AP/Orlin Wagner

Cientos de personas participan en protesta en Wichita, Kansas, el 31 de mayo contra la muerte del doctor George Tiller ese día. Tiller era uno de los pocos médicos en Estados Unidos que practicaban abortos en el tercer trimestre.

Tiller, de 67 años, trabajaba de médico en la clínica de Servicios de Salud para Mujeres en esta ciudad. Fue muerto durante los servicios religiosos en la iglesia de Reforma Luterana.

Scott Roeder, un individuo con un largo historial de derechista, fue arrestado y acusado de homicidio en primer grado.

En los días después de la muerte del médico se organizaron protestas en otras partes de Kansas y el Medio Oeste, y a nivel nacional. En Lawrence, Kansas, participaron unas 150 personas en una protesta semejante el 31 de mayo.

Trina Wheeler, copresidenta del capítulo de Wichita de la Organización Nacional para la Mujer (NOW), dijo en una entrevista, “La próxima actividad será la defensa que tendremos el sábado para los servicios funerarios de Tiller. Las fuerzas antimujer van a estar ahí”. Wheeler animó a todos los que puedan asistir al entierro a que participen en la defensa.

Tiller, uno de los pocos médicos en Estados Unidos que practicaba abortos en el último trimestre, había sido el blanco de ataques derechistas por muchos años. En su clínica se dio un ataque dinamitero en 1986, y en 1993 la derechista antiaborto Rachelle Shannon le disparó en ambos brazos. Shannon fue declarada culpable del atentado, y luego reconoció que había prendido incendios en clínicas de abortos en Oregon, California, Idaho y Nevada.

Durante el verano de 1991, fuerzas derechistas realizaron movilizaciones encaminadas a cerrar las clínicas de abortos en Wichita, incluida la de Tiller.

Políticos liberales que se autocalifican de “pro derecho a escoger” han hablado de “encontrar terreno común” en intentos recientes de acercamiento a fuerzas opuestas a los derechos de la mujer.

En su campaña por la nominación presidencial demócrata, Hillary Clinton, la actual secretaria de estado, tildó el aborto de “tragedia”.

Unas semanas antes de la muerte de Tiller, el presidente Barack Obama pronunció el discurso principal en la graduación de la Universidad de Notre Dame, en South Bend, Indiana. Hizo un llamamiento a las fuerzas antiaborto para “trabajar juntos a fin de reducir el número de mujeres que buscan abortos”, lo cual fue una luz verde para los enemigos de los derechos de la mujer.

Feligreses en la iglesia de Tiller informaron que durante varios años habían visto frecuentemente a manifestantes contra el derecho al aborto frente a la iglesia.

Dan Monnat, uno de los abogados de Tiller, dijo que el 2 de mayo los trabajadores en la clínica de Tiller denunciaron actos vandálicos contra el edificio. Dos días más tarde Tiller dijo que recibió una carta que amenazaba su vida.

Operación Rescate, un grupo opositor a los derechos de la mujer que se caracteriza por acosar clínicas de abortos y sus pacientes, tenía una sección en su sitio web llamado “Tiller watch” (Vigilar a Tiller). Si bien el presidente de esa organización, Troy Newman, condenó la muerte de Tiller y disoció su grupo de Roeder, se informó que Roeder había colocado denuncias contra el médico en el sitio web de Operación Rescate. Randall Terry, fundador del grupo, tildó a Tiller de “asesino de masas”.

Roeder había militado en los años 90 en los “Freemen”, un grupo ultraderechista que promovía muchas teorías de conspiración. Entre otras cosas, el grupo reivindica independizarse de la jurisdicción del gobierno. Roeder fue arrestado en 1996 por tener municiones y elementos de bombas en su auto.

Los partidarios de los derechos de la mujer habían apuntado una victoria en marzo cuando una corte absolvió a Tiller de cargos de que había violado una ley estatal en Kansas que impone restricciones a los abortos del último trimestre.

El día que fue abatido Tiller, la respuesta fue muy rápida. Dustin Deckard, un activista pro derechos de homosexuales en Wichita, dijo, “Me disgustó e indignó saber que ocurrió, e inmediatamente busqué a ver si se estaba organizando una vigilia. No se planeaba nada, así que empecé a organizarla”. Cientos de personas respondieron.

Los derechistas también respondieron. Fred Phelps, pastor de la Iglesia Bautista de Westboro en Topeka, Kansas, llegó con sus seguidores, llevando carteles que decían, “Que ardan en el infierno” y “Dios odia a los maricones”.

Willow Eby, una enfermera que había trabajado en la clínica en los años 90, participó en la vigilia. Dijo, “Aquí decidó ponerme frente a ellos. No van a obligarme a encubrir mis opiniones y sentimientos o dejar de luchar por lo que creo. El acoso y los asesinatos van dirigidos a que la gente deje de defender el derecho a escoger”.

Eby agregó, “Yo estaba poniendo calcomanías en mi auto a favor de legalizar el aborto cuando estaba en la escuela secundaria” antes de la decisión judicial en 1973 que despenalizó el aborto.

Hubo reacciones variadas entre los estudiantes y trabajadores en la Universidad Estatal de Wichita.

Shannon Kraus, de 37 años, estudiante y trabajadora, dijo, “Yo estoy a favor del derecho a optar, aunque no es mi guía moral”. Las mujeres deben poder recibir un aborto “en un sitio que sea seguro y haya pericia médica, donde puedan obtener lo que necesitan”.

“Fue una forma bastante terrible de matarlo, en su iglesia”, dijo Kindra White, una ayudante administrativa en la Universidad Estatal de Wichita, “pero yo soy pro-vida, y discrepaba con lo que él hacía”.

Deepa Jayaraman, de 22 años, estudiante de postgrado de ingeniería eléctrica, dijo, “Al principio me sentí muy mal. No sé qué hacer. Yo apoyo el derecho de una mujer a hacerse un aborto”.

Holly Weatherford, directora de asuntos públicos en Kansas y de la región central de Missouri para Planned Parenthood, un grupo de planificación familiar, dijo, “Proyectamos aumentar la capacidad de ofrecer servicios” de abortos en la clínica de Planned Parenthood en Overland Park, Kansas.

El doctor Leroy Carhart, un médico que dirige una clínica de servicios de salud para mujeres en Bellevue, Nebraska, y ha realizado tareas mensuales en la clínica de Tiller, dijo que estaría dispuesto a mantener abierta la clínica de Wichita si así lo desea la familia de Tiller.

El entierro se realizará a las 10 de la mañana del 6 de junio en la iglesia College Hill United Methodist Church, 2930 E. First Street, Wichita. Está abierto al público.

Wheeler, veterana de las ofensivas antiaborto en 1991 y 2001, dijo, “Creo que esto va a solidificar nuestro movimiento. Desde la muerte de Tiller el domingo, he oído de personas que se quieren incorporar a la NOW. Una mujer me dijo, ‘Yo no quiero estar sentada mirando. Quiero involucrarme”.
 
Artículo relacionado:
Defender derecho a elegir el aborto