LATHROP, California — Los candidatos del Partido Socialista de los Trabajadores que están haciendo campaña a favor de la plataforma nacional encabezada por Alyson Kennedy para presidente de Estados Unidos y Malcolm Jarrett para vicepresidente, están hablando con trabajadores en grandes ciudades y pueblos pequeños sobre el programa del partido para enfrentar la crisis económica, social y moral causada por el capitalismo.
Dennis Richter, el candidato del partido para el congreso en el distrito 37 en Los Ángeles, y partidarios de la campaña pasaron el día en esta ciudad de 22 mil habitantes a un par de horas al este de Oakland el 15 de febrero.
Cuando Richter habló con la asistente dental Mayra Mejía en su casa, señaló el botón de la campaña de Kennedy y Jarrett que llevaba puesto en su chaqueta, y que incluye el llamado “Por el control obrero de la producción” y “Construir un partido obrero”.
Mejía dijo que era muy consciente de la dificultad que los trabajadores tienen para sobrevivir, pero no está segura de qué es lo que se puede hacer al respecto.
“La clave es lo que nosotros podemos hacer juntos como trabajadores”, dijo Richter. “Un pequeño grupo de multimillonarios gobierna este país. Los trabajadores necesitamos fortalecer nuestros sindicatos, defender nuestros salarios y condiciones de trabajo y construir un partido obrero que pueda avanzar hacia un camino que nos permita quitarle el poder a la clase explotadora”.
Mejía dijo que hay muchas personas sin hogar en la cercana ciudad de Manteca. “Han sido arrojados allí por el gobierno de la ciudad de San Francisco”, dijo. “Eso está realmente mal. ¿No crees?”
“Necesitan trabajos que paguen lo suficiente para tener un hogar y mantener una familia”, dijo Richter.
La plataforma de la campaña del PST del 2020 llama a la solidaridad con los trabajadores que luchan por salarios más altos e insta a una lucha “por un programa de obras públicas financiado por el gobierno federal para dar trabajo a millones con sueldos a escala sindical construyendo carreteras, puentes, hospitales, centros de cuidado infantil, transporte de masas y viviendas asequibles de buena calidad que necesitan los trabajadores”.
“Incluso aquí, lejos de la ciudad, las rentas están aumentando”, dijo Mejía, señalando que la modesta casa de enfrente se alquila por 2 mil dólares al mes.
“El problema de la falta de vivienda entre los trabajadores no se resolverá sin una revolución”, explicó Richter. Con un gobierno de trabajadores y agricultores en el poder, dijo, “podríamos resolver estos problemas rápidamente. Veríamos a las personas sin hogar como parte de nosotros, de la clase trabajadora”.
Richter alentó a Mejía a participar en la brigada de solidaridad internacional del Primero de Mayo a Cuba, donde podría aprender cómo los trabajadores que hicieron una revolución allí han cambiado sus condiciones y a si mismos. Al regresar se uniría con otros para ganar solidaridad para la lucha contra la guerra económica de Washington contra Cuba.
Mejía se suscribió al Militante y compró una copia de El historial antiobrero de los Clinton: Por qué Washington le teme al pueblo trabajador y dijo que quería saber más sobre la brigada. Richter prometió mantenerse en contacto.
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POR GEORGE CHALMERS
GRAND SALINE, Texas —Este corresponsal obrero del Militante se unió a la candidata presidencial del Partido Socialista de los Trabajadores, Alyson Kennedy, para hacer campaña en este pueblo de 3 mil habitantes rodeado de ranchos ganaderos en el este de Texas, el 18 de febrero.
“Los candidatos del Partido Socialista de los Trabajadores hablan en favor de los intereses de la clase trabajadora”, dijo Kennedy a Miguel Martínez, quien trabaja para un veterinario que trata a los animales de las granjas. “Necesitamos levantarnos y luchar por mejores condiciones. Al hacerlo, desarrollamos confianza en nosotros mismos que lleva a la construcción de un movimiento mucho más poderoso. Eso es lo que cambiará nuestras condiciones, no las elecciones”.
Martínez planteó los problemas que enfrentan muchos inmigrantes. Muchos no pueden regresar a visitar sus países de origen, incluso para los funerales de sus padres. El PST exige una amnistía para los 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, dijo Kennedy.
Martínez compró una suscripción al Militante y un botón de la campaña.
“Siempre hemos sido demócratas. Pero voté por Trump porque no me gustaba Hillary Clinton y no podía votar por ella”, dijo a Kennedy la secretaria retirada D. Manes, de 85 años.
Kennedy dijo que “la tarea del presidente, demócrata o republicano, es garantizar que los ricos sigan acumulando ganancias”. Es por eso que los candidatos del PST explican que los trabajadores necesitan su propio partido, un partido obrero que hable en nombre de los intereses de todos los trabajadores.
“Otra razón por la que apoyo a Trump es que me gusta lo que ha hecho al construir el muro”, dijo Manes. “Están culpando a Trump por dejar niños solos pero los padres deberían dejar de traer a sus hijos ilegalmente”.
Kennedy explicó por qué su campaña apoya la lucha por la amnistía para los inmigrantes indocumentados. La clase capitalista en Estados Unidos depende del trabajo de los inmigrantes. Al pagar a los inmigrantes salarios más bajos, reducen los salarios de todos los trabajadores y aumentan las ganancias capitalistas.
Es por eso que la plataforma de la campaña del 2020 dice que la amnistía para todos los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos “es una cuestión de vida o muerte para que los sindicatos unan a los trabajadores y eliminen las divisiones” fomentadas por los patrones.
La siguiente parada de la campaña de Kennedy será en Kentucky y luego se dirigirá a Arizona, donde se unirá a los mineros del cobre en huelga contra Asarco en una concentración de protesta en Phoenix el 24 de febrero.