EAST PALESTINE, Ohio — Miembros del Partido Socialista de los Trabajadores visitaron esta ciudad el 13 y 14 de marzo para conversar sobre cómo los trabajadores ferroviarios y otros sindicalistas, agricultores, pequeños comerciantes y jóvenes del área pueden unirse para forzar a los patrones ferroviarios de Norfolk Southern y al gobierno a limpiar los daños causados por el descarrilamiento, incendio y quema de productos químicos tóxicos ocurrido el 3 de febrero.
Alan Shaw, el director ejecutivo de Norfolk Southern, dijo en una audiencia del Senado el 9 de marzo en Washington que “lo siente profundamente” y que la empresa hará todo lo necesario para arreglar las cosas. Muchos residentes con quienes hemos hablado no le creen.
Los patrones ferroviarios, con el respaldo de funcionarios del gobierno, se apresuraron a derramar y quemar el cargamento de cloruro de vinilo tóxico en cinco de los vagones, creando una nube espesa que depositó productos químicos peligrosos en millas a la redonda. Luego, rápidamente volvieron a colocar las vías y corrieron nuevamente trenes por la ciudad. Cada una de sus acciones obedecieron a su afán de lucro.
Las protestas de los trabajadores de la zona obligaron a la empresa a remover las nuevas vías y retirar toneladas de tierra empapada de productos químicos tóxicos que había debajo.
Señalamos que esta victoria es prueba de lo que nuestra clase y sus aliados pueden hacer a favor de nuestros intereses.
Es imprescindible que participen los numerosos sindicatos del área. Comités de voluntarios podrían supervisar los análisis del aire, el agua y el suelo, y exigir específicas pruebas y reparación de daños. Podrían divulgar los resultados y luchar por la creación de clínicas médicas gratuitas permanentes en el área pagadas por Norfolk Southern para evaluar y tratar los efectos del desastre.
Robert Anderson, un mecánico de automóviles que vive cerca del lugar del descarrilamiento, creció en la zona. Su abuelo tiene una granja cerca de ahí. Anderson había hablado previamente con miembros del PST. “Me gustaría ver que todos nos uniéramos. Pero me siento como que no podemos luchar contra una gran empresa”, dijo. “Es cuesta arriba todo el camino”.
Steve Zamboni, un trabajador de trenes de carga, respondió: “Ellos son dueños de los medios de producción, pero nosotros producimos toda la riqueza. Y somos la inmensa mayoría. Tenemos que forjar la solidaridad”.
“Tenemos que unirnos”, dijo Anderson.
“El descarrilamiento ha atraído mucha atención a las condiciones en las que trabajamos, especialmente a los despidos masivos que hicieron las compañías ferroviarias”, agregó Zamboni. “Tenemos una gran oportunidad para buscar y obtener apoyo para nuestras demandas. Los dirigentes sindicales han protestado por las condiciones aquí”.
Cuando los corresponsales obreros del Militante Tony Lane y Malcolm Jarrett pasaron por Sutherin Greenhouse para hablar con la dueña Dianna Elzer y la trabajadora Tish McDevitt, quienes están decididas a reconstruir el área, les contaron que una mujer había venido a ver cómo podía ayudar.
Era la enfermera Terri Graleski, miembro de un club de dueños de Jeeps en East Liverpool, que tienen planeado una “invasión de Jeeps” el 18 de marzo para llevar gente a East Palestine.
“Simplemente pensé que alguien tenía que hacer algo para ayudarlos”, dijo Graleski a WKBN News. “Es una forma de atraer a la gente a su ciudad y que vayan a sus tiendas”. Destacó que todo el mundo está invitado, no solo los miembros del club Jeep. Hay carteles por toda la ciudad anunciando las actividades.
Esta iniciativa muestra el potencial para construir una alianza de lucha de trabajadores, agricultores y otros para tener control de sus vidas.
Candace Wagner es conductora de trenes y miembro de la Hermandad de Maquinistas de Locomotoras y Ferroviarios.