Intentando revertir el vergonzoso revés en su esfuerzo por aplastar a la Ucrania independiente, el presidente ruso, Vladimir Putin, lanzó una ofensiva el 18 de abril en la parte este del país más cercana a Rusia, combinando la campaña en Donetsk y Luhansk con continuos bombardeos en las principales ciudades de Ucrania, desde Járkiv a Kyiv y Lviv a Dnipro.
El pueblo trabajador ucraniano ha montado casi dos meses de una tenaz defensa de su soberanía obligando a las unidades rusas a retirarse de toda la región alrededor de la capital, Kyiv, así como de Chernihiv, Sumy y Járkiv. La retirada de Moscú ha revelado un rastro de civiles muertos y destrucción masiva.
Tropas y tanques rusos están siendo lanzados contra las defensas ucranianas en un intento por conquistar el territorio adyacente a las partes de Donetsk y Lugansk que los separatistas respaldados por Moscú reforzados por agentes rusos tomaron en 2014. Mientras que Putin afirma que los habitantes de esa zona son todos rusos, planea un ataque masivo contra ellos.
Si bien las fuerzas armadas rusas cuentan con mucho más poderío aéreo y equipo pesado, sus tropas están debilitadas por las pérdidas anteriores y problemas de moral. Se enfrentan a la resistencia decidida de 40 mil soldados y voluntarios ucranianos experimentados en el combate desde el conflicto de 2014 y el actual.
Putin mostró el tipo de masacre que planea infligir con su nombramiento de un nuevo general en su guerra contra Ucrania, Aleksander Dvornikov. Conocido como el “Carnicero de Alepo”, Dvornikov estuvo a cargo de la intervención de Moscú para respaldar al desmoronado régimen dictatorial sirio de Bashar al-Assad.
Dvornikov también dirigió el sangriento asedio de Grozny cuando los chechenos se levantaron para luchar por su independencia de Rusia en el año 2000. Más recientemente, estuvo a cargo de la ocupación de Crimea por parte de Moscú y sus implacables ataques contra el pueblo oprimido tártaro de la región.
En avances recientes, Kyiv dice que más de 900 ciudades y pueblos ucranianos han sido liberados de la ocupación rusa. Los contraataques hicieron retroceder a las unidades rusas alrededor de Járkiv y en el sur, cerca de Jérson, la única ciudad importante tomada por las fuerzas rusas hasta el momento.
“El Partido Socialista de los Trabajadores saluda la valiente resistencia de los ucranianos, con armas en mano, y las protestas que los trabajadores ucranianos han organizado en las áreas ocupadas para defender la soberanía nacional y la independencia de Ucrania”, dijo Joe Swanson, candidato del Partido Socialista de los Trabajadores al Congreso de Estados Unidos de Nebraska, el 19 de abril. “También saludamos las protestas de vanguardia en Rusia contra la invasión de Ucrania por parte de Putin, a pesar de la creciente represión allí.
“Los gobiernos de Washington y Europa lloran lágrimas de cocodrilo por el pueblo ucraniano, mientras que su verdadero objetivo es defender los mercados y los intereses depredadores de los capitalistas a quienes sirven”, dijo. “Las sanciones de largo alcance impuestas por los gobernantes norteamericanos y sus aliados, cualquiera que sea su supuesto ‘objetivo’, de hecho tienen más impacto sobre el pueblo trabajador en Rusia. Hacen más difícil para los trabajadores y agricultores ucranianos forjar vínculos de solidaridad con los trabajadores de Rusia, la única clase que puede montar presión contra Moscú para que retroceda”.
Miles de defensores ucranianos sitiados en el puerto estratégico de Mariúpol ignoraron el último ultimátum de Moscú para rendirse el 19 de abril. Su resistencia continúa obstruyendo el objetivo de Putin de tomar la ciudad, creando un “puente terrestre” hacia la ocupada península de Crimea.
El devastador asedio de Mariúpol desmiente una de las justificaciones de Putin para su invasión: proteger a los ruso parlantes en Ucrania del “genocidio” a manos del gobierno “fascista” de Kyiv. Al menos 21 mil civiles, en su mayoría de habla rusa, han muerto por el asedio de Moscú.
El hundimiento del buque de guerra ruso Moskva, el buque insignia de la flota rusa del mar Negro el 14 de abril, ha provocado en Rusia la ira y la preocupación de los familiares de los marineros desaparecidos o heridos. Kyiv dijo que sus cohetes habían alcanzado el crucero de misiles, con una tripulación de más de 500. Moscú afirmó que el incendio fue un accidente y que el barco se hundió por el mal tiempo.
Irina Shkrebets, que buscaba en un hospital de Crimea a su hijo Yegor, uno de los marineros, vio allí al menos a 200 marineros gravemente quemados. “¿Dónde está el resto de ellos?” preguntó en el noticiero ruso The Insider. Su esposo, Dmitry, publicó en el sitio en línea VKontake que Moscú había dicho que “toda la tripulación había sido evacuada. ¡Es mentira! ¡Una mentira descarada y cínica!”
A pesar de la represión de Putin, la oposición a la guerra continúa hirviendo. El signo más visible de disidencia en San Petersburgo ha sido la difusión de cintas verdes, símbolos de oposición a la invasión, atadas a faroles, cercas, estatuas y edificios.
Un hombre fue detenido fuera del Kremlin por mostrar una copia de la novela Guerra y paz de León Tolstoi.