SEATTLE — Más de 40 personas asistieron a un evento en esta ciudad el 1 de agosto para celebrar la rica vida política de Cecelia Moriarity, miembro del Partido Socialista de los Trabajadores. Moriarity, cuadro del movimiento comunista durante 45 años, murió el 23 de julio a los 74 años.
Unos 30 mensajes de compañeros y amigos fueron enviados al acto, incluidas cartas de dirigentes de las Ligas Comunistas en el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
“Cecelia era una excelente candidata del PST para cargos públicos. Fue la candidata del PST para gobernadora de Utah y Pensilvania, y fue candidata local en el estado de Washington”, dijo Mary Martin, organizadora de la rama de Seattle durante muchos años. “Era muy eficaz en explicar el programa del partido al pueblo trabajador y nunca vaciló en enfrentar los ataques del estado contra la campaña del PST”.
Esto incluyó la “exitosa lucha el otoño pasado para evitar que el estado de Washington, impulsado por fuerzas liberales, forzara a la campaña del PST a divulgar los datos de los electores inscritos para poner a sus candidatos presidenciales en la boleta electoral en el estado”, explicó Martin. Esta lucha ganó el apoyo del sindicato de maestros del estado, el cual está siendo atacado por fuerzas antisindicales que utilizan leyes de “divulgación” similares para obtener datos personales de los afiliados.
Martin también trabajó con Moriarity en Charleston, Virginia del Oeste, a fines de la década de 1980. Moriarity siempre ligó las experiencias y luchas de los trabajadores en este país con la lucha de los trabajadores en el extranjero, señaló Martin. “Cecelia habló en un foro sobre el desastre en la planta química de Bhopal en India, en el que cientos de personas murieron como resultado de la negligencia criminal de los patrones de Union Carbide”, dijo. “Cecelia estudió detenidamente lo que condujo al desastre para poder explicar en detalle lo sucedido y trazar las similitudes con la lucha por la seguridad y el control de la producción por parte de los trabajadores en sus lugares de trabajo en este país”.
En una atractiva exhibición fotográfica preparada para el acto se veía a Moriarity en actividades del Partido Socialista de los Trabajadores defendiendo la Revolución Cubana, organizando solidaridad con los trabajadores en Nicaragua, Granada e Irán desde 1979 hasta la década de 1980 y participando en batallas sindicales y movimientos sociales como la lucha por los derechos de la mujer.
Los últimos 20 años de actividad política de Moriarity ocurrieron en la rama del partido en Seattle. Participó en muchas batallas de trabajadores y era bien conocida por los obreros portuarios, agrícolas y de las empacadoras por su largo historial forjando la solidaridad con las luchas obreras.
Confianza en la clase trabajadora
“Cecelia Moriarity tenía una confianza inquebrantable en la clase trabajadora”, dijo Paul Mailhot, hablando en nombre del Comité Político del PST. “Para ser comunista tienes que estar inspirado por la capacidad y el potencial de la clase trabajadora, la única clase sin ningún interés en la explotación de los demás; la única clase capaz de dirigir la lucha de todos los trabajadores para derrocar al sistema explotador bajo el que vivimos y tomar el poder en nuestras propias manos”.
Moriarity se unió al PST cuando el partido dirigía su atención hacia acontecimientos en el movimiento obrero y entre los oprimidos de todo el mundo que abrían nuevas posibilidades para construir un partido comunista en Estados Unidos profundamente arraigado en la clase obrera.
Comenzó a trabajar como operaria en la construcción de aeronaves y ayudó a que su sindicato, el sindicato sideromecánico IAM, educara a sus miembros sobre la acción afirmativa, especialmente en torno al caso Weber. Brian Weber era un trabajador caucásico en Luisiana que presentó una demanda legal contra el sindicato del acero USWA para detener los programas del sindicato que abrían puestos de trabajo que antes habían sido negados a trabajadores negros y mujeres. El PST defendió las acciones del sindicato, explicando que estas ayudaban a unificar al pueblo trabajador.
A principios de la década de 1980, Moriarity se mudó a Price, Utah, para ayudar a establecer una rama del partido allí y conseguir un trabajo en las minas de carbón. Como parte del Coal Employment Project (Programa de Empleo en la Minería), una organización pionera que ayudó a las mujeres a entrar en la industria del carbón, Moriarity fue parte del fortalecimiento del sindicato de los mineros UMWA.
Desastre de mina Wilberg
En un mensaje al evento, Joel Britton de Oakland, California, quien ayudaba a dirigir el trabajo del partido en los sindicatos en ese entonces, escribió: “Los miembros del Partido Socialista de los Trabajadores aspiran a ser ‘carne y hueso’ con sus compañeros de trabajo. No conozco mejor ejemplo de esto que el de Cecelia Moriarity cuando se enfrentó en 1984 al desastroso incendio en la mina Wilberg en Utah, donde trabajaba.
“Cecelia se unió a los miembros de su local del UMWA y otros mineros en los esfuerzos de rescate mientras ardía el fuego mortal.
“Junto con otro minero, escribió artículos para el Militante que han pasado la prueba del tiempo, habiendo sido reimpresos varias veces en parte para insistir que ‘Ningún minero tiene que morir’ como consecuencia de la criminal negligencia de los patrones de las minas hacia la seguridad”.
Mailhot dijo que el PST celebró recientemente una conferencia nacional en Ohio bajo una bandera que decía “Liderando a la clase trabajadora para tomar el poder” e instando a los trabajadores a “Unirse al Partido Socialista de los Trabajadores” y “Construir la vanguardia comunista”. Este es el único camino para salvar a la humanidad, dijo.
“El desastre de la mina Wilberg es una de las consecuencias del dominio capitalista. El implacable afán por ganancias costó la vida a 27 personas en ese incendio”, dijo Mailhot. “El capitalismo es un sistema construido sobre ese mismo curso destructor de vidas.
“Es el sistema que envió a más de 100 mil mineros a la muerte en accidentes de minería de carbón durante el siglo pasado. Es el sistema que envió a millones a ser masacrados en las primera y segunda guerras mundiales imperialistas; es el sistema responsable por la aniquilación de 6 millones de judíos en el Holocausto”.
“Recuerdo haber escuchado cuando Cecelia estaba vendiendo el Militante a alguien que cuestionaba el nombre del periódico”, escribió Charlene Adamson en un mensaje a la reunión. “Dijo que lo llamamos el Militante porque ‘ser militante simplemente significa ser intransigente en tus principios’, y así era ella.
“Vivió con fuerza, gracia y convicción”.
Los organizadores del acto pidieron a los participantes que contribuyeran generosamente al Partido Socialista de los Trabajadores en honor a Moriarity. Para Moriarity fue motivo de orgullo haber contribuido su cheque de “estímulo” del gobierno de 600 dólares al Militante en febrero. Su nota con el cheque decía: “Me siento feliz de enviar esta donación para ayudar a asegurar a que nada obstruya la cobertura sin paralelo de la clase trabajadora por parte del Militante”.
Simpatizantes del partido prepararon deliciosos platos, postres y refrigerios. Más de 2,200 dólares fueron recaudados en el acto, un testimonio a Moriarity y el Partido Socialista de los Trabajadores, el partido al que se dedicó a construir hasta el final de su vida.