Por primera vez en 27 años, Corea del Norte y Corea del Sur formarán un equipo conjunto para un evento deportivo internacional. Los atletas de las dos Coreas también marcharán juntos bajo una “bandera de unificación” en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pyeongchang, Corea del Sur, lo que no han hecho desde los Juegos Asiáticos de Invierno de 2007. Esto es un revés para los esfuerzos por décadas de Washington de aislar a Corea del Norte y es un avance para el pueblo coreano.
La delegación incluirá un equipo conjunto de hockey femenino y atletas norcoreanos que competirán en patinaje artístico, patinaje de velocidad, esquí nórdico y esquí de fondo, además de 230 porristas, un equipo de demonstración de Tae Kwon Do y un grupo musical.
Washington, con la complicidad de Moscú, dividió por la fuerza a Corea en dos y ocupó el sur en 1945 contra la voluntad del pueblo coreano. Durante la guerra de Corea de 1950-53, los gobernantes de Estados Unidos y sus aliados no lograron conquistar toda la península y aplastar la revolución en el norte, a pesar del bombardeo total que destruyó casi todos los edificios. Más de 4 millones de personas murieron, incluidos 2 millones de civiles.
Hasta el día de hoy, Washington se niega a firmar un tratado de paz que ponga fin formalmente a la guerra. En cambio, busca aislar, controlar económicamente e intimidar a la República Popular Democrática de Corea, exigiendo que el gobierno renuncie a sus programas nuclear y de misiles. Aun hay 28 500 efectivos estadounidenses en Corea del Sur.
Para facilitar el acuerdo sobre la participación conjunta de Corea en los juegos de invierno, el presidente Donald Trump, en respuesta a la solicitud de Corea del Sur, acordó posponer las provocadoras maniobras militares anuales entre Estados Unidos y Corea del Sur hasta después de los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos, que finalizan el 25 de marzo.
Al mismo tiempo, Washington ha seguido endureciendo las sanciones contra la RPDC, que afectan más al pueblo trabajador.
El gobierno de Corea del Norte no ha realizado ninguna prueba de armas nucleares o de misiles de largo alcance desde finales de noviembre.
Si bien la disminución de las tensiones es un avance para los pueblos de Corea de Norte y del Sur, una encuesta de SBS TV mostró que alrededor del 80 por ciento de los encuestados surcoreanos de entre 20 y 30 años de edad no están contentos con la participación conjunta.
“La situación es muy diferente de las esperanzas y el aliento que recibieron en 1991 los equipos unificados en el Campeonato Mundial de Tenis de Mesa” y en el campeonato juvenil de fútbol mundial, señaló el 22 de enero el diario surcoreano Hankyoreh. Esto tiene mucho que ver con las amenazas del gobierno de Corea del Norte de inundar a Seúl “en un mar de fuego” si Washington se atreve a atacar. Seúl está a 36 millas de la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas.
El gobierno de la República Popular Democrática de Corea dice que tener un arsenal nuclear y misiles capaces de llegar a la parte continental de Estados Unidos es crucial como protección contra los gobernantes de EE.UU.
Pero el desarrollo de las armas nucleares y las amenazas socavan el elevado terreno moral que se ganó a través de la resistencia del pueblo de Corea contra la intervención de Estados Unidos y la hostilidad constante contra el Norte.
La administración Trump ha intensificado la presión económica de Washington contra Corea del Norte, ha impuesto sanciones más estrictas a través del Consejo de Seguridad de la ONU y ha convencido al gobierno de China para que se una en la aplicación de algunas de las sanciones.
El líder norcoreano, Kim Jung Un dijo en su discurso de Año Nuevo de 2018 que el país enfrenta sus “más duros desafíos” como resultado de “las difíciles condiciones de vida causadas por las mortales sanciones y medidas de contención”.
El presidente norcoreano propuso la participación conjunta en los Juegos Olímpicos, reiterando la antigua postura de Pyongyang de que “el Norte y el Sur deben trabajar juntos para aliviar las tensiones y trabajar juntos como un pueblo con una misma tradición para encontrar la paz y la estabilidad”.
El presidente Trump afirma que las conversaciones entre el Norte y el Sur que llevaron a la participación olímpica conjunta tuvieron lugar porque Washington ha sido “firme, fuerte y dispuesto a usar todo nuestro ‘poderío’ contra el Norte”.
El Partido Socialista de los Trabajadores manifiesta que los trabajadores en Estados Unidos y en todo el mundo deben exigir que Washington ponga fin de manera permanente a sus maniobras militares y retire sus tropas de Corea, levante todas las sanciones contra el Norte e inmediatamente se destruya todas las armas nucleares de Estados Unidos.
¡Corea es una!