Esta declaración fue emitida el 14 de octubre por Alyson Kennedy, candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para presidente de Estados Unidos.
Los trabajadores tienen que unirse para luchar para protegerse del impacto de la creciente crisis social y económica del capitalismo, y para tener acceso a todos los recursos disponibles para detener los efectos de la pandemia del coronavirus.
Debemos exigir al gobierno que aumente la producción y distribución del paquete de tres medicamentos que recibió el presidente Donald Trump cuando fue hospitalizado y que ayudó a reducir el impacto del virus. Éste debería estar disponible para todos los afectados por el virus, de forma gratuita.
Hasta que se desarrolle y se pruebe una vacuna, serán los trabajadores, especialmente los de edad avanzada, los que estarán más expuestos a la enfermedad.
Los gobernantes estadounidenses han permitido el saldo trágico de las muertes de los residentes de edad avanzada de los hogares de ancianos, al alojarlos en espacios inadecuados, junto con personas con COVID-19, a la vez que reducen el personal con el fin de aumentar sus ganancias. Estas condiciones garantizaron la propagación del virus, y demuestran los verdaderos valores de los capitalistas, para quienes las vidas de los trabajadores que ya no pueden explotar no tienen valor.
El sector de la clase trabajadora que más ha sido golpeado son los que se encuentran atrapados en el criminal sistema de “justicia” y están en la cárcel. El Partido Demócrata y el Republicano y sus candidatos, están comprometidos a defender la lucrativa industria de la salud de Estados Unidos, incluyendo sus hospitales, monopolios farmacéuticos y gigantes compañías de seguros cuyas decisiones se basan en maximizar sus ganancias. Millones de personas son abandonados sin ninguna cobertura médica.
El acceso a la atención médica no debe estar basado en la capacidad de pagar de cada trabajador. La atención médica debe ser considerada un derecho humano. Los trabajadores y nuestros sindicatos deben luchar por una solución social, por una atención médica desde la cuna hasta la tumba para todos. La campaña del PST comienza con lo que el pueblo trabajador necesita, no con lo que los patrones dicen que es “posible” bajo su sistema capitalista.
Un ejemplo inspirador que deben emular los trabajadores aquí y en todo el mundo es la forma en que la Revolución Cubana —a pesar de la guerra económica de Washington contra el pueblo cubano— se organiza para asegurar que su población reciba atención médica. Todos los recursos del país están organizados para alcanzar a todos los cubanos por igual, sin costo alguno. Como dicen ellos, “nadie es abandonado”.
Y ofrecen sus servicios médicos a cualquier país que los solicite, un ejemplo de internacionalismo desinteresado.
Más trabajadores están encontrando formas de hacer frente a los ataques contra nuestros empleos, salarios y condiciones de trabajo, organizando huelgas y protestas frente al insaciable empuje de los patrones para hacernos pagar por la crisis actual. Estas batallas —como las huelgas en los supermercados Dominion de Newfoundland, en NLMK Steel en Pensilvania, las de trabajadores de hospitales en el norte de California— merecen amplia solidaridad.
Los trabajadores deben unirse en torno a un programa de acción que pueda satisfacer nuestras necesidades en todos los niveles, incluso para detener el debilitante impacto del creciente desempleo. La campaña del PST explica que los trabajadores necesitamos utilizar nuestros sindicatos para luchar por una semana laboral más corta sin recortes salariales, para distribuir el trabajo disponible y evitar despidos.
Necesitamos luchar por un programa de obras públicas financiado por el gobierno para proporcionar trabajos a los desempleados con salario a nivel sindical, para construir las cosas que necesitamos: hospitales, viviendas, escuelas y más.
Para combatir la creciente inflación que nos golpea cada vez que vamos al mercado, necesitamos cláusulas de escalas automáticas en todos los contratos sindicales y programas como el Seguro Social para garantizar que nuestros salarios suban a la par con cualquier aumento de los precios.
Para impulsar este curso de lucha, los trabajadores necesitan su propio partido político, un partido obrero, que podamos utilizar para luchar contra los ataques de los capitalistas y su gobierno contra todos los explotados y oprimidos por el funcionamiento de su sistema.
El punto de partida del Partido Socialista de los Trabajadores es la capacidad de los trabajadores de luchar juntos para cambiar estas condiciones. Al hacerlo, podemos construir un movimiento de millones de personas con confianza en sí mismos y con conciencia de clase para poner fin al dominio capitalista y reemplazarlo con un gobierno de trabajadores y agricultores.
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