Como resultado de una campaña internacional que ha durado varios años por la liberación de los presos políticos de Ucrania y Crimea falsamente acusados y encarcelados en Rusia, el régimen de Vladimir Putin liberó al cineasta Oleg Sentsov (a la izquierda) y a Oleksandr Kolchenko (derecha), y a otros 33 prisioneros, en un intercambio de reos con el gobierno ucraniano, el 7 de septiembre.
Además de 11 prisioneros políticos, el régimen de Putin liberó a 24 marineros ucranianos detenidos tras un ataque naval ruso contra tres barcos ucranianos en el Mar Negro el noviembre pasado.
Sentsov, quien estuvo encarcelado durante más de cinco años, realizó una huelga de hambre de 145 días el año pasado para exigir la libertad de todos los presos políticos ucranianos en el gulag de Putin.
Esta es una victoria contra los regímenes despóticos que practican una “crueldad especial, reservada para quienes a través del poder de la escritura y el arte, pueden impulsar a otros a resistir”, dijo la directora ejecutiva de PEN America, Suzanne Nossel, tras la liberación de Sentsov. Muchas otras organizaciones también respaldaron la lucha por la libertad de Sentsov, incluyendo Amnistía Internacional, el Militante y la Academia Europea de Cine.
Sentsov y Kolchenko fueron falsamente acusados de terrorismo por oponerse a la ocupación de Crimea por Moscú en 2014. El 10 de septiembre después de su liberación ellos participaron en una conferencia de prensa en Kiev. Sentsov dejó claro que continuará luchando por la liberación de decenas de presos políticos ucranianos que siguen encarcelados en Rusia y de ciudadanos rusos que han sido encarcelados por protestar contra el gobierno de Putin. “Son nuestros verdaderos hermanos, y también son prisioneros del Kremlin”, dijo.
Sentsov dijo que había seguido trabajando pese a las condiciones en las cárceles siberianas. “Traje conmigo 22 kilogramos de cartas, libros y cuadernos”, dijo. “Quince cuadernos con guiones terminados, colecciones de historias”.
Dijo que tiene planes de publicar el diario que mantuvo durante su huelga de hambre. Sentsov dijo que también esperaba con gusto “las mejores cosas de la vida —hacer películas y vivir”.