MEMPHIS, Tennessee — Poco después de la medianoche del 4 de octubre, casi 300 miembros del Local 252G del sindicato BCTGM se declararon en huelga en la planta de Kellogg en esta ciudad. Unos 1,400 trabajadores están en huelga en todo el país en las plantas de cereales de la empresa en Battle Creek, Michigan; Omaha, Nebraska; Lancaster, Pensilvania; y aquí.
Los huelguistas están luchando contra las demandas de los patrones por un contrato que contiene dos niveles de salarios y beneficios que profundizaría las divisiones entre los trabajadores, entre otras concesiones. Están recibiendo la solidaridad que tanto necesitan.
“Todos deberían recibir un salario justo. Si estás haciendo el mismo trabajo, deberías recibir exactamente lo mismo y los mismos beneficios a su debido tiempo”, dijo al Militante Carver Sumter, quien ha trabajado en la planta durante 20 años.
La compañía propone que los trabajadores nuevos reciban un salario más bajo de forma permanente y peores beneficios que alguien como él, dijo Sumter.
“También están tratando de meterse con nuestras pensiones”, dijo Sumter, quien prepara el cereal Froot Loops. “Estuve aquí cuando la empresa nos impuso un cierre patronal en 2014. En aquel entonces estábamos luchando contra sus intentos de introducir trabajadores temporales a tiempo parcial con salarios más bajos y menos beneficios”.
Después de nueve meses de cierre patronal en Memphis, el sindicato tuvo que aceptar que los nuevos trabajadores fueran contratados con un salario más bajo, pero aún podían llegar al salario máximo.
“Esta vez, las cuatro plantas de Kellogg en todo el país están luchando juntas por lo tanto somos más fuertes”, dijo.
Sosteniendo un cartel hecho a mano que decía: “Toque la bocina por mejores salarios”, Paul Houston dijo que ha estado en la planta solo durante cinco meses. Opera una máquina que sella las cajas de cereales. “La empresa quiere pagarnos menos y no quiere pagar un seguro dental o de visión.
“Mi abuelo fue parte de la huelga de trabajadores de saneamiento de 1968 portando carteles que decían ‘Soy un hombre’. Él trajo a mi papá a la línea de piquetes, y ahora yo traigo a mis hijos a esta línea de piquetes”. Durante esa huelga de los trabajadores del saneamiento, que era parte del movimiento obrero por los derechos civiles que derrocó la segregación de Jim Crow, Martin Luther King Jr. fue asesinado mientras brindaba apoyo a los trabajadores.
Diez miembros del sindicato automotriz UAW de la planta de General Motors en esta ciudad y dos sindicalistas de UNITE HERE estaban en la línea de piquetes de Kellogg cuando esta corresponsal obrera la visitó.
“Nos solidarizamos con su lucha por salarios justos”, dijo a los huelguistas Glinder Louis, presidente del Local 2406 del UAW. Los miembros del UAW dijeron que el sindicato de trabajadores de panadería apoyó su huelga nacional de 40 días en 2019, caminando en las líneas de piquetes, y ahora ellos están haciendo lo mismo. “Mostrar apoyo es muy importante”, dijo el presidente del Local 2406 del UAW, Ron Conley. “Lo que puedan lograr los sindicatos beneficia a todos”.
David Whitson, miembro del sindicato de carpinteros UBC, fue llamado a trabajar en la planta, pero cuando vio la línea de piquetes decidió no cruzar. A lo contrario, se unió a los trabajadores en huelga, mostrando con orgullo lo que dijo era el cartel más grande: “Alto a la codicia corporativa”.
El 6 de octubre, representantes de la Conferencia de Liderazgo Cristiano del Sur (SCLC) y otros ministros negros realizaron una conferencia de prensa en apoyo a la huelga.
La compañía emitió un comunicado afirmando que en 2020 las ganancias promedio para la mayoría de los empleados de Kellogg fueron de 120 mil dólares. Pero eso fue durante el pico de la pandemia, cuando los trabajadores tenían que trabajar los siete días de la semana, de 12 a 16 horas al día. “No te dicen que esas son horas extras”, dijo Kevin Bradshaw, vicepresidente del Local 252G del BCTGM.
Las líneas de piquetes están activas las 24 horas del día. Hasta ahora, dijeron los huelguistas, la empresa no ha intentado traer trabajadores de reemplazo como lo hicieron durante el cierre patronal.
Kellogg reportó ventas globales de 3.6 mil millones de dólares en el último trimestre y ganancias de alrededor de 380 millones de dólares.
¡Promueva la solidaridad con los huelguistas de Kellogg, cuya lucha beneficia a toda la clase trabajadora! En el sitio web del sindicato, bctgm.org, hay una página para “Apoyar a los trabajadores de Kellogg” con información sobre como enviar mensajes de apoyo y donaciones a cada uno de los locales en huelga.