Tres días antes de la fecha límite para declarar una huelga el 29 de septiembre, el Distrito 19 del sindicato mecanometalúrgico IAM, al que están afiliados 6,600 maquinistas de locomotoras, mecánicos de equipos de vías y trabajadores de mantenimiento de instalaciones, anunció que había llegado a un segundo acuerdo tentativo con la mayoría de las empresas ferroviarias nacionales de Clase 1 y otras más pequeñas.
Más de 115 mil obreros ferroviarios de 12 sindicatos diferentes han estado en negociaciones por dos años o más. Se enfrentan a los ataques de los patrones ferroviarios a las condiciones de trabajo. Al mismo tiempo, se enfrentan a la Ley Laboral Ferroviaria, aplicada por la Casa Blanca de Joseph Biden, que ha atado su lucha en trámites burocráticos y les ha impedido salir en huelga.
El segundo acuerdo tentativo del IAM incluye un límite en los costos de atención médica hasta el 2025; reembolsos por gastos de hotel y de viaje durante asignaciones fuera de la ciudad de residencia; y aún más negociaciones sobre las horas extras obligatorias.
Los afiliados del IAM aún tienen que votar sobre estas propuestas. Su primer acuerdo fue rechazado el 14 de septiembre por un 75%.
Los miembros del sindicato de electricistas IBEW, 4 mil en total, aprobaron un acuerdo el 28 de septiembre, sumándose a los 13 mil miembros de otros dos sindicatos — de comunicaciones y transporte TCU y Hermandad Ferroviaria Carmen BRC— que han ratificado contratos.
Muchos conductores y maquinistas, miembros de los dos sindicatos ferroviarios más grandes —la División de Transporte de SMART-TD y la Hermandad de maquinistas BLET, que conjuntamente representan a más de 60 mil trabajadores— siguen disconformes e indignados por los acuerdos provisionales que les han enviado.
Las votaciones para ratificarlos están programadas para mediados de noviembre, después de las elecciones de mitad de período. Esto significa que Biden y los demócratas no enfrentarán la posibilidad de una huelga o un cierre patronal antes de las elecciones.
Cuestiones pendientes
Las cuestiones claves sobre las condiciones laborales inseguras, los horarios tortuosos y las políticas de asistencia punitivas no son abordadas en la propuesta tentativa. ¡Además, los patrones ferroviarios exigen que se reduzcan las tripulaciones a solo un trabajador!
“En cuanto el aumento de sueldo, la gran mayoría estamos más que de acuerdo con eso. El principal problema con el acuerdo provisional se encuentra en las ‘cuestiones de calidad de vida’”, dijo al Militante Travis Zuluaga, conductor y maquinista y miembro de la BLET en el área de Albany, Nueva York.
Los 12 sindicatos ferroviarios tienen acuerdos provisionales similares sobre cuestiones salariales negociadas por la Junta Presidencial de Emergencia de Biden, que incluyen ofertas de un aumento salarial general del 24%, un bono de cinco mil dólares y pago retroactivo, pagadero dentro de los 60 días posteriores a la ratificación.
“Solo queremos ser un humano natural sin ser penalizado. Ya es bastante malo que nos perdamos los cumpleaños, días festivos, graduaciones, bodas, funerales y otras ocasiones especiales para las que la mayoría de las personas puede obtener tiempo libre”, dijo Zuluaga. “Nos están diciendo literalmente que no podemos enfermarnos sin ser penalizados por ello. El acuerdo tentativo proporcionaría tres visitas médicas al año, y tienen que ser programadas en un día que sea conveniente para la empresa con por lo menos 30 días de anticipación. Es risible”.
La propuesta tampoco aborda el tener un trabajo y horario regular. Bajo el sistema de asignación semanal de trabajo “los maquinistas no saben hasta el jueves al mediodía qué trabajo vamos a hacer el próximo sábado. Eso es un aviso de solo 36 horas”, dijo el maquinista y miembro del BLET Robin Smith de Harrisburg, Pennsylvania.
Los horarios inciertos, las largas horas, el tiempo fuera de casa, la demanda de reducir las tripulaciones aún más, son una receta para un desastre. Agotan a los trabajadores y les niega el tiempo para convivir con sus familias.
Tres trabajadores ferroviarios han muerto en el trabajo en las últimas seis semanas.
Miles de miembros de SMART-TD se enojaron cuando Jeremy Ferguson, el presidente del sindicato, informó el 30 de septiembre que las empresas respondieron en las negociaciones diciendo “que los trabajadores no contribuyen a las ganancias”.
Los sindicalistas imprimieron camisetas con esa cita y las usaron en las festividades del Día del Trabajo en Nebraska, Omaha y en las reuniones del sindicato.
Si uno de los sindicatos rechaza su acuerdo, el resto ha acordado que se declararán en huelga. Pero esto no será hasta el 9 de diciembre, porque los funcionarios sindicales han acordado demorar cualquier huelga hasta entonces.
Manténgase atento.