Bunker King estudia en la universidad Santa Monica College y es director del Corsair, el periódico estudiantil. Entrevistó a Rachele Fruit, candidata del PST para presidente de Estados Unidos, después de su presentación el 30 de marzo en Los Angeles. A continuación publicamos parte del intercambio.
CORSAIR: ¿Cómo fue que el PST la eligió para ser su candidata presidencial?
RACHELE FRUIT: Yo era la candidata del PST al Senado de Estados Unidos por Florida. Respondimos inmediatamente al pogromo del 7 de octubre uniéndonos a una protesta de miles de personas en Miami, explicando lo que estaba en juego para la clase trabajadora.
Explicamos la larga continuidad comunista de nuestro partido en la lucha contra el odio a los judíos, remontándonos a Lenin y la Revolución Rusa. Explicamos que el establecimiento de Israel se hizo inevitable cuando los países del imperialismo “democrático” cerraron sus puertas a las víctimas del Holocausto, y los gobernantes estalinistas de la Unión Soviética impidieron que los trabajadores de Alemania se unieran para derrotar a Hitler.
Dijimos que Israel tiene que existir como refugio para los judíos que enfrentan amenazas y persecución en todas partes del mundo. Y dijimos que aquellos “socialistas” que apoyan a Hamás terminarán siendo aliados de futuras fuerzas fascistas.
CORSAIR: ¿Por qué debería la gente votar por un candidato de un tercer partido?
FRUIT: El Partido Socialista de los Trabajadores es un partido de la clase trabajadora, no un “tercer” partido. Hoy, todos los llamados terceros partidos apoyan el capitalismo. Hacen campaña para convencer a los trabajadores de que sigan apoyando el sistema de explotación bajo el que vivimos. Nosotros explicamos la necesidad de un partido obrero basado en los sindicatos que pueda organizar a todo el pueblo trabajador para avanzar nuestros intereses. Aquellos que estén de acuerdo deberían endorsar nuestra campaña e involucrarse en ella.
CORSAIR: Usted dijo en su charla que toda la izquierda apoya sin pudor a Hamás. Creo que es muy valiente decir eso. ¿Tiene miedo de que estos grupos la acusen de romper la unidad de la izquierda?
FRUIT: No tenemos ninguna unidad con la izquierda. Son un ala de la política capitalista. Nosotros representamos los intereses de la clase trabajadora. Ellos apoyan borrar a Israel de la faz de la tierra, y con eso a todo el pueblo judío. Y no apoyan la discusión y el debate abiertos. Están a favor de silenciar cualquier voz con la que no estén de acuerdo, por la fuerza si es necesario.
CORSAIR: Cada vez que me encuentro con su partido en una manifestación, como lo hice en aquella en defensa de Ucrania, todos ustedes tienen muchísimos libros. Otros partidos no tienen libros como esos.
FRUIT: Estos libros contienen nuestra historia, la historia de la clase trabajadora, de la que debemos aprender para seguir adelante. Nadie más tiene interés en que aprendamos la historia de nuestra clase.
CORSAIR: Usted dijo que los trabajadores, a quienes Hillary Clinton llamó “deplorables” (los que a menudo he visto ser descritos como enfurecidos y desilusionados) son de hecho los aliados potenciales de la clase trabajadora y están entre las personas a las que el PST intenta llegar.
FRUIT: Los llamados deplorables son la clase trabajadora, la fuerza que luchará y eventualmente terminará con la guerra, la opresión, la explotación y el odio a los judíos haciendo una revolución socialista.
Después de que Clinton menospreciara a los trabajadores de Virginia del Oeste, en febrero de 2018 estalló allí una de las batallas obreras más importantes en Estados Unidos en décadas: maestros y otros trabajadores escolares se declararon en huelga en todo el estado, ganando el apoyo de estudiantes, padres, iglesias y otros sindicatos. La mayoría eran mujeres, muchas de ellas de familias de mineros del carbón por generaciones. Lograron avances para todos los trabajadores estatales. Puede leer sobre esta lucha en el Militante y en nuestro libro, En defensa de la clase trabajadora norteamericana, de Mary-Alice Waters.