Según el secretario interino del Departamento de Trabajo, Patrick Pizzella, la tasa oficial de desempleo del 3.7 por ciento en julio “demuestra el crecimiento constante y consistente de la economía de Estados Unidos”. Pero para millones de trabajadores que enfrentan bajos salarios, despidos y deudas para sufragar sus gastos básicos, las afirmaciones de que estamos viviendo “buenos tiempos” no suena convincente.
Lowe’s Co., la empresa de almacenes, anunció el 1 de agosto que despedirá a miles de trabajadores. Los patrones planean subcontratar estos trabajos, una medida común que los patrones utilizan para pagar salarios más bajos y menos beneficios.
Para aumentar sus ganancias Lowe’s ya ha cerrado 140 almacenes en el último año.
Ante la negativa de la cúpula sindical de movilizar a los trabajadores y encabezar luchas obreras para resistir la ofensiva patronal en el sector minorista y en otras industrias, los patrones de Lowe’s y de otras empresas pretenden implementar estos ataques sin encontrar ninguna resistencia seria de los trabajadores.
“El ajuste de cuentas en el sector minorista apenas ha comenzado”, decía el título de un artículo en la revista Barron’s el 3 de agosto. Informa que ya se han anunciado 7 500 cierres de tiendas este año, a un ritmo que sentará un nuevo récord. Muchos centros comerciales boyantes han quedado desocupados. El dominio del mercado minorista por Amazon y Walmart, quienes a través de la robotización y la aceleración del trabajo están tratando de desplazarse entre sí, está detrás de gran parte de esta situación.
Las ventas en el sector minorista han sido un componente clave de la llamada recuperación económica, pero se basan en un mayor endeudamiento de millones de trabajadores. La deuda del consumidor, sin contar las hipotecas, ha subido a 4 billones de dólares, una cifra sin precedentes. Esto incluye la deuda estudiantil de 1.5 billones y préstamos para automóviles de 1.3 billones, un aumento del 40 por ciento durante la última década.
El gasto del consumidor representa más de dos tercios del producto interno bruto.
Si bien los costos de automóviles, vivienda y la atención médica han aumentado, en las últimas décadas los salarios se han quedado estancados. Más de un tercio de los trabajadores reciben menos de 15 dólares la hora; y cuatro millones de trabajadores en busca de trabajo a tiempo completo se ven obligados a aceptar trabajo a tiempo parcial, según cifras oficiales.
Las ofertas de empleo en manufactura, minería y la construcción se están reduciendo este año en comparación con 2018, cuando estos trabajos aumentaron al ritmo de 58 mil al mes. Esa cifra ha bajado a 23 mil al mes en lo que va de este año, y a solo 15 mil en julio, informa el Departamento de Trabajo.
Las altas tasas de interés que pagan los trabajadores por las deudas de sus tarjetas de crédito ha sido una bonanza para los bancos. Las deudas pendientes de tarjetas de crédito llegan a 850 mil millones de dólares según la Reserva Federal, una cantidad récord. En el primer trimestre de 2019, los hogares en Estados Unidos debían un promedio de 8 390 dólares en deudas de tarjetas de crédito, un 9 por ciento más que hace cuatro años.
Y cuando llegue la próxima recesión, lo cual dificultará el pago de estas deudas, más trabajadores descubrirán que lo que pensábamos que era “nuestro” en realidad pertenece a las compañías de tarjetas de crédito y otros prestamistas.