Los presidentes Donald Trump y Moon Jae-in de Corea del Sur, celebrarán una cumbre en Corea del sur en junio para discutir la “desnuclearización” de la Península de Corea, anunciaron la Casa Blanca y la Casa Azul el 16 de mayo. El periódico surcoreano Hankyoreh dijo en un editorial que espera que la reunión se convierta en “una cumbre trilateral” e incluya al líder norcoreano Kim Jong Un.
Mientras tanto, la Casa Blanca continua aplicando lo que llama “presión máxima” contra Corea del norte, presionando con sanciones económicas para lograr un acuerdo. Washington quiere que Pyongyang abandone su programa de armas nucleares y de misiles de largo alcance.
El marco de sanciones de Washington es bipartidista. El candidato presidencial del Partido Demócrata, Bernie Sanders, dijo a ABC el 4 de mayo que comparte el enfoque del presidente Trump, incluyendo el mantener la presión económica contra el norte.
Pero es el pueblo trabajador de Corea del norte quien está pagando el mayor precio de las sanciones imperialistas. Naciones Unidas dice que el 40 por ciento de los 25 millones de habitantes de Corea del norte necesitan ayuda alimenticia.
Desde la última cumbre entre Kim y Trump, en febrero, que terminó sin un acuerdo, los gobiernos han tenido fuertes intercambios de palabras. En dos ocasiones, la República Popular Democrática de Corea disparó salvas de misiles de corto alcance al mar. La administración de Trump respondió con protestas, pero dijo que los disparos no fueron lo suficientemente significativos como para entorpecer las negociaciones. Un día después del último lanzamiento de misiles por el norte, el secretario de estado Mike Pompeo dijo que Washington está ansioso de “volver a la mesa”. Y el presidente Trump tuiteó: “¡Habrá un acuerdo!”
El gobierno de Estados Unidos ha mantenido la suspensión de sus ejercicios bélicos cerca de la frontera.
Fiscales norteamericanos presentaron una demanda ante un tribunal federal de Nueva York el 7 de mayo para incautar permanente el Wise Honest, el segundo buque de carga más grande de Corea del norte. El buque llevaba una carga de carbón con un valor de 2.9 millones de dólares cuando fue incautado por las autoridades indonesias en abril de 2018. A mediados de mayo de este año fue remolcado a Samoa Americana.
Washington dijo que el barco también había sido utilizado para importar maquinaria pesada al norte, también una violación de las sanciones.
El 14 de mayo, el embajador norcoreano ante la ONU envió una carta al secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, exigiendo el retorno del barco, diciendo que la incautación es una violación de la soberanía norcoreana.
Tanto en 2016 como en 2017, el Consejo de Seguridad aprobó sanciones respaldadas por Washington que prohíben a Corea del norte exportar carbón, así como mineral de hierro, textiles y pescado.
Al final de la segunda guerra imperialista mundial en 1945, las tropas norteamericanas, con el consentimiento del régimen estalinista en Moscú, dividieron la península contra la voluntad del pueblo coreano. Washington instaló a Syngman Rhee como gobernante en el sur. En el norte, los trabajadores se levantaron y establecieron en el poder un gobierno de trabajadores y agricultores, que nacionalizó las fábricas y latifundios capitalistas.
En 1950, tras repetidas masacres de trabajadores y campesinos por el régimen de Rhee estalló la guerra. Las tropas norteamericanas y de sus aliados avanzaron profundamente hacia el norte, buscando conquistar todo el país y estacionar tropas en la frontera con China. El bombardeo masivo y el uso de napalm por Washington arrasaron con casi todos los edificios en el norte y una parte considerable en el sur.
Con la ayuda de voluntarios chinos, fuerzas norcoreanas repelieron a las fuerzas dirigidas por Washington hasta el paralelo 38 y en 1953 cesaron los combates. Fue la primera derrota militar del imperialismo norteamericano.
Hasta el día de hoy, el gobierno de Estados Unidos se niega a firmar un tratado de paz permanente.
“El Partido Socialista de los Trabajadores exige el levantamiento inmediato de todas las sanciones contra Corea del norte”, dijo Joel Britton, candidato del PST para alcalde de San Francisco, el 17 de mayo. “Y luchamos por el fin de toda injerencia del imperialismo norteamericano en los asuntos soberanos del pueblo coreano. Estamos a favor de la eliminación de todas las armas nucleares de cualquier origen en la península de Corea y en el aire y las aguas circundantes, incluido el supuesta paraguas de protección nuclear de Washington sobre Corea del sur y Japón.
“Esto también pondría al pueblo trabajador del norte y del sur en la mejor posición para avanzar hacia la reunificación de su país”, dijo Britton. “¡Corea es una!”