Los miembros del Partido Socialista de los Trabajadores y otros lectores del Militante no están esperando al inicio de la campaña internacional que arranca el 1 de enero para contactar a los lectores para que renueven sus suscripciones al periódico obrero.
Un equipo en la ciudad de Nueva York fue a un barrio de Brooklyn el 12 de diciembre para visitar a tres suscriptores. También tenían planes de ir de puerta en puerta para presentarle a otros trabajadores del barrio el Militante, libros de dirigentes revolucionarios y el programa del Partido Socialista de los Trabajadores.
No pasaron de la primera puerta. “Hamin Sialana, un marinero mercante jubilado, originario de las Islas Maluku, que había enviado recientemente una contribución al Fondo del Militante para presos, nos invitó a tomar té”, informó Sarah Katz. “Hablamos por más de una hora”.
“Nos dijo que se fue a Indonesia cuando era joven y estuvo allí en 1965 cuando los generales del ejército llevaron a cabo un golpe de estado, masacrando a cientos de miles de trabajadores, estudiantes y miembros del Partido Comunista”, dijo Katz. “Posteriormente Sialana fue un marinero mercante y partidario del sindicato de marineros”.
Renovó su suscripción al Militante y compró un ejemplar de Rebelión Teamster de Farrell Dobbs, que narra la historia de cómo los miembros del sindicato Teamsters en el Medio Oeste lo transformaron en un sindicato combativo que sindicalizó a cientos de miles de trabajadores en los años 30. “Cuando tengo un poco de dinero extra, me gusta enviar una contribución para ayudarles en su trabajo”, dijo Sialana.
“Hasta que leí el Militante, sabía muy poco sobre la Revolución Cubana”, dijo Brendan Rains a este corresponsal obrero cuando lo llamé a principios de la semana. “No tenía idea que Cuba estaba enviando médicos a todo el mundo para ayudar en la lucha contra la pandemia de COVID-19”.
Rains, estudiante de la Universidad de Nueva York, compró una suscripción durante una marcha el 2 de octubre en defensa del derecho de la mujer a elegir el aborto. Cuando nos reunimos para tomar un café el 14 de diciembre, me dijo que en la escuela secundaria católica a la que asistía en Michigan, “nos hacían ir a manifestaciones por el derecho a la vida, pero siempre tuve curiosidad sobre el otro lado del debate”.
Había estado planeando visitar la huelga de hambre que estaban haciendo frente al ayuntamiento los taxistas de Yellow Cab para exigir ayuda con la deuda adquirida cuando los embaucaron en la compra de medallones emitidos por la alcaldía que perdieron su valor abruptamente. “Pero luego vi en el Militante que la huelga de hambre había terminado, pensé que me lo había perdido”, dijo Rains. “Pero fui hacia allá y pude estar en la celebración de su victoria”.
El estudiante de fotografía no es fanático de los crecientes ataques a los derechos de la libertad de expresión en las universidades. “A veces hay que tener mucho cuidado con lo que dices por la forma en que reaccionan algunas personas”, agregó. “Es una locura”.
“Necesitamos más debate, más discusión”, le dije. “El intento de silenciar a los puntos de vista opuestos en nombre de la ‘política correcta’ es peligroso para la clase trabajadora. Las opiniones antiobreras, vengan de donde vengan, siempre están presentes bajo el capitalismo. Hay que confrontarlas a través del debate”.
Rains renovó su suscripción y compró dos libros del secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores, Jack Barnes: Cuba y la revolución norteamericana que viene y ¿Son ricos porque son inteligentes? Clase, privilegio y aprendizaje en el capitalismo.
“He leído que otros suscriptores han comprado ¿Son ricos porque son inteligentes?” dijo Rain. “Tengo muchas ganas de leer ese libro”.
En el libro, Barnes desarticula las justificaciones interesadas de una capa de profesionales bien remunerados que dicen que su educación y “brillantez” les da el derecho a “controlar” las vidas de los trabajadores cuyas capacidades y valor ellos pasan por alto completamente.
Los miembros del PST en la ciudad de Nueva York están haciendo planes para contactar a más suscriptores para reunirse con ellos para conversar; participar con nosotros yendo a las líneas de piquetes de huelgas para brindar solidaridad; asistir a los programas semanales del Militant Labor Forum; y para que renueven su suscripción y adquieran libros sobre la política obrera. Este trabajo tiene como objetivo ayudar a los lectores a ver el Militante como su periódico, animarlos a que se lo muestren a otros y aprender más sobre la construcción del movimiento obrero.
¿Quiere ayudar a presentar a amigos, compañeros de trabajo, vecinos y parientes al Militante y al Partido Socialista de los Trabajadores? Vea el directorio en la página 8 para contactar a la rama del partido más cercana o escriba al Militante a themilitant@mac.com.