En medio de las protestas contra la brutalidad policial ocurridas por todo el país y el mundo tras la muerte de George Floyd el 25 de mayo a manos de la policía, las celebraciones de Juneteenth este año tomaron nueva vida. Fueron más grandes y numerosas que en años anteriores y se convirtieron en puntos de partida para impulsar la lucha.
Los actos, marchas y festivales, servicios religiosos y otras actividades conmemoran el 19 de junio de 1865, el día que soldados de la Unión anunciaron a un grupo de esclavos en Galveston, Texas, que eran libres, más de dos años después que entrara en vigor la Proclamación de la Emancipación, que puso fin a la esclavitud en Estados Unidos de una vez por todas.
Juneteenth ha sido un día festivo oficial en Texas desde 1980. Las actividades este año destacaron las demandas por “Justicia para Mike Ramos”, un negro y latino de 42 años de edad muerto por la policía de Austin el 24 de abril.
Policías llegaron al estacionamiento afuera del apartamento de Ramos, mientras se encontraba sentado en el auto con su novia. Los policías apuntando con sus armas les ordenaron que se salieran. Lo que sucedió posteriormente fue grabado en un video por un vecino. Ramos salió con sus brazos en alto. Le ordenaron que avanzara, y Ramos les preguntó, “¿para qué?” Un policía le disparó una bolsa de perdigones, tirándolo de nuevo dentro del auto.
Ramos empezó a conducir. El oficial Christopher Taylor alzó su rifle, mientras los vecinos gritaban, “No disparen, no disparen”. Él abrió fuego impactando a Ramos tres veces, matándolo.
Su nombre fue uno de los 239 de víctimas a manos de la policía inscritos en paraguas amarillos en una manifestación de centenares de personas en Dallas en Juneteenth, en la tercera semana de protestas diarias en la ciudad.
En uno de los actos el jefe de la policía de Dallas U. Renee Hall puso una rodilla en el piso junto a los manifestantes.
“Cuando ves a un jefe de la policía arrodillándose, y todavía emplea a oficiales que se arrodillaron en el cuello de Tony Timpa, es simplemente una actuación artística”, dijo Sara Mokuria, cofundadora de Madres contra la Brutalidad Policial, en la manifestación.
La policía de Dallas mató a Timpa en 2016 después que él llamó al servicio de emergencia 911 para decirles que era esquizofrénico, que no estaba tomando sus medicamentos y que necesitaba ayuda. Ellos llegaron lo tiraron al suelo, lo esposaron, ataron sus piernas, y se presionaron contra su cuerpo, brazos y cuello por casi 14 minutos. Timpa suplicó más de 30 veces, “¡Me van a matar!” antes que dejo de moverse.
Los policías fueron imputados de cargos por un Gran Jurado, pero el fiscal de distrito desestimó. Los hechos del caso fueron hecho públicos solamente este año después que las autoridades municipales perdieron una querella que duró tres años para que divulgaran los videos de las cámaras de los policías.
Cientos de protestas han sido organizadas en pueblos y pequeñas ciudades por todo el país, muchas de ellas en comunidades con mayoría caucásica en áreas rurales.
Estos son los lugares que políticos y medios liberales denigran y que son poblados por trabajadores que Hillary Clinton denominó en 2016 como “deplorables”, racistas, sexistas y xenófobos.
Louise Goodman reportó al Militante desde Oregon que en Prineville, una ciudad de 11 mil personas, casi 400 personas marcharon y protestaron contra la brutalidad policial frente a la corte el 20 de junio. Al otro lado de la calle se formó una protesta mucho más pequeña a favor de la policía local.
En Bend, la ciudad más grande del área, donde viven unos 600 africano americanos entre un total de 100 mil habitantes, ha habido protestas a las que han asistido más de mil personas. Este año fue la primera vez que se celebró Juneteenth ahí. Alrededor de 800 manifestantes se unieron a una marcha para “Retomar Butte”. Marcharon hacia Pilot Butte, el lugar donde el Ku Klux Klan realizo dos incendios de cruces en 1923.