Declaración emitida el 19 de octubre por Alyson Kennedy, candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para gobernadora de Texas. Kennedy, ex minera de carbón, fue parte de un equipo de reporteros del Militante en Soma, Turquía, en 2014.
La explosión de gas metano en la mina de carbón de propiedad estatal Turkey Hard Coal Enterprises en la ciudad de Amasra, en la costa norte del Mar Negro, Turquía, subraya la necesidad de que trabajadores por todo el mundo se organicen, formen sindicatos y usen el poder sindical para luchar juntos por el control obrero de la seguridad en el trabajo y la organización de la producción. Nuestros sindicatos necesitan tener el poder de detener la producción cuando existan peligros para los trabajadores.
La explosión del 14 de octubre mató a 41 de los 110 mineros que estaban trabajando. Otros 11 resultaron heridos; cinco con quemaduras que cubrían el 65% o más de sus cuerpos. Fue el peor desastre minero en Turquía desde 2014, cuando 301 mineros murieron en un incendio en la mina de carbón Eynez en Soma. Yo conocí a mineros allí y ayudé a difundir la verdad sobre la responsabilidad de los patrones y el gobierno por esas muertes.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo a los reporteros en Amasra: “Somos personas que creemos en el plan del destino. Tales accidentes siempre sucederán”. Les dijo lo mismo a los familiares de los mineros en Soma en 2014. “Los accidentes” son normales, dijo, y “la muerte es el destino de los mineros del carbón”. Pero esto no es el destino. ¡Ningún minero tiene que morir!
Durante días los mineros de Amasra reportaron que habían sentido olor a gas dentro de la mina. Una mujer le dijo a Erdogan que su hermano le había dicho: “Aquí vamos a explotar”. Él describió las fugas de gas semanas antes de la explosión. Fue uno de los que perecieron.
Líderes sindicales locales dijeron que había una negligencia generalizada en la mina y que la fuerza laboral había sido reducido por un 50% desde 2001. Desde el desastre de Soma en 2014, han muerto 673 mineros, 53 en lo que va del 2022. Pero Turquía no es diferente que cualquier otro país capitalista, donde los patrones buscan maximizar la producción y las ganancias con el respaldo total de sus gobiernos.
El sistema capitalista mundial se encuentra en una crisis de producción y comercio cada vez más profunda y de largo plazo, y los trabajadores y agricultores enfrentan mayores posibilidades de un período prolongado de estanflación.
¡Las condiciones peligrosas en industrias por todo el mundo pueden y deben ser cambiadas! ¡La clase obrera tiene el poder para hacerlo!
No importa dónde vivamos, al organizarnos y luchar ganamos experiencia, conciencia de clase y confianza. Además de luchar por el control obrero de la producción, necesitamos formar nuestro propio partido político, basado en nuestros sindicatos, para luchar para reemplazar el gobierno de los patrones con un gobierno de trabajadores y agricultores.
¡Ningún trabajador tiene que morir en el trabajo!