El cada vez más inestable alto el fuego entre Israel y Hamás en Gaza deja irresuelto el desafío central que enfrenta Israel para asegurar su existencia como refugio contra los pogromos y el odio a los judíos. Aunque debilitado por los golpes de Israel durante el último año, Hamás está aprovechando el alto el fuego para intentar reafirmar su dominio dictatorial sobre los palestinos en Gaza. Su objetivo no ha cambiado: destruir Israel y matar a los judíos.
Durante el pogromo antijudío que Hamás llevó a cabo el 7 de octubre de 2023, sus escuadrones de la muerte asesinaron a 1,200 personas, hirieron a miles y tomaron 251 rehenes.
Hasta el 5 de febrero, Hamás había liberado a 13 de los más de 90 rehenes israelíes que aún se encuentran secuestrados en Gaza. Por lo menos 34 de ellos están muertos. Hamás también liberó a cinco trabajadores agrícolas tailandeses que había secuestrado. El grupo tipo nazi tiene en la mira a todos aquellos que colaboran con los judíos.
Todos los rehenes que Hamás mantiene retenidos deben ser liberados inmediatamente, haya o no un alto el fuego.
A cambio de los 33 rehenes liberados en los primeros 42 días de la tregua, Israel ha comenzado a liberar a 737 palestinos, incluidos miembros de Hamás y la Yihad Islámica, acusados ??o condenados por matar judíos. También ha comenzado a liberar a más de mil habitantes de Gaza detenidos desde el 7 de octubre. La liberación de los restantes rehenes israelíes, en su mayoría hombres en edad militar, formaría parte de las negociaciones para la segunda fase.
Se supone que durante la primera fase del alto el fuego las tropas israelíes abandonarán el corredor de Netzarim, que divide a Gaza en dos y es una herramienta importante para debilitar el control de Hamás sobre el territorio.
Durante la segunda fase del alto el fuego, las tropas israelíes también deben retirarse a una zona búfer dentro de Gaza a lo largo de la frontera israelí. Hamás dice que, como parte del acuerdo, Israel debe retirarse completamente del corredor Filadelfia a lo largo de la frontera con Egipto, pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, disputa esto. Poco se ha resuelto en las negociaciones que pueda conducir al objetivo declarado de los acuerdos de lograr una “calma sostenible”.
Manipulan liberación de rehenes
Matones de Hamás, armados y enmascarados, han manipulado la entrega coreografiada de los rehenes. Ordenan a los rehenes a saludar con la mano y sonreír. En al menos una de las “ceremonias”, un representante de la Cruz Roja Internacional se sentó en el escenario y firmó el “formulario de liberación” de Hamás.
Esa acción de la Cruz Roja, que nunca visitó a los rehenes en cautiverio para asegurarse de su bienestar, fue diseñada para reforzar la legitimidad de Hamás.
Durante la liberación de Gadi Moses, Arbel Yehoud y Agam Berger, quedó claro que Hamás dio instrucciones a la multitud de actuar de manera amenazadora hacia los rehenes, “protegidos” por los combatientes de Hamás. Eso es para fomentar su falsa narrativa de que la mayoría de los habitantes de Gaza comparten el odio de Hamás hacia los judíos.
Hamás está utilizando la liberación de los rehenes para enviar un mensaje a la población de Gaza en sus intentos de reconstruir sus fuerzas. Están diciendo: “Arriésgate a desafiarnos”. Y a los rehenes, “los hemos liberado por ahora, pero planeamos volver a masacrar a más judíos como lo hicimos el 7 de octubre”.
Una de las consignas en la pancarta que Hamás utilizó como telón de fondo durante las liberación de rehenes decía: “La victoria del pueblo oprimido contra el sionismo nazi”. Eso subvierte la realidad.
Israel surgió porque los judíos no tenían otro lugar a donde ir después del Holocausto en el que los nazis organizaron la matanza de 6 millones de judíos —el 40% de los judíos del mundo— y las potencias imperialistas “democráticas” en Washington y otros lugares cerraron sus puertas.
Hamás es el resultado del legado reaccionario de la Hermandad Musulmana en Egipto y de Amin al-Husseini, el gran muftí de Jerusalén, que organizó pogromos contra los judíos en Palestina en los años 20 y 30 y trabajó directamente con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial para tratar de extender su Holocausto al Medio Oriente.
El pacto fundacional de Hamás de 1988 expresa su objetivo —el mismo que la “Solución Final” de los nazis—matar a los judíos.
Y la afirmación de Hamás de representar al “pueblo oprimido” de Gaza es también una mentira. Hamás, con su promoción del odio antijudío, su uso de palestinos como escudos humanos, su régimen dictatorial en Gaza, es el mayor obstáculo al que se enfrentan los palestinos de Gaza y otros lugares para poder luchar por sus derechos nacionales.
Está saliendo más información sobre las condiciones en las que se encuentran los rehenes. El recién liberado Gadi Moses, de 80 años, estuvo aislado de los demás rehenes durante los 15 meses de cautiverio. Al igual que otros rehenes, bajó de peso debido a las duras condiciones y falta de alimentos; en su caso, bajó más de 30 libras
A pesar de la generalizada alegría por la liberación de cada rehén en Israel, pocos pasan por alto la realidad de que la liberación concomitante de terroristas empedernidos que odian a los judíos aumenta la capacidad de Hamás de llevar a cabo más pogromos.
Imperialismo defiende sus intereses
La administración entrante de Donald Trump tomó parte en la presión para que Netanyahu aceptara el tenue alto el fuego. Al mismo tiempo, la nueva administración ha entregado armas que la administración Biden había congelado en su intento de obligar a Israel a poner fin a su guerra antes de que Hamás sea derrotado.
El punto de partida del gobierno de Estados Unidos, cualquiera que sea el partido en el poder, no es garantizar la seguridad del pueblo judío sino impulsar e imponer los voraces intereses económicos, políticos y militares del imperialismo norteamericano en la región.
Netanyahu, mientras busca el respaldo del imperialismo norteamericano, ha actuado sobre la base de que, si es necesario, Israel debe estar preparado para actuar solo para defenderse o podría dejar de existir; algo que sería un gran revés para el pueblo trabajador de todo el mundo.
Netanyahu fue el primer jefe de estado extranjero en visitar a Trump, desde que comenzó su segundo mandato como presidente.
“Israel tiene tres objetivos”, dijo Netanyahu en una conferencia de prensa conjunta el 4 de febrero después de su reunión. “Destruir las capacidades militares y de gobernar de Hamás, asegurar la liberación de todos nuestros rehenes, y garantizar que Gaza nunca más represente una amenaza para Israel”.
Netanyahu señaló que en medio de “este alto el fuego temporal”, los líderes de Hamás siguen jactándose de que repetirán el 7 de octubre y más grande.
“No podemos dejar a Hamás allí porque Hamás seguirá luchando para destruir a Israel”, dijo. “No se puede hablar de paz . . . si esta tóxica organización asesina sigue en pie”.