La guerra económica del gobierno de Estados Unidos contra Cuba “es la causa fundamental de las dificultades de las personas y de la economía” del país, dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez, en una presentación especial a la prensa en La Habana el 12 de septiembre.
Rodríguez detalló los daños y pérdidas materiales causados por el impacto del embargo económico, financiero y comercial y las múltiples sanciones impuestas por los gobernantes norteamericanos contra el pueblo cubano y su revolución socialista. Desde el 1 de marzo de 2023 hasta el 29 de febrero de 2024, las medidas de Washington causaron pérdidas estimadas en más de 5 mil millones de dólares. La cifra representa daños aproximados de más de 421 millones de dólares al mes, más de 13.8 millones de dólares diarios y más de 575,683 dólares por cada hora de bloqueo, explicó.
“Esta es una guerra económica, no en términos retóricos, ni propagandísticos”, explicó. “¡Es una guerra económica!”.
Los hechos descritos por Rodríguez serán presentados en la próxima sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas, los días 29 y 30 de octubre, donde la delegación cubana presentará una resolución para exigir el fin del embargo de Washington.
Durante más de 60 años, Cuba ha sido el blanco de la incesante agresión sin paralelo del gobierno de Estados Unidos. Durante décadas, Washington se ha empeñado en derrocar al gobierno de trabajadores y campesinos que llegó al poder tras una lucha revolucionaria popular que derrocó a la dictadura apoyada por Washington de Fulgencio Batista, el 1 de enero de 1959. Los gobernantes capitalistas norteamericanos temen que decenas de millones de trabajadores alrededor del mundo, que enfrentan las brutales condiciones impuestas por el capitalismo, emulen lo que los trabajadores cubanos y sus dirigentes demostraron que es posible.
El eje central de la campaña de Washington para destruir la revolución socialista —impuesta tanto por las administraciones demócratas como republicanas— incluye extensas medidas que imponen innumerables obstáculos a la capacidad de Cuba de comprar alimentos, medicinas, suministros médicos y equipo de Estados Unidos y otros países.
En 2021, la administración de Donald Trump incluyó a Cuba en la lista de “estados patrocinadores del terrorismo” de Washington, que impone sanciones adicionales que restringen el acceso al financiamiento de bancos e instituciones extranjeras, y hasta de servicios y transacciones generales. La administración de Joseph Biden se ha negado a retirar estas medidas.
Impacto de embargo de Washington
Entre enero de 2021 y febrero de 2024, bancos extranjeros se negaron a procesar unas 1,064 transacciones con bancos e instituciones cubanas, dijo Rodríguez. “Hemos tenido buques entrando a aguas territoriales o surtos en el puerto de alimentos esenciales, que se niegan a descargar hasta que esas transacciones se completen”. Esto a pesar de que el gobierno cubano había colocado los pagos en bancos extranjeros, que no pueden procesar las transacciones debido a que Washington incluyó a Cuba en su llamada lista de países terroristas, dijo.
Todo esto contribuye a la carencia de materias primas para la producción, combustible y piezas para el sistema eléctrico del país, y a la escasez de medicamentos, a pesar de que Cuba cuenta con una industria biomédica y farmacéutica bien desarrollada.
Cuba nunca debió ser incluida en esa infame lista, dijo Rodríguez. Por lo contrario, nuestro país es “víctima del terrorismo de estado de gobiernos de Estados Unidos, víctima hoy de acciones violentas y terroristas que se organizan, financian desde territorio norteamericano con impunidad”.
En el informe, Rodríguez dio ejemplos gráficos de los daños causados por las medidas a la vida cotidiana en Cuba. Las pérdidas que el embargo ocasiona a la economía cubana en 25 días (339 millones de dólares) serían suficientes para cubrir el suministro básico de medicamentos durante un año. Con las pérdidas ocasionadas en 21 horas (12 millones de dólares) se podría comprar el suministro de insulina para todo el país para un año. Quince minutos financiarían el suministro de prótesis auditivas para niños y adolescentes con discapacidades (144 mil dólares).
La falta de divisas para la compra de combustible ha provocado constantes apagones de electricidad y tiene un efecto acumulativo sobre la infraestructura del país. Según informes de prensa, más de 600 mil personas se ven afectadas por interrupciones en el suministro de agua, a menudo causadas por la falta de tuberías y bombas. Incluso el suministro de agua por camiones se ha visto limitado debido a la escasez de combustible y equipos, según funcionarios cubanos.
Claro que las dificultades de la sociedad cubana no se deben exclusivamente al bloqueo, dijo Rodríguez. “Hay errores de gestión en la economía, pero esos errores son involuntarios, nos duelen”. Pero el principal problema es el plan deliberado de los gobernantes norteamericanos de provocar “dolor y daño humanitario en las personas”.
“Nuestro pueblo y nuestro gobierno trabajamos denodadamente juntos para sortear las vicisitudes que provoca el bloqueo”, dijo. En esto, la participación creativa del pueblo, y la decisión de la inmensa mayoría de defender la independencia nacional y el socialismo, juegan un papel fundamental, afirmó el dirigente cubano.
Más datos sobre el impacto de la guerra económica de Washington están disponibles en
https://cubaminrex.cu/sites/default/files/2024-09/InformeB2024en.pdf
El informe ayuda a armar a los opositores del embargo de Washington en Estados Unidos y en otros países para ganar más apoyo para la demanda por el fin inmediato e incondicional de este.