Washington toma medidas para exprimir más a Revolución Cubana

Por Seth Galinsky
7 de octubre de 2019

“Cuba no cederá a calumnias ni al chantaje”, del gobierno de Estados Unidos, dijo el ministro de relaciones exteriores cubano, Bruno Rodríguez, el 20 de septiembre en una conferencia de prensa en La Habana en respuesta a las últimas medidas de Washington destinadas a bloquear el suministro de petróleo y otros productos a Cuba.

Los funcionarios del gobierno de Estados Unidos que piensan que apretarle los tornillos a Cuba forzará un cambio en la política principista de la Revolución Cubana están equivocados, dijo Rodríguez.

“No arrancarán ninguna concesión a nuestro pueblo, ninguna concesión política a nuestro gobierno”, dijo Rodríguez. “Esta política contra nuestro gobierno ha fracasado durante seis décadas y seguirá fracasando”.

El canciller denunció la campaña de Washington para presionar a los proveedores y transportistas de combustible en Sudamérica, Europa y África del Norte para que no entreguen petróleo, lo que marca una escalada de su embargo económico contra la isla.

En medio de esta última ronda de medidas contra Cuba, el Departamento de Estado anunció el 19 de septiembre que había ordenado la expulsión de dos diplomáticos de la Misión de Cuba ante Naciones Unidas por supuestamente realizar “operaciones para influenciar”.

Cuando un periodista le preguntó acerca de las expulsiones, la funcionaria del departamento de estado Carrie Filipetti se negó a “entrar en detalles sobre lo que eso significa exactamente”, pero agregó la calumnia adicional de que el “régimen cubano viola la soberanía de todo país en el que opera”.

El Departamento de Estado también anunció que ya no se le permitirá al personal cubano de la ONU viajar fuera de la isla de Manhattan.

La misión cubana calificó los cargos de “calumnia vulgar”. Una declaración del 19 de septiembre señaló que cuando los funcionarios norteamericanos plantearon las acusaciones por primera vez, le dieron a Cuba 48 horas para responder. La misión cubana respondió, pero los funcionarios de Washington, “en flagrante violación de principios básicos del protocolo diplomático” rechazaron la respuesta cubana en un tuit. Las restricciones de viaje también violan los acuerdos de la ONU.

Tiempos más difíciles en Cuba

El 9 de octubre, entra en vigor la ordén, previamente anunciada, de limitar a mil dólares el dinero que los cubano americanos pueden enviar a sus familiares en Cuba cada tres meses. Washington también está restableciendo la prohibición de enviar dinero a no familiares a menos que se use para apoyar una empresa comercial capitalista en Cuba. En abril, el gobierno de Donald Trump anunció que restablecería algunos obstáculos para los viajes de Estados Unidos a Cuba.

Las nuevas medidas financieras harán la vida más difícil para los trabajadores en Cuba, quienes ya se han visto afectados por la caída significativa en los últimos tres años del petróleo que reciben de Venezuela a precios reducidos.

A mediados de septiembre, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel anunció recortes en autobuses y otros servicios de transporte destinados a enfrentar la escasez de combustible. El número del 20 de septiembre de Granma publicó un artículo sobre agricultores de la provincia de Granma, en el oriente de la isla, que están cambiando de tractores a bueyes para reducir la cantidad de combustible que utilizan. También ha habido una escasez intermitente de productos básicos debido a la falta de divisas para comprar bienes importados.

Las acusaciones de Washington de que Cuba está violando la soberanía de Estados Unidos son especialmente cínicas a la luz de las reiteradas violaciones de la soberanía de Cuba por parte del gobierno de Estados Unidos. Esto incluye su guerra económica de décadas contra Cuba y el patrocinio de grupos que han llevado a cabo numerosos ataques terroristas contra la isla, y contra decenas de otros países alrededor del mundo.

El objetivo del gobierno de Estados Unidos es castigar al pueblo cubano por derrocar la dictadura de Fulgencio Batista respaldada por Estados Unidos en 1959, así como socavar la revolución con la esperanza de poder derrocarla algún día.

En noviembre, la Asamblea General de Naciones Unidas volverá a votar sobre una resolución que exige el fin del embargo contra Cuba. La resolución ha pasado por amplios márgenes durante 27 años seguidos.