MONTREAL — “No hemos visto un enfrentamiento de clases en Canadá de esta escala en décadas”, dijo Philippe Tessier, conductor de ferrocarril de Canadian National (CN) y capitán de piquetes de huelga del sindicato Teamsters, en un foro del Militant Labor Forum aquí el 24 de agosto. En última instancia, “toda lucha de clases es una lucha política”, dijo, algo que quedó especialmente claro dada la decisión del gobierno federal de intervenir en apoyo de los patrones ferroviarios.
El foro fue organizado en solidaridad con los trabajadores ferroviarios de Canadian National y Canadian Pacific Kansas City en su lucha por la seguridad y el derecho a la huelga. El evento tuvo lugar justo después de que la Junta de Relaciones Industriales de Canadá, a petición del gobierno liderado por el Partido Liberal, ordenó a los 10 mil trabajadores ferroviarios de carga del país que retornaran al trabajo e impuso un arbitraje mandatorio.
“Gracias por organizar esta reunión”, dijo Sebastian Santamaria, un conductor de Canadian National, durante el período de discusión. Participaron unas 30 personas, incluidos cuatro trabajadores de CN. “Los patrones ferroviarios sacan miles de millones de dólares en ganancias con nuestro trabajo. Estoy de acuerdo contigo de que los trabajadores necesitamos nuestro propio partido obrero”.
Los otros dos panelistas fueron Naomi Craine, conductora de trenes de carga en Chicago y miembro de SMART-TD, el sindicato ferroviario más grande de Estados Unidos, y candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para el Congreso por Illinois, y Michel Prairie, que habló en nombre de la Liga Comunista.
“Los trabajadores ferroviarios en Estados Unidos tienen problemas de seguridad similares a los trabajadores en Canadá”, dijo Craine. Señaló la muerte reciente de un joven conductor en Chicago que acababa de completar su entrenamiento. “Hace dos años, el presidente Joseph Biden encabezó la mayoría no partidista de demócratas y republicanos para prohibir que los trabajadores ferroviarios salieran en huelga, diciendo que eso dañaría la economía”.
Prairie señaló el ejemplo de los 55 mil trabajadores de escuelas de Ontario que usaron su poder sindical en 2022 para hacer frente a un ataque de los patrones. Se declararon en huelga a pesar de que el gobierno provincial declaró ilegal la acción sindical. Los trabajadores obtuvieron el respaldo de todo el movimiento sindical e hicieron importantes logros. El gobierno Progresista Conservador de Ontario se vio obligado a derogar la ley que prohibía el derecho a la huelga.
Este es un ejemplo importante, dijo.
“Miren el poder de los trabajadores ferroviarios en esta lucha”, dijo Katy LeRougetel, miembro del sindicato de trabajadores de panadería, durante el debate. “A través de nuestras experiencias en las líneas de piquetes comenzamos a desarrollar confianza y conciencia de clase de que necesitamos organizarnos y cambiar la sociedad”.
LeRougetel es la candidata de la Liga Comunista en las elecciones federales parciales del 16 de septiembre en Montreal. Los participantes del foro donaron 223 dólares canadienses (165 dólares norteamericanos) a su campaña.
Los obreros ferroviarios miembros de los Teamsters recibieron un amplio apoyo de la clase trabajadora en Canadá y Estados Unidos.
El primer ministro Justin Trudeau ha defendido la decisión de su gobierno de exigir a la Junta de Relaciones Industriales que imponga un arbitraje mandatorio y que ponga fin a la huelga ferroviaria. En su discurso en una reunión del Sindicato Internacional de Ingenieros Operadores en Winnipeg, el 28 de agosto, Trudeau dijo que la petición de arbitraje mandatorio en las dos empresas ferroviarias se hizo por necesidad y “renuentemente”.
Mientras tanto, los trabajadores siguen buscando formas de luchar.