Según las cifras del gobierno, la economía de Estados Unidos ha estado creciendo por más de una década, el repunte más largo en la historia del país, con la bolsa de valores a niveles sin precedentes y la taza oficial de desempleo más baja en 50 años. Pero la mayoría de los trabajadores no ha visto claros beneficios.
Cuatro de cada 10 trabajadores en Estados Unidos enfrentarían una crisis con un gasto de emergencia de 400 dólares, según una encuesta del banco UBS. Un 25 por ciento de los residentes decidió no ir al médico en 2018 porque no podían pagar el costo.
“No paro de oír que esta es una de las mejores economías que hemos tenido y que el desempleo es bajo, especialmente entre los africano americanos, lo cual yo soy”, dijo Sommer Johnson, quien vive en Douglasville, Georgia, al Washington Post. “Miro a mi alrededor y me digo, ‘¿Dónde está este boom?’ Según yo lo veo, esta no luce como la mejor economía nunca vista”.
Los trabajadores en Estados Unidos han enfrentado el estancamiento de salarios durante décadas, y fueron azotados por lo que los expertos capitalistas llaman la “Gran Recesión” de 2008. Al mismo tiempo, han sido afectados por el creciente costo de la vivienda, la salud y la educación.
Después de ajustarlos a la inflación, el ingreso del 50 por ciento de los hogares en Estados Unidos es menor que hace 30 años, informa el Banco de la Reserva Federal. Aunque hay más empleos disponibles, un mayor número de trabajadores ocupa dos o incluso tres empleos para subsistir. Más de la mitad de los empleos pagan menos de 18.58 dólares por hora; más de un tercio pagan menos de 15. Alrededor de 4.3 millones de trabajadores en busca de empleo a tiempo completo tienen que aceptar trabajo a tiempo parcial.
Al mismo tiempo, los patrones están empujando a los que tienen trabajo a trabajar más rápido y jornadas más largas. Por ejemplo, las enfermeras, están trabajando demasiado en detrimento de su propia salud y del cuidado de los pacientes. Según un estudio realizado por Associated Professional Sleep Societies, el 31 por ciento de las enfermeras muestran síntomas de insomnio crónico. Condiciones similares afectan a los trabajadores ferroviarios, quienes dicen que la fatiga es un riesgo permanente.
Otros patrones están utilizando la tecnología para obtener una productividad sobrehumana aumentando el ritmo de trabajo. Robots cargados con anaqueles con mercancía circulan por el almacén de Amazon en Staten Island, Nueva York, que cuenta con 2 500 trabajadores, llevando productos a los trabajadores que los empacan a una velocidad vertiginosa, aumentando la tasa de 100 artículos empacados por hora a entre 300 y 400.
“Tratamos de eliminar cualquier movimiento desperdiciado”, dijo un entrenador de empacadores al New York Times. “Si le agregas un segundo al proceso, eso no parece mucho. Pero si lo haces mil veces al día, comienza a acumularse”.
Explosión de deudas
La deuda familiar en Estados Unidos durante el primer trimestre de este año alcanzó un récord de 13.7 billones de dólares, según el Banco de la Reserva Federal de Nueva York. Un componente en aumento son los préstamos para la compra de automóviles con bajas primas y altas tasas de interés.
El número de personas “gravemente morosas” en los pagos de automóviles subió en 2018 al nivel más alto registrado: 7 millones de personas, un millón por encima del máximo anterior en 2010.
Los granjeros lecheros están enfrentando una presión sin precedentes, ya que los monopolios de semillas y fertilizantes, los procesadores y los bancos han reducido sus ingresos a menos de cero.
La espiral de deudas ha engendrado una nueva categoría de empleo capitalista, “el recuperador”.
Las agencias de cobro de deudas están aumentando sus ganancias a expensas de la miseria de los trabajadores. Las demandas para recolectar deudas aumentaron en un 29 por ciento en Texas el año pasado alcanzando 214 mil casos. En la ciudad de Nueva York, los casos judiciales por deudas aumentaron un 32 por ciento en 2018 y un 61 por ciento en 2017.
Y las leyes permiten que estas sanguijuelas embarguen tu salario —a menudo sin que uno sepa que vienen por ti— y que embraguen cualquier propiedad que uno haya logrado adquirir.
Estas compañías de colección de deudas compran paquetes de deudas, pagando centavos de cada dólar y luego buscan a los deudores con mucho gusto exigiendo el valor nominal de la deuda más los intereses, que pueden haberse acumulado durante más de 20 años.
Un artículo del 5 de julio en el Wall Street Journal titulado “El regreso de los cobradores de deudas” describe cómo la compañía colectora de deuda AM Solutions LLC presentó una demanda contra Adolph y Doris Muir de Filadelfia en 2017 para embargar su casa y recuperar más de 83 mil dólares que según la compañía debían por incumplimiento de un pago de hipoteca de 6 500 dólares en 1983.
Pero, como los Muirs trataron de explicar, ellos habían pagado 4 500 dólares en efectivo por la casa en 1978 y nunca sacaron un préstamo. Pero durante 15 meses, los Muirs sufrieron amenazas de desalojo, mientras los tribunales meditaban sobre el caso. Al final, el tribunal dijo que tenían razón.
Otros no son tan afortunados. Muchos taxistas en Nueva York obtuvieron préstamos para pagar cientos de miles de dólares por los medallones para operar taxis, con la promesa de recibir ingresos de por vida y una jubilación feliz. Pero, hoy en día los medallones casi no tienen valor. Y con el gran aumento de la competencia que se ha disparado con Uber y otros servicios de aplicaciones, a todos los choferes les está resultando difícil sobrevivir. Las deudas han llevado a una ola de suicidios de choferes.