La exitosa lucha para restaurar el derecho al voto a más de un millón de ex presos en Florida se ha extendido a Iowa y Kentucky. Normas constitucionales en esos dos estados impiden el derecho a votar a la mayoría de las personas después de cumplir condenas por felonías, como era el caso en Florida antes de la aprobación de la Enmienda 4 el pasado noviembre.
En estos tres estados solo el gobernador podía restaurar el derecho al voto.
Ahora los condenados por felonías en Florida recuperan automáticamente su derecho a votar una vez que hayan cumplido su sentencia, incluyendo las de libertad condicional y el pago de multas, excepto los condenados por delitos sexuales o asesinato.
“El impulso para cambiar la constitución de Iowa definitivamente está recibiendo atención debido a Florida”, dijo al Militante Michelle Heinz, directora ejecutiva de Inside Out Reentry Community, por teléfono desde Iowa City el 19 de enero. “Nos sentimos alentados y queremos poner las cosas en marcha”. Inside Out ayuda a los ex prisioneros a conseguir trabajo, vivienda y atención médica.
Unas 52 mil personas condenadas por felonías no pueden votar en Iowa. Los negros son los más afectados por las restricciones antidemocráticas pero afecta a trabajadores de todas las razas.
La constitución de Iowa dice que “ningún idiota, o persona demente, o condenada por un crimen infame, tendrá derecho al privilegio de elector” a menos que el gobernador restaure su derecho personalmente.
En 2005, el entonces gobernador Tom Vilsack emitió una orden ejecutiva que restauraba automáticamente esos derechos. Para finales de 2010, unos 115 mil ex prisioneros recuperaron su derecho a votar.
En enero de 2011, el gobernador entrante Terry Branstad revirtió la orden ejecutiva. Cuando dejó el cargo el año pasado, había restablecido el derecho a votar a solo 206 personas.
A diferencia de Florida, la única manera que una enmienda constitucional pueda aparecer en la boleta electoral en Iowa es si la legislatura la aprueba dos años consecutivos. Luego se pone en la boleta para el voto popular.
La recién electa gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, ha dicho que planea presentar un proyecto de ley para empezar el proceso.
“Queremos que la gobernadora emita una orden ejecutiva como lo hizo Vilsack para que las personas puedan recuperar su derecho a votar inmediatamente. Y no queremos que se excluya ningún tipo de condenas por felonías”, dijo Heinz. “Pero la única manera de realmente garantizar estos derechos es cambiando la constitución”.
Doren Walker, de 56 años, quien fue excarcelado en diciembre de 2016 tras haber cumplido más de 10 años por un cargo de felonía, recientemente solicitó su derecho al voto al gobernador.
“Es difícil salir de la cárcel y al principio obtener mi derecho a votar no era una prioridad”, dijo al Militante desde Kalona, Iowa. “He tenido mucha suerte. Conduzco un camión de leche y la comunidad en la que vivo tiene muchos amish y menonitas. Te tratan como eres hoy y no te juzgan por un error en el pasado”.
El proceso de solicitar la restauración del derecho a votar es complicado, dijo Walker. Se debe completar un formulario y pagar 15 dólares para que el Departamento de Investigación Criminal del estado genere un informe. La oficina del gobernador dijo que podría tardar hasta dos años.
La historia de Walker apareció en la portada del Iowa City Press-Citizen. Al día siguiente, se le informó que su solicitud había sido aprobada. “Idealmente, esto traerá concientización para que se cambie la constitución”, dijo.
A casi uno de cada 10 residentes de Kentucky, y uno de cada cuatro africano americanos, se le prohíbe votar debido a condenas por felonías.
El Partido Socialista de los Trabajadores en Kentucky es una de las organizaciones que están trabajando para cambiar la constitución allí. “Mi partido defiende el derecho a votar de todos los trabajadores que han estado tras las rejas. Nuestra campaña hace un llamado a una lucha para anular esta ley”, dijo Amy Husk, candidata del PST para gobernadora de Kentucky, en un comunicado emitido a la prensa el 9 de enero.
“El Partido Socialista de los Trabajadores hace campaña por la solidaridad de clase entre los trabajadores tras las rejas y los que están fuera. Las prisiones y todo el sistema de ‘justicia’ criminal no son para impartir justicia, sino para intimidar y mantener al pueblo trabajador en su lugar”, dijo ella.
“Ganar el derecho al voto para todos los ex presos es parte de la lucha para unificar a la clase trabajadora”, dijo Husk, “para unirnos como iguales en la lucha para derrocar la opresión y la explotación capitalistas”.