El 21 de abril, las fuerzas armadas de Estados Unidos y Filipinas iniciaron los ejercicios anuales de combate Balikatan, para prepararse para un “escenario de batalla de gran escala” en el disputado Mar de China Meridional. Estas maniobras bélicas ampliadas reflejan la creciente colaboración de Washington con su antigua colonia. Detrás de la escalada está la agudización de los conflictos entre Washington y los gobernantes capitalistas de estado en China. Beijing ha amenazado con usar la fuerza en su reclamo de soberanía sobre Taiwán, ubicada al norte de Filipinas.
Dos semanas antes, buques de la guardia costera china fueron filmados intentando embestir un barco filipino más pequeño. Confrontaciones similares han ocurrido durante años.
Las maniobras lideradas por las fuerzas militares norteamericanas incluye despliegues de buques de guerra, aviones y tropas, pruebas con fuego real, incluyendo nuevos misiles antibuque. Participan alrededor de 9 mil soldados norteamericanos y 5 mil filipinos, y contingentes más pequeños de Australia y Japón, aliados imperialistas de Washington en el Pacífico.
El poder económico y militar de los gobernantes chinos es un desafío creciente para la supremacía de Washington en el Pacífico. Los gobernantes norteamericanos han considerado durante mucho tiempo esta región como una importante conquista de su sangrienta victoria en la Segunda Guerra Mundial.
En respuesta a los ejercicios Balikatan, Beijing desplegó el portaaviones Shandong y otros buques de guerra al este de Luzón, la isla más grande y septentrional de Filipinas. Al mismo tiempo, un grupo de ataque de portaaviones encabezado por el USS Nimitz llegó a Guam, territorio insular y base norteamericana en el Pacífico occidental. Desde aquí, sus aviones pueden alcanzar la costa china.
Balikatan, que significa “hombro con hombro” en tagalo, el idioma filipino, ha cobrado mayor relevancia desde que el presidente filipino Ferdinand Marcos hijo asumió el cargo en 2022. Marcos ha procurado una alianza más profunda con Washington. Las fuerzas norteamericanas han obtenido acceso a cuatro bases militares filipinas más, además de las cinco previamente acordadas, mientras que los ejercicios de guerra de Balikatan casi han duplicado su tamaño. Este año, se han extendido a tres islas filipinas cerca de Taiwán.
Beijing, que ha construido islotes fortificados en el Mar de China Meridional, reclama la soberanía sobre casi toda la zona. Es vía de paso para casi un tercio del transporte marítimo mundial. Los gobiernos de Vietnam, Malasia, Brunéi, Taiwán y Filipinas han hecho sus propios reclamos sobre partes de ese mar.