Si nos guiamos por los medios liberales capitalistas, la economía está al borde de un auge, con caídas de los precios y los temores de una recesión se están desvaneciendo. “Todo está llegando a ser un aterrizaje suave”, dice Paul Krugman, el genio de la economía del New York Times, y “La economía estadounidense ha girado a una desinflación”, dice Reuters.
Estos artículos dan crédito por este milagro al presidente Joseph Biden y a los grandes banqueros que dirigen la Reserva Federal y fijan las tasas de interés. Sin mucha sutileza te están instando a votar por Biden en 2024.
Pero la realidad que enfrenta el pueblo trabajador está muy lejos de lo que dicen estos titulares. Si bien el Índice de Precios al Consumidor en su conjunto —que incluye todo, desde yates y mansiones hasta autos usados y colinabos— bajó en junio a una inflación anual del 3%, casi todo se debe a una fuerte caída en los precios de la gasolina y otras fuentes de energía.
Mientras tanto, los alquileres aumentaron un 8.3% durante el último año. Y los precios de los comestibles siguieron subiendo: los cereales subieron un 16%; jaleas y mermeladas, un 17.5%; mayonesa, 23%; puré de manzana, 22%.
Uno de los más pronunciados fue el del costo de seguro para vehículos, un 17% en junio. El costo de mantener un automóvil aumentó un 12.7% con respecto al año anterior.
Los precios de la atención médica nos están consumiendo. Un estudio de 72 compañías de seguros en el país encontró aumentos de tarifas del 10% en proceso. Y esto se suma al 20% en los últimos cinco años y un enorme 43% en los últimos 10 años. Ni hablar del costo de los hogares de ancianos.
Y si uno quiere celebrar la caída de algunos precios, como la gasolina y los huevos, las bebidas en los bares y restaurantes subieron un 7.9% en junio con respecto al año pasado.
Krugman afirma que la inflación es mucho más baja si solo se toma en cuenta los productos “superbásicos”, que no incluyen el alquiler e hipotecas, autos usados, alimentos y otras necesidades.
Las altas tasas de interés, que ahora rondan alrededor del 7% anual, hacen que sea cada vez más difícil para muchos trabajadores cubrir las deudas de las tarjetas de crédito, los pagos de automóviles y las hipotecas de viviendas. Más adultos jóvenes entre 20 y 30 años de edad viven con sus padres u otros parientes, porque no pueden formar ni mantener una familia.
Personas entre los 30 y 40 años de edad en Estados Unidos acumularon deudas de más de 3.8 mil millones de dólares en el cuarto trimestre del año pasado, un alza del 27% con respecto a fines de 2019.
La administración Biden y sus partidarios afirman que las bajas cifras oficiales de desempleo —3.6 por ciento en junio— son producto de la “Bidenomics”. Pero los salarios reales y el poder adquisitivo de los trabajadores han caído desde que Biden se mudó a la Casa Blanca.
Los patrones están manteniendo a más empleados en las nóminas, pero han estado recortando las horas. En junio, el número de trabajadores a tiempo parcial aumentó en 452 mil, el mayor salto mensual en casi cuatro años. Unos 4.2 millones de trabajadores que querían empleos a tiempo completo han tenido que aceptar un trabajo a tiempo parcial.
Los patrones y los voceros del gobierno dicen que el mayor problema con la inflación es que impulsa a los trabajadores a luchar por aumentos salariales, lo que supuestamente lleva a una “espiral de salarios y precios”. Esto simplemente no es cierto. Cuando los trabajadores se organizan y usan los sindicatos para luchar y ganar salarios más altos, eso solo significa una reducción en las ganancias. Las ganancias son lo que los patrones sacan de los frutos de nuestro trabajo.
Actualmente los salarios reales son un 3.2% más bajos que en diciembre de 2020. Esto ha provocado una serie de huelgas —de los trabajadores eléctricos afiliados al sindicato UEW en Wabtec en Pensilvania, de miembros del sindicato de panaderías BCTGM en International Flavors and Fragrances en Tennessee, y otros— por aumentos salariales para compensar por reducciones pasadas y mantenerse al día con la inflación, así como mejores condiciones y horarios.
El contrato de los miembros del sindicato automotriz UAW con las tres grandes empresas automotrices vence en septiembre.
La producción industrial cayó un 0.5% por segundo mes consecutivo en junio, dijo MarketWatch el 18 de julio. La utilización de la capacidad disminuyó al 78.9%, casi un 2% menos que en septiembre pasado. Los vehículos y repuestos cayeron un 3% el mes pasado y la actividad en empresas energéticas cayó un 2.6%. En los últimos dos meses la producción minera disminuyó un 1.6%.