Maestros en Pueblo anotan victoria para la clase obrera

Triunfo inspira lucha en Carolina del N.

Por Helen Meyers
28 de mayo de 2018
Marcha de 20 mil maestros y partidarios en Raleigh, capital de Carolina del Norte, el 16 de mayo, parte de rebelión de maestros en Virginia del Oeste, Kentucky, Arizona y Colorado.
Militante/Mike ShurMarcha de 20 mil maestros y partidarios en Raleigh, capital de Carolina del Norte, el 16 de mayo, parte de rebelión de maestros en Virginia del Oeste, Kentucky, Arizona y Colorado.

PUEBLO, Colorado — Maestros y personal asistente votaron aquí a favor de nuevos convenios el 12 y 13 de mayo, con una gran mayoría votando a favor. Habían realizado una enérgica y popular huelga de cinco días con líneas de piquetes en las escuelas, marchas por toda la ciudad y actos frente a la sede del distrito escolar en el primer paro en el sistema escolar público de Colorado en 25 años.

“Es una victoria. Tuvimos que hacer algunas concesiones, pero algunos trabajadores no han tenido mejoras en tres años”, dijo al Militante Tina Gurule, una consejera, después de la votación. “Lo más evidente para mi es que Pueblo es un bastión sindical. Ver todo el apoyo fue muy importante”.

La victoria en Pueblo fue un estímulo que los trabajadores escolares y sus partidarios en Carolina del Norte pueden llevar a su movilización el 16 de mayo frente al capitolio en Raleigh. Más de 40 distritos escolares clausuraron las clases después que más de 15 mil maestros tomaron licencias personales para participar en el acto para exigir aumentos de salarios y fondos escolares.

Desde la lucha en Virginia del Oeste en febrero la rebelión de maestros se ha extendido a Oklahoma, Kentucky, Arizona, Colorado y Carolina del Norte. Trabajadores sindicalizados y no sindicalizados han puesto su marca en las luchas con su creatividad, desconfianza en los legisladores de todo tipo y nuevas formas organizativas de base. Se han inspirado y aprendido de si mismos y han luchado por la unidad superando las divisiones sindicales y profesionales. Han acogido e involucrado a otros trabajadores en una lucha que ha tomado un carácter de un amplio movimiento social.

“Salimos de esto fortalecidos”, dijo Suzanne Ethredge, presidente de la Asociación de Educación de Pueblo, al Militante el 15 de mayo. “Los administradores escolares fueron arrogantes. No esperaban una huelga”.

Ethredge dijo que de los 1 017 maestros, 775 son miembros del sindicato y que 600 votaron a favor de un paro. La mayoría de los 150 miembros del sindicato de personal asistente también paralizaron labores. La huelga de cinco días tuvo un impacto en todos ellos. Varios maestros que se encontraban en periodo de prueba inicialmente se presentaron a sus puestos, pero no lo soportaron y se unieron a las líneas de piquetes.

“Las palabras no pueden expresar plenamente la unión que se crea con las personas que están a tu lado en la línea de piquete”, dijo Tessa Armijo, una maestra en la escuela primaria Goodnight, el 13 de mayo al Pueblo Chieftan. “Pasamos por cosas tan emocionantes juntos y estábamos muy conscientes de que nuestro éxito dependía de las personas que estaban hombro a hombro con nosotros”.

Los trabajadores escolares de Pueblo habían estado trabajando sin un convenio laboral desde agosto pasado.

Los maestros recibirán un aumento del 2 por ciento de ajuste en el costo de vida aplicado retroactivamente a enero, y subirá al 2.5 por ciento en septiembre. El personal asistente recibirá un pago de 500 dólares en junio y un aumento de 3.25 por ciento de ajuste en el costo de vida en septiembre. Los trabajadores recibirán sus pagos por tres de los días de la huelga, y dos de ellos serán considerados licencias personales.

El 9 de mayo, el tercer día de la huelga, más de mil personas —padres de familia, maestros, estudiantes y sindicalistas del área— colmaron el Parque River Walk. Muchos huelguistas dijeron que les impresionó que muchos trabajadores les agradecían por haber luchado.

“Yo lo veía venir”, dijo Josephine Munoz, asistente de enfermería, al Militante frente a la escuela secundaria Pueblo Central el 15 de mayo. Uno de sus hijos estudia en esa escuela. “Tuvieron que irse a la huelga para lograr lo que se merecen. Los administradores hicieron todo lo posible para ponernos a los padres en contra de los maestros. Pero no funcionó”.

Desde muy temprano miles de maestros y sus partidarios empezaron a llenar el centro de Raleigh, y marcharon hacia el capitolio de Carolina del Norte. Más de 20 mil personas de grandes ciudades y pueblos pequeños del estado marcharon por la mañana para exigir aumentos salariales, un aumento en los fondos escolares, más personal y clases más pequeñas.

Fue la protesta de maestros más grande en la historia del estado. Por lo menos 42 distritos escolares, incluyendo los seis más grandes del estado, cancelaron las clases ese día afectando a casi un millón de estudiantes. En las últimas dos semanas los maestros y sus partidarios promovieron la protesta y realizaron asambleas para preparar almuerzos para los estudiantes afectados por los cierres de clases.

“No estamos solos”, dijo Pat Travis, una maestra jubilada, a unas 30 personas reunidas en un mitin el 12 de mayo organizado por la Asociación de Educadores del Condado de Wake. “Debemos discutir con nuestros compañeros de trabajo que somos parte de un movimiento más grande, aliado con los maestros de Virginia del Oeste, Arizona y otros lugares que están luchando y ganando. Esto nos debe dar el valor para luchar, forjar un liderazgo y ganar”.

Anna Rosen contribuyó a este artículo desde Carolina del Norte.