NUEVA YORK — El año pasado “fue singularmente difícil y complejo para nuestro país”, dijo el embajador Pedro Luis Pedroso, representante permanente de Cuba ante Naciones Unidas, en una celebración el 9 de enero del 62 aniversario de la Revolución Cubana en esta ciudad. Además de enfrentar los efectos devastadores de la pandemia global, la administración del presidente Donald Trump usó todo lo que pudo para tratar de “quebrar nuestra resistencia y obligarnos a realizar concesiones”.
“Pero una vez más se equivocaron los señores imperialistas”, dijo Pedroso. “No solo no pudieron sofocar nuestra resistencia patriótica y revolucionaria, sino que como hijos de un pueblo que se agiganta con los desafíos, podemos exhibir logros y lecciones que hacen más robusta la revolución”.
Citando al presidente cubano Miguel Díaz-Canel, agregó: “Ellos insistieron en matarnos, pero nosotros insistimos en vivir y vencer. El pueblo cubano saltó por encima de sus propias posibilidades”.
Más de treinta personas participaron en el evento, que fue auspiciado por las ramas de Nueva York y de Nueva Jersey del Partido Socialista de los Trabajadores. También participaron miembros de la coalición local Cuba Sí.
Rodeados de exhibiciones de fotografías tomadas del libro de la editorial Pathfinder Zona Roja: Cuba y la batalla contra el ébola en África Occidental por Enrique Ubieta, que describe la contribución decisiva de los médicos internacionalistas cubanos para detener la enfermedad mortal, los participantes disfrutaron de una variedad de platos. Ubieta es el director de Cuba Socialista, la revista teórica del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Libreros con tomos sobre la historia de la clase trabajadora y escritos de dirigentes del PST, revolucionarios cubanos y otros luchadores revolucionarios alineaban las paredes de la sala.
“Realmente aprecio que gente en Estados Unidos esté celebrando la Revolución Cubana”, dijo al Militante Tarik Haskins, miembro de la coalición Cuba Sí de Nueva York-Nueva Jersey y ex Pantera Negra y preso político por 17 años. “Es significativo para mí que los cubanos contribuyeron a la liberación de toda la región del sur de África, con un papel decisivo en la batalla de Cuito Cuanavale que fue clave para la libertad de Angola”.
Apoyo a Cuba en EE.UU.
Pedroso destacó la larga e ininterrumpida historia de apoyo del PST a la lucha “para construir una Cuba independiente, soberana y socialista”.
“Aún en las circunstancias más difíciles”, dijo, “ustedes han estado resuelta y decididamente respaldando nuestro clamor por el fin del injusto y criminal bloqueo económico, comercial y financiero, que 12 administraciones de los Estados Unidos han mantenido contra nuestro país, con el fin de doblegar a la revolución y a nuestro pueblo”.
“Ni siquiera la pandemia de la COVID-19 pudo impedir la inmensa solidaridad de ustedes con Cuba”, dijo Pedroso.
El embajador destacó tres de las actividades públicas organizadas en Nueva York desde que comenzó la pandemia: el lanzamiento de la edición de Pathfinder de Zona Roja en un evento muy concurrido en el People’s Forum (Foro del Pueblo) a principios de marzo; una protesta el 26 de julio en Union Square celebrando el aniversario del ataque por revolucionarios cubanos contra el cuartel Moncada en Santiago de Cuba y el cuartel Carlos Manuel de Céspedes en la ciudad de Bayamo en 1953, acción considerada como el inicio de la Revolución Cubana; y una caravana de automóviles el 17 de diciembre para exigir el fin de la guerra económica de Washington contra Cuba.
También agradeció al periódico El Militante por su “importante contribución” al decir la verdad sobre la Revolución Cubana durante las últimas seis décadas.
Pedroso señaló que el pueblo cubano seguirá enfrentando desafíos durante el próximo año. “Hace tiempo aprendimos que para quienes no hacen concesiones no hay circunstancias fáciles”.
“A la par de continuar enfrentando las consecuencias de un bloqueo criminal, Cuba deberá consolidar el proceso de ordenamiento económico, retomar el crecimiento y desarrollo de la economía y controlar definitivamente la incidencia de la COVID-19 en nuestro país”, dijo. “Con la fe permanente en la victoria que nos legara Fidel, estamos convencidos que nuestro pueblo navegará seguro y vencerá los nuevos desafíos”.
El embajador reiteró la voluntad de su país de construir una “relación respetuosa y perdurable” con Estados Unidos, pero “no aceptaremos jamás concesiones en nuestros principios ni condicionamientos de ningún tipo”, dijo. “No negociaremos jamás la revolución, el socialismo ni nuestra soberanía”.
Una revolución socialista
Pedroso fue presentado por Mary-Alice Waters, miembro del Comité Nacional del PST, y editora de la colección de la editorial Pathfinder de más de 30 libros sobre la Revolución Cubana.
