americano de 31 años, muy respetado en la comunidad fue muerto por el policía Shaun Lucas unos días antes.
Las autoridades trataron de aplacar la indignación por la muerte del empleado municipal y entrenador personal presentando cargos de homicidio contra Lucas y despidiéndolo. La familia de Price está exigiendo que se entregue el video tomado por la cámara del policía.
Price había ayudado a separar una pelea frente a la tienda Kwik Chek el 3 de octubre. Su familia dice que Price se interpuso cuando vio a un hombre pegarle a una mujer.
Cuando Lucas llegó Price lo saludó y le ofreció su mano y le preguntó si estaba bien. Lucas luego trató de arrestar a Price, diciendo que “parecía estar intoxicado”. Cuando Price se dio la vuelta, Lucas lo agarró y uso una pistola Taser, y luego le disparó cuatro veces.
Helen Judkins, trabajadora desempleada de equipos de refinería y amiga de la familia Price, habló con este corresponsal del Militante el 7 de octubre. “Lo que el mundo necesita son empleos y gente que tome interés y se junten para luchar por todo esto”, dijo.
“Debe haber justicia porque esto le da temor a todos,” dijo a NBC Staria Hashaway, quien creció con Price.