Partidarios de Hamás y algunos radicales de clase media han respondido a los recientes enfrentamientos entre el reaccionario grupo islamista y el ejército israelí organizando protestas bajo la consigna “Del río al mar, Palestina debe ser libre”, un llamado a la destrucción de Israel y a la expulsión de los judíos. Pero vale la pena recordar lo que Fidel Castro, el principal dirigente de la Revolución Cubana, dijo sobre Israel y el antisemitismo.
Castro a menudo estaba en total desacuerdo con las acciones y la política del gobierno israelí. Pero hizo todo lo posible para explicar que apoyaba el derecho de Israel a existir como refugio para los judíos.
En 2010, Castro invitó a Jeffrey Goldberg, un reportero de la revista Atlantic, a venir a Cuba y entrevistarlo sobre Israel y Teherán. Castro instó a Goldberg a publicar sus comentarios y luego lo defendió por hacerlo. Sus comentarios fueron publicados en todo el mundo.
Durante el año previo, el entonces presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad había hecho declaraciones, afirmando que el Holocausto, la campaña sistemática de asesinato en la que los nazis mataron a 6 millones de judíos, era una mentira, una “afirmación mítica e indemostrable” inventada por el gobierno israelí para justificar la existencia del país.
“No creo que nadie haya sido más injuriado que los judíos. Diría que mucho más que los musulmanes”, le dijo Castro a Goldberg. “Han sido mucho más calumniados que los musulmanes debido a que son culpados por todo”.
Durante más de 2 mil años los judíos “han sido sometidos a terribles persecuciones y a los pogromos”, dijo Castro. La existencia de los judíos ha sido mucho más dura que la de cualquier otro pueblo, dice la entrevista. “No hay nada que se pueda comparar con el Holocausto”.
“Imaginemos que yo era [el primer ministro israelí Benjamín] Netanyahu”, dijo Castro, “que estaba allí y me senté a razonar [sobre los problemas que enfrenta Israel], recordaría los 6 millones de hombres y mujeres judíos de todas las edades exterminados en los campos de concentración”.
El revolucionario comunista le dijo a Goldberg que el gobierno iraní necesitaba comprender las peligrosas consecuencias de la negación del Holocausto y el odio a los judíos. Cuando Goldberg le preguntó a Castro si le diría lo mismo a Ahmadinejad, Castro respondió: “Si estoy diciendo esto, lo puedes comunicar”.
Goldberg le preguntó a Castro: “¿Crees que el estado de Israel, como estado judío, tiene derecho a existir?”
“Sí, sin lugar a dudas”, respondió Castro.
Goldberg se sorprendió. Pero no se debió haber sorprendido. La defensa por Castro del derecho de Israel a existir y su oposición al odio a los judíos no era nada nuevo. El gobierno revolucionario que llegó al poder en 1959 estableció relaciones diplomáticas con Israel y las mantuvo hasta 1973.
“Los verdaderos revolucionarios nunca amenazaron con exterminar a todo un país”, le dijo Castro a Le Monde en septiembre de 1967, explicando su opinión de que fue un error que los gobiernos y organizaciones árabes llamaran a la destrucción de Israel.
Incluso después de que el gobierno cubano rompió relaciones diplomáticas con Israel en 1973, los dos países mantuvieron relaciones económicas. Los judíos en Cuba continúan visitando Israel y atletas israelíes han sido bienvenidos para competir en eventos deportivos internacionales celebrados en Cuba.