Puerto Rico: camioneros ganan logros tras huelga

Por Seth Galinsky
23 de agosto de 2021

Miles de operadores propietarios de camiones y algunos choferes de empresas de transporte suspendieron su paro laboral de dos días el 22 de julio. El gobierno de Puerto Rico acordó extender por al menos un año un aumento del 35 por ciento en la tarifa por millas y por carga que había aprobado temporalmente en diciembre. Este es el primer aumento significativo en las tarifas obtenido por los conductores en 15 años.

Sin la existencia de ferrocarriles de carga en la isla, casi toda la mercancía, combustible y materias primas es transportada por camiones. Para el segundo día del paro, más de 200 estaciones de gasolina habían quedado sin combustible.

“Ahora el reto es hacer que se cumplan  las tarifas”, dijo al Militante Félix Narváez, presidente de Camiones Unidos, una asociación de camioneros propietarios independientes. La asociación está afiliada al Frente Amplio de Camioneros de Puerto Rico, que convocó al paro.

Si bien algunas empresas aumentaron sus tarifas, “todavía no están pagando las tarifas aprobadas”, dijo.

Para los propietarios de remolques, que transportan cargas más grandes desde los muelles hasta los almacenes, será más fácil hacer cumplir las nuevas tarifas. Son los propietarios de los “camiones de caja” más pequeños, que realizan entregas a mercados, hospitales y pequeñas empresas, quienes tendrán más dificultades para lograr que los patrones paguen el mínimo acordado, dijo Narváez.

“Muchas empresas nunca han pagado las tarifas legales. A veces nos pagan tan poco que terminamos diciendo: ‘Arreglar esa goma puede esperar una semana. Tengo que comprar comida para la familia’”. Narváez tiene tres camiones de caja. “Tuve que pedir préstamos solo para que los camiones siguieran funcionando”, dijo.

Hay más de 40 mil camiones “independientes” registrados con el gobierno de Puerto Rico. La abrumadora mayoría, dijo Narváez, pertenecen a camioneros independientes que tienen de uno a cinco camiones. Algunos de los camioneros del Frente Amplio poseen 100 camiones.

El acuerdo ganado por los conductores fue una bofetada a la Junta de Supervisión y Gestión Financiera impuesta sobre el pueblo de Puerto Rico por el entonces presidente Barack Obama en 2016 y que ha sido continuada por los dos presidentes que le han seguido. En vísperas del paro, el Asesor Jurídico de la Junta, Jaime El Koury, advirtió al Negociado de Transporte de Puerto Rico que el aumento de tarifas “no cumple” con el plan fiscal de la junta, y le exigió al gobierno que esperara.

La junta cuenta con poder dictatorial sobre los asuntos fiscales del gobierno puertorriqueño para asegurar el máximo pago a los tenedores de bonos a través de recortes a los programas gubernamentales y haciendo pagar a los trabajadores por la crisis económica, dejando aún más claro que Puerto Rico es una colonia estadounidense.

“Nuestra lucha ha dejado al descubierto que la junta defiende los intereses de las grandes empresas”, dijo por teléfono Carlos Rodríguez, secretario de organización del Frente Amplio, el 6 de agosto.

“El movimiento sindical aquí necesita un impulso”, dijo. “Esperamos que lo que estamos haciendo pueda motivar a otros compañeros”.

Más del 90 por ciento de los trabajadores de Puerto Rico no pertenecen a ningún sindicato, especialmente en las grandes fábricas farmacéuticas por toda la isla. Muchos de esos trabajadores solo reciben el salario mínimo federal de 7.25 dólares la hora.