editorial

Trabajadores necesitan un partido obrero propio

1 de febrero de 2021
Mitin en mercado Hunts Point en Nueva York el 17 de enero en primer día de huelga de 1,400 miembros de sindicato Teamsters. Su demanda por aumento de $1 por hora es muy popular.
Militante/Sarah KatzMitin en mercado Hunts Point en Nueva York el 17 de enero en primer día de huelga de 1,400 miembros de sindicato Teamsters. Su demanda por aumento de $1 por hora es muy popular.

A medida que la crisis social, política y moral del capitalismo continúe desarrollándose, los trabajadores tendremos que organizarnos para luchar por nuestros propios intereses de clase contra los patrones y su gobierno. Podemos resistir sus ataques contra nuestros empleos, salarios y condiciones de trabajo y unirnos a las luchas contra la brutalidad policiaca, contra el uso por los gobernantes capitalistas de la barbárica pena de muerte y por el derecho de la mujer a optar por un aborto. Podemos promover la solidaridad con los trabajadores que enfrentan cierres patronales o han sido forzados a irse en huelga ante el afán de los patrones de aumentar sus ganancias a costa nuestra.

Para combatir los despidos, los trabajadores no pueden esperar a que el gobierno o los patrones —quienes han despedido a millones— nos den empleo. Necesitamos luchar por una reducción en la semana laboral sin reducción de salarios para repartir el trabajo disponible. Nuestros sindicatos deben movilizar a los trabajadores para exigir un programa de obras públicas financiado por el gobierno, con salarios a nivel sindical, para poner a millones a trabajar en la construcción de escuelas, hospitales, círculos infantiles y otras cosas que los trabajadores necesitan.

Solo organizándonos como clase, combatiendo a la clase que nos explota, los trabajadores podrán trazar un camino para avanzar. Al hacerlo haremos frente a los intentos de los patrones para dividirnos y para que aceptemos el menor mal entre los partidos Demócrata y Republicano.

Joseph Biden asume la presidencia declarando que gobernara en nombre de “todos los norteamericanos”. Esto es mentira. Él actuará como director ejecutivo de las familias capitalistas. Defenderá los ataques de los patrones contra el pueblo trabajador aquí y enviará sus ejércitos contra las rebeliones de trabajadores por todo el mundo. Esto es lo que ha hecho cada presidente de Estados Unidos. Y, al igual que todos ellos, Biden y su administración intentará controlar nuestras vidas con desprecio hacia nuestras capacidades. Este es el principal reto que enfrentan los trabajadores: transformar mediante las luchas nuestra visión de nosotros mismos, de nuestra capacidad de luchar colectivamente, y de unirnos para defender nuestros intereses comunes de clase.

Para avanzar estos intereses los trabajadores necesitamos nuestro propio partido, un partido obrero basado en los sindicatos, que sea forjado a través de nuestras luchas; un partido que hace todo para levantar nuestra moral de lucha, nuestra confianza y conciencia de clase, que le enseñe a los trabajadores que la raíz de los problemas que enfrentamos es el dominio de la clase capitalista; que sin compromiso defienda a todos los explotados y oprimidos por el rapaz sistema capitalista.

La mejor forma para impulsar esa perspectiva hoy es uniéndose a las campañas de los candidatos del Partido Socialista de los Trabajadores alrededor del país.

Están discutiendo con trabajadores en las puertas de sus casas, en líneas de piquetes y protestas sociales, presentando un programa combativo de la clase trabajadora que explica como nuestra clase puede arrebatar el control de la producción de manos de los patrones. Señalan a las lecciones de luchas revolucionarias previas, desde el auge del movimiento sindical industrial en los años 1930 al poderoso ejemplo de los trabajadores y agricultores de Cuba que han mantenido el poder político por 62 años. Forjando la dirección que necesitamos, como lo hicieron ellos, el pueblo trabajador puede luchar para ganar, reemplazando el dominio capitalista con el poder de un gobierno de trabajadores y agricultores. Esto es algo por lo que vale la pena luchar.