Las oleadas de reclutas enviadas por el presidente ruso Vladímir Putin contra las fuerzas ucranianas en Bakhmut, se están enfrentando a la feroz resistencia de combatientes decididos a derrotar la invasión. El gobierno de Putin también enfrenta oposición interna a su guerra, protestas de soldados rusos enviados al matadero y conflictos que han reaparecido en otros países donde Moscú está tratando de extender su dominio.
En la batalla más prolongada desde el inicio de la invasión, las fuerzas rusas en el este han rodeado parcialmente la destruida ciudad de Bakhmut. La ciudad tiene poco valor estratégico, pero su toma extendería el control del Kremlin sobre la región de Donbás, que según Putin ahora es parte de Rusia.
Decenas de miles de convictos reclutados en el ejército mercenario de Wagner, han muerto en los ataques frontales destinados a desgastar las defensas ucranianas. Las fuerzas élite de Wagner han sido enviadas a la batalla junto con el ejército ruso convencional.
“El enemigo envía 20 hombres a atacar seis o siete veces al día”, dijo Oleksandr, comandante de una compañía ucraniana, al New York Times. “No les importan los hombres”.
La batalla de tanques más grande de la guerra hasta ahora dejó destruidos unos 130 tanques y vehículos blindados de transporte de tropas rusas en febrero cerca de la ciudad minera de carbón de Vuhleadar, a 90 millas al sur de Bakhmut.
“Lo que hicieron mal fue venir a Ucrania”, dijo el tanquista ucraniano, Dmytro Hrebenok, de 20 años de edad. Sin ningún entrenamiento formal en vehículos blindados, el voluntario ucraniano aprendió de la práctica “adquirida en el campo”. Al igual que decenas de miles de voluntarios, principalmente de la clase trabajadora, está decidido a hacer lo necesario para defender la independencia de su país. Por el contrario, las tropas rusas son en su mayoría reclutas ordenados a invadir otro país y tratar de subyugar a su pueblo.
Uniones en Ucrania enfrentan ataque
Muchos sindicalistas han sido “movilizados en las Fuerzas Armadas de Ucrania. Están en la primera línea de defensa”, dijo Pavlo Holota, del Sindicato Independiente de Mineros de Ucrania, a la Campaña de Solidaridad con Ucrania el 4 de marzo. El sindicato está ayudando a llevar suministros a sus miembros en el frente.
El régimen de Putin “pretende destruir a Ucrania como estado y a los ucranianos como nación. Para destruir nuestra cultura y nuestra historia”, dijo Holota. “La victoria sobre Rusia es una prioridad máxima, pero tampoco podemos permanecer en silencio sobre los problemas de los trabajadores”.
En septiembre, Holota ayudó a dirigir una huelga de mineros en Novolynsk, en el oeste, la primera gran acción de trabajadores desde la invasión. Los capitalistas y su gobierno están impulsando leyes que socavan los derechos de los trabajadores en Ucrania con el fin de restringir su capacidad para luchar contra el impago de salarios y las condiciones inseguras.
Dentro de Rusia, han continuado las protestas de personas con carteles en contra de la invasión, a pesar de la represión de Putin y el arresto de miles de manifestantes contra la guerra. Recientemente se les han sumado personas en más de 200 ciudades que han colgado miles de cintas verdes, símbolos contra la guerra, en lugares públicos. Un organizador dijo que los listones ayudaron a demostrar a los que se oponen a la guerra que “somos muchos”.