En una importante victoria para la libertad de expresión y de prensa, el 9 de marzo las autoridades penitenciarias de Florida anularon la prohibición del número del 30 de enero del Militante. Dieron instrucciones a los funcionarios del Centro Correccional Blackwater River de que entregaran el periódico a los suscriptores del semanario socialista allí.
La prohibición fue impugnada por una amplia gama de defensores de los derechos constitucionales, entre ellos Amnistía Internacional EE.UU., el Proyecto Penitenciario de la Unión Americana de Libertades Civiles, la ACLU de Florida, la Asociación de la Prensa de Florida, la Coalición Nacional contra la Censura, PEN America y el Comité de Reporteros por la Libertad de Prensa.
La prohibición del Militante por la prisión estatal de Florida, que es de gestión privada, alegaba que dos artículos —uno sobre una huelga de enfermeras en Nueva York y el otro sobre las protestas de “Mujeres, vida, libertad” en Irán— eran una “amenaza para la seguridad” de la prisión.
El embargo “es una flagrante violación no solo de los derechos constitucionales de los reclusos de leer el material que elijan, sino también de la protección constitucional de la libertad de prensa de la que disfruta el Militante”, escribió Mark A. Lee, secretario financiero/tesorero del Local 57 del sindicato de trabajadores de panadería BCTGM en Mt. Gilead, Ohio, al Comité de Revisión de Literatura del sistema penitenciario.
“Esta vez, la extravagante ‘razón’ que dieron para prohibir el periódico ayudó a dejar claro que esto no tenía nada que ver con la ‘seguridad’ y todo que ver con la supresión del Militante debido a nuestra política de clase trabajadora”, dijo el director del Militante, John Studer. “Siempre ha sido así cuando los funcionarios de las prisiones intentan bloquear el periódico.
“Nuestra lucha no es solo por el Militante”, dijo Studer. “Cada vez que luchamos contra estas prohibiciones, estamos ayudando a defender el derecho a la libertad de expresión y de prensa para todos. Los funcionarios de prisiones de Florida y otros lugares prohíben miles de publicaciones. Estamos dando un ejemplo que otros pueden seguir”.