“Nosotros nunca nos hemos planteado la cuestión de la fabricación de armas nucleares, porque no las necesitamos”, dijo el ex presidente cubano Fidel Castro en una entrevista que dio en 2005 al periodista español Ignacio Ramonet y publicada bajo el título Cien horas con Fidel. Castro estaba refutando la calumnia del gobierno de Estados Unidos de que La Habana estaba ayudando a Teherán a desarrollar un arsenal nuclear.
“¿De qué sirve producir un arma nuclear frente a un enemigo que tiene miles de armas nucleares?”, dijo Castro. “Sería entrar en el juego de los enfrentamientos nucleares. Nadie debe tener derecho a fabricar armas nucleares. Y menos aún el derecho privilegiado que ha impuesto el imperialismo para imponer su dominio hegemónico” en el mundo.
Retomando el rechazo de Cuba a desarrollar armas de destrucción masiva, Castro dijo: “¿Contra quién vas a usarla? ¿Contra el pueblo norteamericano? ¡No!, es absurdo. ¿Vas a hacer un arma nuclear? Te vas a arruinar. Un arma nuclear es buena para suicidarse en un momento dado”. Y “Te vas a echar en contra la opinión pública del mundo”.
Más de una década más tarde, en sus palabras al séptimo congreso del Partido Comunista de Cuba en abril de 2016, Castro dijo, “el peligro mayor que hoy se cierne sobre la tierra deriva del poder destructivo del armamento moderno que podría socavar la paz del planeta y hacer imposible la vida humana sobre la superficie terrestre”.
Frente a tales horrores, dijo Castro a los estudiantes en la Universidad de La Habana en noviembre de 2005, el pueblo cubano y su revolución socialista poseen “armas del poder de las nucleares, es la magnitud de la justicia por la cual luchamos”.