editorial

Revolución Cubana sirve de ejemplo para trabajadores

14 de diciembre de 2020

Millones de trabajadores en Estados Unidos y el mundo enfrentan una crisis económica, social y de la salud causada por las familias capitalistas gobernantes que nos explotan y oprimen en su codicia por ganancias. Su lucrativa industria privada de la salud niega la atención médica al pueblo trabajador. En contraste, la Revolución Cubana brinda un ejemplo inspirador de lo que el pueblo trabajador puede lograr cuando tomamos el poder político en nuestras manos.

Este es un ejemplo que los gobernantes norteamericanos han tratado de derrocar durante 60 años. Temen que cuanto más sepa el pueblo trabajador sobre la Revolución Cubana, más tratará de emular su ejemplo.

Desde que estalló la pandemia, el gobierno revolucionario de Cuba ha actuado como lo ha hecho durante décadas, movilizando al pueblo trabajador para abordar los desafíos que enfrenta. Como resultado, Cuba ha tenido mucho éxito en el tratamiento de los afectados por COVID-19 y cuenta con una de las tasas de muerte más bajas del mundo.

Miles de voluntarios —estudiantes de medicina y miembros de las organizaciones de masas— se han movilizado para visitar a millones en sus hogares diariamente para ver si necesitan ayuda o se han enfermado y brindar atención médica rápida y gratuita. Todos reciben el mejor tratamiento disponible.

Se han organizado medidas preventivas en los centros de trabajo, incluido el distanciamiento de los puestos de trabajo, algo inconcebible para los patrones ávidos de ganancias en Estados Unidos.

Se ha incrementado el personal de las residencias de ancianos, lo opuesto de lo que ha sucedido en Estados Unidos, donde los capitalistas descartan a los ancianos como desechables, ya que no son una fuente de ganancias.

A la vez el gobierno revolucionario de Cuba ha enviado miles de médicos voluntarios a países que han solicitado ayuda para combatir el coronavirus.

La movilización del pueblo trabajador cubano no puede simplemente injertarse en otros países donde los trabajadores aún tienen que desplazar el dominio capitalista. Estas hazañas han sido posible no porque Cuba tenga un mejor plan. Son resultado de la poderosa revolución que hizo el pueblo trabajador de Cuba en 1959 y de la forma en que fueron transformados, en ese entonces y en el transcurso de las décadas en que han venido impulsando y defendiendo la revolución ante el ataque imperialista norteamericano. Así que, cuando golpeó el coronavirus, millones de ellos estaban preparados para responder.

¡Estamos empeñados a difundir la verdad sobre la Revolución Cubana y organizar acciones para exigir que los gobernantes capitalistas norteamericanos pongan fin a su guerra económica contra el pueblo de Cuba!

El pueblo en Estados Unidos tiene las mismas capacidades. La larga historia de luchas de masas valientes y disciplinadas de trabajadores y agricultores es prueba de eso, una historia que los gobernantes capitalistas intentan mantener oculta. Luchas como las que construyeron los poderosos sindicatos industriales en la década de 1930 y el movimiento proletario liderado por negros que derribó la segregación racial Jim Crow y cambió para siempre la visión de los trabajadores de ellos mismos.

El dirigente revolucionario cubano Che Guevara dijo a estudiantes de medicina en 1960 que antes de conocer a Fidel Castro y unirse al movimiento revolucionario cubano, “quería ayudar a la gente con mi esfuerzo personal” y hacerse “un médico revolucionario”.

Pero sus experiencias en la Revolución Cubana le enseñaron “una cosa fundamental: para ser médico revolucionario o para ser revolucionario, lo primero que hay que tener es revolución”. A través de la lucha para hacer, defender e impulsar su revolución socialista, dijo Guevara, se forjaron nuevos hombres y mujeres.

Ese es el camino a seguir. A medida que crezcan nuestras experiencias de lucha, será cada vez más evidente que debemos seguir el ejemplo del pueblo cubano. Romperemos con los partidos gemelos de los gobernantes capitalistas, los demócratas y los republicanos, formaremos nuestro propio partido, un partido obrero, y trazaremos un curso para dirigir al pueblo trabajador a tomar el poder político.