El Militante ganó otra ronda contra los incesantes esfuerzos de las autoridades carcelarias de Florida para censurar el periódico y prevenir que llegue a los trabajadores tras las rejas. Después de que el Militante apeló, el Comité de Revisión de Literatura del Departamento de Correcciones de Florida revirtió el embargo de las ediciones del 28 de mayo y el 18 de junio.
El número del 28 de mayo fue confiscado por el vicedirector de la Institución Correccional de Madison, quien afirmó falsamente que un artículo sobre la revocación de la prohibición de libros en las cárceles federales provee “detalles sobre el ingreso de contrabando a una prisión”.
El número del 18 de junio fue una edición especial con reportaje de primera mano desde Puerto Rico sobre cómo los trabajadores están organizándose para responder a la crisis social y económica capitalista que enfrentan a raíz de los huracanes Irma y María. Funcionarios de la Institución Correccional Tomoka dijeron que todo el periódico “mostraba protestas organizadas en todo el estado y busca organizar a los reclusos en una huelga” y “representa una amenaza para la seguridad, el buen orden o la disciplina” de la prisión.
El Comité de Revisión de Literatura no dio ninguna razón para la revocación de las incautaciones. En los últimos años las prisiones de Florida han incautado casi dos decenas de números del periódico. Todas, excepto unas cuantas, han sido revocadas tras apelaciones del Militante y su abogado, David Goldstein, de la destacada firma de abogados de libertades civiles Rabinowitz, Boudin, Standard, Krinsky y Lieberman.
“Cada vez que el Militante ha sido forzado a librar una lucha pública contra las incautaciones, hemos ganado nuevo apoyo para nuestro derecho a enviar nuestro periódico a los trabajadores presos. Y por su derecho a leer las noticias políticas que quieren y necesitan. Les ayuda a ser parte del mundo y de las luchas obreras de hoy”, dijo el director del Militante John Studer.
Entre las organizaciones y personas que se han pronunciado contra la censura del Militante y en defensa de la libertad de prensa y de expresión figuran Amnistía Internacional USA, PEN América, Gremio Nacional de Abogados, Unión de Libertades Civiles de Nueva York, Unión de Libertades Civiles de Florida, Prison Legal News, Ministerio de Prisiones de la Iglesia Riverside de Nueva York, Comité de Servicio de Amigos Estadounidenses, Comité de Amistad Seattle-Cuba, San Francisco Bay View y muchos más.
No obstante, los funcionarios de las prisiones de Florida parecen decididos a seguir buscando pretextos para detener la entrada del periódico. Y algunas veces violan sus propias reglas al no notificar al Militante o al preso-suscriptor de que han incautado el periódico. Eso hace que sea más difícil que el periódico lo combata.
El Comité de Revisión de Literatura le dijo a Goldstein que cuando un reo deja de recibir el periódico, debe “hacer uso del proceso de queja”.
“Cualquier preso que no reciba su periódico, debe avisarnos”, dijo Studer. “Los respaldaremos, como siempre lo hacemos”.