LA HABANA — Unos 100 sindicalistas y miembros de agrupaciones políticas de 11 países de América Latina y Estados Unidos intercambiaron experiencias durante un taller auspiciado por la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y la Federación Sindical Mundial celebrada aquí del 24 al 28 de abril.
Debatieron sobre los desafíos que enfrenta el movimiento sindical ante los ataques de los patrones capitalistas a los salarios y condiciones laborales y cómo aprovechar al máximo las oportunidades para promover la solidaridad con las luchas de trabajadores.
Cuba, donde los trabajadores y agricultores tienen el poder, es el único país donde el gobierno insta a los sindicatos a luchar para mejorar la seguridad y las condiciones y a forjar la solidaridad con las luchas alrededor del mundo.
Durante las sesiones y las conversaciones informales, los participantes compartieron experiencias sobre las consecuencias de los ataques de los patrones a la jornada laboral de ocho horas, las condiciones de seguridad en el trabajo, el pago de horas extras, los salarios y beneficios de varios niveles y la subcontratación endémica del trabajo a contratistas que emplean trabajadores no sindicalizados.
Un sindicalista de Panamá habló sobre los esfuerzos de los sindicatos para detener las medidas del gobierno para aumentar la edad de jubilación y atacar las pensiones del seguro social. Durante las últimas dos décadas, muchos gobiernos de la región han tomado medidas similares y han promovido los fondos privados de jubilación para eliminar la responsabilidad del gobierno, lo que ha traído resultados desastrosos para los trabajadores.
Entre los desafíos comunes señalados por los participantes están las divisiones burocráticas y faccionales que socavan el poder sindical. “A veces hay una huelga a unas cuadras de nuestros centros de trabajo, pero no nos molestamos en pasar a mostrar nuestro apoyo”, dijo el sindicalista panameño en una de las sesiones del taller. “Necesitamos rescatar la práctica de enviar mensajes de solidaridad y hacer una colecta de dinero para ayudar a las luchas de otros”.
Ernesto Freire, director regional para las Américas de la Federación Sindical Mundial, habló con los participantes en un taller el 27 de abril sobre cuestiones de liderazgo que deben abordarse en la construcción de los sindicatos.
Uno de los principales desafíos, explicó, es la tendencia de las diferentes corrientes políticas dentro de la FSM a formar cada una sus propios sindicatos. “Terminan con múltiples sindicatos en las mismas fábricas e industrias”, dijo, “e incluso varias federaciones sindicales en el mismo país. Y no trabajan juntos”.
Luchas sindicales en Estados Unidos
Muchos participantes estuvieron interesados en escuchar sobre la lucha nacional de los trabajadores ferroviarios en Estados Unidos por un contrato el año pasado, la huelga de trabajadores escolares de marzo en Los Angeles y la lucha de los miembros del sindicato Teamsters en la United Parcel Service (UPS) por un contrato que los proteja de las peores condiciones laborales que enfrentan. También tuvieron interés en la lucha de los obreros ferroviarios y del pueblo trabajador en East Palestine, Ohio, tras el descarrilamiento e incineración de materiales tóxicos que provocó una catástrofe social en febrero. Esta lucha ha ganado el apoyo de los sindicatos ferroviarios.
Trabajadores químicos de Brasil que asistieron al taller describieron la lucha de 12 años por compensación para trabajadores que fueron expuestos a químicos utilizados en la fabricación de pesticidas en una planta propiedad de Shell Oil, y la empresa química alemana BASF en Sao Paulo. El agua subterránea fue contaminada, lo que afectó a las comunidades aledañas. De 1974 al 2002, la empresa ocultó los riesgos de la exposición y manipuló los resultados de los exámenes médicos de los trabajadores. Tras una larga lucha, las empresas fueron ordenadas en 2013 a pagar indemnizaciones a 1,068 ex trabajadores y brindarles atención médica de por vida.
Solidaridad con Revolución Cubana
“Vine a brindar solidaridad, compartir experiencias y poner un granito de arena para lograr que se levanten las sanciones” impuestas por Washington contra Cuba, dijo Milton Ayala Castro, presidente de la Federación Nacional de Organizaciones Pesqueras y Anexos de Ecuador. “Nunca pensé que encontraría aquí gente de Estados Unidos con tanta experiencia y cariño por Cuba”, dijo Ayala.
Entre los sindicalistas de Estados Unidos que participaron en el taller se encontraban Michael Vera, miembro del sindicato de marineros del interior de California; miembros de Carolina Amazonians United for Solidarity and Empowerment, que están involucrados en los esfuerzos de sindicalización en Amazon en Carolina del Norte; miembros de Amazon Labor Union en Staten Island, Nueva York, incluido su presidente Chris Smalls; y Bernie Senter de Los Angeles y Joanne Kuniansky de Nueva Jersey, ambos miembros del sindicato de trabajadores de panaderías industriales BCTGM y del Partido Socialista de los Trabajadores. Fueron parte de un grupo organizado por el Comité Manos Fuera de Cuba de Los Angeles, que también incluía a miembros del sindicato de trabajadores del acero USW, la Unión de inquilinos de Los Angeles y otros grupos.
Antes de ser capitán de botes remolcadores en California y miembro de la división marítima del sindicato de estibadores ILWU, Vera trabajó en su juventud en los barcos pesqueros en Alaska y en San Pedro, California. Vera y Ayala, de Ecuador, intercambiaron experiencias sobre las formas en que se exprime a los pequeños pescadores, desde los altos costos de sus operaciones y los bajos precios que reciben por su pesca, hasta la dificultad para pagar los préstamos bancarios necesarios para comprar lanchas y equipo. “Tuvimos que salir a pescar hasta en Navidad para cumplir con nuestras obligaciones contractuales con el banco”, dijo Vera.
Los participantes también aprendieron sobre el papel que juegan los sindicatos cubanos en la defensa de los intereses de los trabajadores a la vez que luchan por fortalecer la revolución socialista cubana.
Un grupo de sindicalistas de Argentina, Brasil, Colombia, Níger y Estados Unidos visitó un almacén y centro de distribución de alimentos en La Habana. El centro es responsable de la distribución de productos básicos, como arroz, frijoles, azúcar, café, pasta y otros productos a precios subsidiados. También abastecen a hospitales, centros infantiles y otras instituciones estatales en el área prácticamente sin costo alguno.
El almacén estaba dos tercios vacío, una señal del efecto del endurecimiento del embargo económico de Washington contra el pueblo cubano, que ha provocado una fuerte escasez de alimentos, combustible y medicamentos. “En años anteriores, el almacén estaba lleno hasta el techo”, dijo Betzaida Castellanos, una dirigente de la CTC que acompañó a la delegación.
En un esfuerzo por reducir el impacto de la escasez en la población, el almacén opera los siete días de la semana para descargar los envíos tan pronto como llegan y prepararlos para una rápida distribución. Gran parte del trabajo lo realizan los trabajadores a mano. “Tenemos que hacerlo así porque los montacargas no están funcionando por falta de repuestos y baterías debido al embargo”, nos dijo Pedro Simón Rodríguez, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Comercio, la Gastronomía y los Servicios de Cuba.
Bernie Senter contribuyó a este artículo.