La siguiente declaración fue emitida el 8 de abril por Lea Sherman, candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para la asamblea estatal en Nueva Jersey.
La redada de inmigración en Allen, Texas, el 3 de abril, apunta a intimidar a todos los inmigrantes “sin autorización” en Estados Unidos. Las redadas y las deportaciones también buscan crear divisiones entre los trabajadores nacidos en Estados Unidos y los inmigrantes, convirtiendo a los trabajadores sin documentos en chivos expiatorios, presentándolos como criminales, y presumiendo que el gobierno actúa para defender a los trabajadores nacidos aquí.
El verdadero criminal es el sistema capitalista, que en su incesante búsqueda de ganancias, ataca a los trabajadores cualquiera sea el costo en vidas humanas.
Los trabajadores sin documentos aceptados por el gobierno llegan aquí como resultado del funcionamiento normal del imperialismo, la etapa más alta del capitalismo. Los capitalistas norteamericanos explotan los recursos de los países menos desarrollados, distorsionando sus economías, expulsando a los campesinos de sus tierras, forzándolos a migrar a las ciudades. Crea las condiciones para la violencia de las pandillas y apoya a gobiernos antidemocráticos. Ante la ausencia de un movimiento obrero con conciencia de clase que pueda luchar contra la explotación y la opresión en sus países, muchos trabajadores optan por probar su suerte en el norte.
Los patrones en Estados Unidos dependen de la fuente de mano de obra barata de trabajadores inmigrantes para competir contra sus rivales económicos en el mundo. Tratan de abrir y cerrar la inmigración según sube o baja la producción y el comercio capitalistas.
Los patrones necesitan a los inmigrantes, pero prefieren mantenerlos viviendo en las sombras, temerosos de pertenecer a sindicatos o alzar su voz. Y si logran que los nacidos aquí y los inmigrantes se culpen los unos a los otros por las condiciones que enfrentan, y no a la explotación capitalista, mejor aún.
El gobierno trata a los inmigrantes indocumentados como criminales. En la mayoría de los estados les niega licencias de conducir y los amenaza con deportarlos.
Los trabajadores en general saben lo que significa que se les niegue el derecho a conducir. En muchos estados —sin importar el “status” migratorio— los trabajadores pueden perder su licencia si deben impuestos, pagos para la manutención de sus hijos, o tienen deudas de multas o en las cortes. Es un callejón sin salida. No vas a trabajar así que no puedes pagar tus deudas. Y si manejas sin licencia corres el riesgo de más multas, incluso la cárcel. Los inmigrantes corren un riesgo adicional: la deportación.
La lucha por las licencias y los derechos de los inmigrantes es una cuestión clave para todo el movimiento obrero.
Para confrontar los intentos de los patrones de dividirnos, para luchar por aumentos salariales y mejores condiciones laborales los sindicatos deben decir: “¡Alto a las redadas! ¡Amnistía para los 11 millones de trabajadores sin documentos en Estados Unidos!”
El Primero de Mayo —el día internacional del trabajador— únase a las marchas y protestas por estas demandas que tendrán lugar por todo el país.