Hago un llamado al pueblo trabajador para que se una al Partido Socialista de los Trabajadores para protestar las amenazas de Washington contra la República Popular Democrática de Corea. ¡Manos fuera de Corea! ¡Tropas, aviones y buques de guerra de Estados Unidos fuera de las aguas de Corea!
El despliegue de Washington de la “armada”, como la llamó el presidente Donald Trump, liderada por la nave de guerra USS Carl Vinson, es una amenaza tanto para el pueblo coreano como para la República Popular China.
Esta flota incluye una tripulación de 7 500 soldados, más de 60 aviones de combate, un crucero armado con misiles Tomahawk y dos destructores equipados con el Sistema de Defensa de Misiles Balísticos Aegis. A la vez, se está llevando a cabo una de las más grandes maniobras de guerra conjuntas entre Estados Unidos y Corea del Sur. Y para enviar un mensaje claro, Washington incluyó al notorio escuadrón de ataque imperialista SEAL Team Six, que asesinó a Osama bin Laden, en ejercicios que incluyen simulaciones de la “decapitación” de la dirección norcoreana.
Washington afirma que tiene el derecho de apuntar contra Corea del Norte porque el gobierno de este país llevó a cabo unas cuantas pruebas de misiles y ha estado desarrollando armas nucleares. Y dice tener el derecho de tomar medidas militares preventivas contra Pyongyang. Al igual que el reciente ataque de misiles Tomahawk de Washington contra Siria, las provocativas amenazas de la Casa Blanca contra el pueblo coreano y la soberanía de Corea cuentan con el respaldo tanto de políticos demócratas como de los republicanos.
Es el imperialismo estadounidense el que ha acumulado una fuerza militar masiva y mortal en Asia. Washington tiene el arsenal nuclear más mortífero del mundo. El 60 por ciento de los 69 submarinos de la marina de Estados Unidos están ahora basados en el Pacífico, muchos de ellos equipados con misiles nucleares. Más de 28 mil soldados estadounidenses están estacionados en Corea del Sur y unos 50 mil más en Japón y listos para respaldarlos.
El Pentágono, a pesar de las objeciones de Pyongyang, Beijing y decenas de miles de personas en Corea del Sur, ha comenzado a instalar el sistema de Defensa Aérea de Alta Altitud Terminal, o THAAD, baterías de misiles y una estación de espionaje en Corea del Sur, una amenaza para los trabajadores y agricultores de toda Asia.
La clase gobernante capitalista de Estados Unidos tiene un largo historial de asaltos brutales contra el pueblo de Corea. Como parte de los frutos de su victoria en la segunda guerra mundial imperialista, Washington intervino con fuerza contra las movilizaciones populares del pueblo coreano para poner fin a su dominio colonial, dividió la península coreana e instaló una dictadura brutal en el sur. La Guerra de Corea de 1950 a 1953 que Washington llevó a cabo, bajo la bandera de Naciones Unidas, junto con sus aliados imperialistas y su régimen títere en Corea del Sur, mató a más de 4 millones de personas, entre ellas al menos 2 millones de civiles.
Washington lanzó más de 635 mil toneladas de bombas, 32 557 toneladas de napalm y arrasó con la gran mayoría de hogares, hospitales, escuelas y fábricas en el norte de Corea, y también en grandes partes del sur. Incapaces de derrotar a Corea del Norte, la guerra quedó estancada.
Hoy en día, el gobierno de Estados Unidos ha impuesto sanciones draconianas contra el Norte, buscando sabotear su desarrollo económico y hacer que los trabajadores paguen por negarse a cumplir los deseos de Washington. Están presionando al gobierno chino para que apriete aún más sus tornillos contra Corea del Norte.
El Partido Socialista de los Trabajadores tiene un orgulloso historial de lucha contra la intervención de Washington en Corea. Hicimos campaña contra la división forzada de Corea en 1945, cuando desembarcaron los soldados norteamericanos y, junto con el régimen impuesto por Washington, mataron, golpearon, torturaron o encarcelaron a los que confrontaron la ocupación estadounidense. Nos opusimos a la Guerra de Corea por la cuál Washington intentó reimponer el dominio capitalista en toda la península. Y continuamos respaldando la demanda del pueblo coreano por la reunificación. ¡Corea es una!
Los trabajadores en Estados Unidos se ven golpeados por la creciente crisis económica capitalista y por los intentos de los patrones y su gobierno de hacernos pagar el costo necesario para aumentar sus decrecientes tasas de ganancias. Más trabajadores en Estados Unidos están muriendo en el trabajo cuando los patrones imponen la aceleración del trabajo y atacan a nuestros sindicatos. Millones de trabajadores no pueden encontrar trabajo. El Medicaid, Medicare, la Seguridad Social y otros derechos sociales que los trabajadores ganaron en lucha enfrentan el hacha. Y nuestros derechos políticos están bajo ataque.
Las mismas familias multimillonarias que son responsables de las acciones bélicas de Washington contra los trabajadores de todo el mundo están atacando nuestros derechos y condiciones de vida dentro de Estados Unidos. Y por las mismas razones.
Decimos: ¡Fin a las sanciones económicas y financieras de Washington contra la República Popular Democrática de Corea! ¡Tropas, barcos, aviones y THAAD de Washington fuera de Corea! ¡Por una Península Coreana libre de armas nucleares!
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