La mitad de los judíos de Israel tienen raíces en países árabes

Por Brian Williams
1 de enero de 2024

Un libro recién publicado, Sefardi Voices: The Untold Expulsion of Jews from Arab Lands (Voces sefarditas: La expulsión no contada de los judíos de tierras árabes) de Henry Green y Richard Stursberg, aborda una historia raramente discutida. Describe la expulsión de cientos de miles de judíos que vivían en países en el Medio Oriente y el norte de África antes y después de la formación del estado de Israel en 1948.

Un millón de judíos vivían en nueve países mayoritariamente árabes después de la Segunda Guerra Mundial: Argelia, Egipto, Iraq, Líbano, Libia, Marruecos, Siria, Túnez y Yemen, además de Irán con mayoría persa. Para el 2020, entre convulsiones, pogromos y guerras, el total de la población judía en estos países había caído a 14,500.

De los 820 mil refugiados judíos que huyeron entre 1948 y 1972 de sus países de origen en el Medio Oriente y el norte de África, 586 mil se asentaron en Israel, mientras que más de 200 mil encontraron refugio en Europa y América del Norte.

En Israel, el flujo de inmigrantes árabes judíos casi duplicó la población. Actualmente, casi la mitad de la población judía de Israel desciende de estos refugiados del mundo árabe que lo rodea. El número de judíos que huyeron de los países árabes en los años posteriores a la independencia de Israel fue mayor que el número de árabes que huyeron de Israel.

La ola de ataques contra los judíos en todo el Medio Oriente fue orquestada por el Comité Político de la Liga Árabe. Este organismo fue dirigido por Amin al-Husseini, el Gran Mufti de Jerusalén, que estuvo al frente de pogromos contra judíos en Palestina en las décadas de 1920 y 1930, y que colaboró con el régimen nazi de Hitler durante la segunda guerra mundial imperialista, con la esperanza de implementar la “Solución Final” en el Medio Oriente y el norte de África.

Judíos árabes se refugian en Israel

Las condiciones en estos países variaban. Algunos estaban presididos por regímenes feudales reaccionarios. Otros estaban bajo el dominio del imperialismo francés o británico. En Argelia se desarrollaría una poderosa revolución social que trajo un gobierno de trabajadores y campesinos en 1962.

En Túnez, la comunidad judía ascendía a 105 mil en 1948. Hoy se estima en 1,050. Túnez fue el único país árabe que fue ocupado directamente por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Ese gobierno envió a los judíos a campos de trabajo forzado o los sometió a deportaciones y ejecuciones.

Cuando Túnez ganó su independencia de Francia en 1956, el nuevo gobierno emitió decretos antijudíos. Los consejos comunitarios judíos fueron disueltos y las antiguas sinagogas destruidas. Durante la Guerra de los Seis Días de los gobiernos árabes contra Israel en 1967, los judíos en Túnez fueron atacados por bandas árabes, sus negocios fueron incendiados y la Gran Sinagoga de Túnez fue destruida. Más de 40 mil judíos huyeron a Israel.

En Libia, el ejército alemán ocupó el barrio judío de Bengasi en 1942. Saquearon los negocios y deportaron a más de 2 mil judíos en una marcha forzada a través del desierto, en la que pereció más de una quinta parte de ellos.

Después de la guerra, Gran Bretaña tomó control del país y observó los brutales pogromos sin intervenir. En noviembre de 1945, más de 140 judíos fueron masacrados en Trípoli y casi todas las sinagogas saqueadas. En junio de 1948 estalló otra ronda de sangrientos motines. En 1948 38 mil judíos vivían en Libia; en 2018 no quedaba ninguno.

En Egipto, donde los aliados de al-Husseini en la Hermandad Musulmana sumaban decenas de miles, entre junio y noviembre de 1948 detonaron bombas en el barrio judío de El Cairo, resultando en más de 70 judíos muertos y casi 200 heridos.

En 1956, tras la derrota de las fuerzas egipcias por Israel en la península del Sinaí, El Cairo expulsó a casi 25 mil judíos y confiscó sus propiedades. Otros mil fueron encarcelados. En noviembre de ese año, un decreto del gobierno declaró a todos los judíos “enemigos del Estado”. Miles de ellos fueron obligados a abandonar el país y a firmar declaraciones de que “donaban” sus propiedades al gobierno. En 1948 había 75 mil judíos viviendo en Egipto; en 2018 quedaban 100.

En 1944, después de que Siria se independizara de Francia, el nuevo gobierno prohibió la emigración judía a Palestina, restringió la enseñanza del hebreo en las escuelas judías e hizo un llamado a boicotear los negocios judíos. El año siguiente, fuerzas árabes quemaron, saquearon y confiscaron propiedades judías y el gobierno congeló las cuentas bancarias de los judíos. Aun así, en 1948 había 30 mil judíos viviendo en Siria.

A partir de 1947, en la ciudad de Alepo, fuerzas árabes reaccionarias asesinaron a decenas de judíos y destruyeron más de 200 casas, negocios y sinagogas en la comunidad judía con 2,500 años de existencia. Miles de judíos huyeron. Durante las décadas siguientes, los que quedaron fueron despojados de su ciudadanía, sometidos a una vigilancia constante por la policía secreta y les prohibieron obtener teléfonos, licencias de conducir y comprar propiedades. Para 2018 se estima que habían 100 judíos en Siria.