“Fue ayer hace 62 años que la Caravana de la Libertad dirigida por Fidel Castro entró en La Habana después de un recorrido de una semana por toda Cuba”, dijo Waters. En cada ciudad y en cada pueblo, la población salió a las calles para recibir a Fidel y a los “Hombres del Moncada”.
“La insurrección popular revolucionaria había triunfado, abriendo la puerta al primer territorio libre, la primera revolución socialista en el continente americano”.
“El mejor homenaje al liderazgo de Fidel y a las capacidades de los trabajadores de Cuba” es ese hecho: 62 años y contando, dijo, “y la Revolución Cubana sigue en pie”.
Waters señaló el internacionalismo de la revolución, especialmente los cientos de miles de cubanos, incluido el embajador Pedroso, que entre 1975 y 1991 ayudaron a derrotar la invasión de Angola por parte del ejército sudafricano respaldado por Washington, lo que llevó a la independencia de Namibia, la liberación de Nelson Mandela y el fin del régimen del apartheid.
Los medios burgueses, tantos los de masas como los sociales, se refieren a los eventos del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos como una “insurrección”, dijo Waters. “Aúllan de miedo, no de Trump o de un puñado de paramilitares fuera de forma, creyentes de teorías de conspiraciones, sino de las decenas de millones de ‘deplorables’, el pueblo trabajador, que se negaron a votar por Joseph Biden y Kamala Harris.
“Se rehusaron a votar por ellos porque los conocen y saben lo que significará para la clase trabajadora una administración Biden-Harris. Esa lección la aprendieron de la amarga vida de experiencia bajo los Clinton, Bush y Obama”.
La Revolución Cubana fue algo real, dijo Waters, “una insurrección revolucionaria genuinamente popular”. Cuando el régimen de Batista se derrumbó ante el levantamiento revolucionario de millones dirigidos por el Ejército Rebelde y el Movimiento 26 de Julio en 1959, “los trabajadores y agricultores de Cuba comenzaron a rehacer su sociedad. Por primera vez desde los primeros años de la Revolución de Octubre de 1917 en Rusia, comenzaron a mostrar al mundo lo que realmente significa el socialismo y el comunismo”.
“La Revolución Cubana es también nuestra revolución”, dijo Waters. “Junto con la lucha revolucionaria de las masas proletarias negras que derribó la segregación racial de Jim Crow y cambió para siempre las relaciones sociales en Estados Unidos, mostró a las nuevas generaciones de trabajadores y jóvenes las fuerzas de clase capaces de hacer una revolución socialista aquí en Estados Unidos”.
‘Un buen año’
Dave Prince, representante de la campaña del PST en Nueva Jersey y miembro del Comité Nacional del partido, también habló.
“En 2020, a medida que se desarrollaban las brutales realidades de la crisis capitalista, el PST y su fórmula nacional de candidatos a la presidencia, el Congreso y otros cargos respondieron audazmente para explicar que la clase trabajadora es la única clase que puede poner fin a las crisis de la época imperialista, incluidas sus guerras, racismo y explotación”, dijo Prince. “La clase trabajadora tiene que tomar el poder en luchas que nos transformen y usar el poder de un gobierno de trabajadores y agricultores para reconstruir la sociedad sobre la base de la solidaridad y cooperación con los trabajadores del mundo”. Esto es lo que nos ha mostrado el ejemplo de los trabajadores de Cuba.
“2020 no fue un mal año para el Partido Socialista de los Trabajadores, fue un buen año”, dijo Prince. “Estuvimos con nuestra clase, fuimos a trabajar todos los días junto a millones de nuestros compañeros de trabajo, de repente considerados ‘esenciales’ por los gobernantes propietarios”.
Prince explicó cómo los miembros del PST hablaron con miles de trabajadores y agricultores en las puertas de sus casas en ciudades, pueblos y áreas rurales de todo el país, cómo se unieron a las líneas de piquetes de huelga y las protestas sociales. Prince dijo que el partido espera un 2021 aún mejor y presentó a Joanne Kuniansky, la candidata del PST para gobernadora de Nueva Jersey en 2021, y a Candace Wagner, una trabajadora ferroviaria (que no pudo estar allí porque estaba trabajando), como la candidata del partido para vicegobernador.
Invitó a todos los interesados a unirse para ayudar a poner al PST en la boleta electoral en al menos nueve estados.
Róger Calero, quien presidió el programa, anunció las actividades programadas por la coalición Cuba Sí en defensa de la Revolución Cubana, comenzando con una caravana de autos el 31 de enero.
Se recaudaron más de 1,700 dólares para el trabajo de las ramas del Partido Socialista de los Trabajadores en Nueva York y Nueva Jersey. Los participantes finalizaron el programa con un brindis a la Revolución Cubana con sidra de manzana.