Más de 100 partidarios del derecho de la mujer a elegir un aborto se manifestaron el 4 de mayo en el capitolio estatal en Des Moines, Iowa, en una protesta titulada “Iowa se defiende”. Protestaron el hecho de que el gobernador Kim Reynolds aprobara la llamada ley de latidos cardíacos fetales. La ley prohibiría los abortos desde una etapa tan temprana —a las seis semanas— que sería posible que la mujer ni siquiera sepa que está embarazada.
La lucha por los derechos reproductivos es una lucha de todos, dijo Suzanna de Baca, presidente de Planned Parenthood de Heartland, y “todos debemos luchar contra estos ataques contra nuestras vidas, nuestros cuerpos…nuestros derechos”.
La ley exige que los médicos realicen una ecografía a las mujeres embarazadas antes de realizar un aborto. Si se detecta el pulso no pueden realizar el aborto, y si el médico realiza el procedimiento podría perder su licencia o enfrentar cargos, aunque el proyecto de ley no establece multas.
“Es una mala ley. Toda mujer tiene derecho a tomar sus propias decisiones. Jovencitas quedan embarazadas accidentalmente y no tendrán opción”, dijo al Militante Ramona Chavez, una asistente de enfermería en Marshalltown, Iowa. “Yo personalmente no creo en el aborto, pero creo que toda mujer tiene el derecho a decidir”.
La Unión Americana por los Derechos Civiles de Iowa y Planned Parenthood anunciaron que presentarán una demanda contra la ley, la cual, ellos confían, será anulada.
Esta “sería la ley contra el aborto más restrictiva del país”, dijo el director de la ACLU Mark Stringer. “Está claro que la meta de esta ley es derogar Roe v. Wade, y eventualmente prohibir todos los abortos”. Los impulsores de la ley dicen que la han promovido para que sea desafiada con la esperanza de que una nueva Corte Suprema declare que el aborto es ilegal.
Si la ley entra en efecto, pondría fin al programa de obstetricia y ginecología en la Universidad de Iowa, el único de este tipo en el estado de Iowa.
Prohibiciones similares en Arkansas y Dakota del Norte fueron declaradas inconstitucionales en 2013. Otras propuestas de ley de “latidos cardíacos” están siendo impulsadas en Missouri, Mississippi, Nueva York, Ohio, Oklahoma y Tennessee.
Los intentos para restringir el derecho al aborto han sido facilitados por la misma decisión Roe v. Wade. Emitida por la Corte Suprema en 1973, la decisión no fue basada en el derecho de la mujer a recibir igual protección bajo la ley, como lo garantiza la enmienda 14 de la constitución, sino que fue basada “en criterios médicos”.
Los enemigos de los derechos de la mujer utilizan el hecho de que la corte permitió que gobiernos estatales prohíban la mayoría de los abortos después que el feto es “viable”. Lo cual es definido en la decisión como el momento en que el feto “es potencialmente capaz de vivir fuera del útero”. Los avances médicos hacen inevitable que este punto sea cada vez más temprano.