“Los problemas que enfrenta la clase trabajadora —y los pequeños agricultores— son producto de la decadencia del sistema capitalista en el que vivimos. Solo a través de la unidad y la construcción de un movimiento obrero a través de luchas podremos cambiar las condiciones que enfrentamos y darle una voz política a los trabajadores”, dijo Rachele Fruit, candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para gobernadora de Georgia, en una entrevista publicada el 4 de noviembre en el Albany Herald.
Fruit se encontraba en una gira de tres días en el sur de Georgia y el panhandle de Florida, áreas muy afectadas por el huracán Michael y la catástrofe social causada por la crisis del sistema capitalista.
La acompañaron los agricultores Willie Head de Georgia y Karl Butts de Florida.
“Necesitamos romper con ambos partidos”, los demócratas y los republicanos, dijo Fruit al Herald. “Ambos son los partidos de nuestros patrones”.
“No hay ninguna razón en esta sociedad, en este mundo de hoy, por la que cada ser humano —como un derecho humano— no tenga atención médica desde que nace hasta su muerte”, dijo Fruit al periódico. “En nuestra sociedad, la educación, la atención médica, las cosas que deberían ser derechos humanos básicos, son mercancías. Se compran y se venden. Si tienes dinero para comprarlas, lo haces. Si no, mala suerte para ti”.
“Fruit dijo que la narrativa promovida por los políticos, especialmente los liberales, es que la clase trabajadora es más racista hoy y que hay un creciente movimiento derechista”, escribió el Herald. “Ella dijo que el Partido Socialista de los Trabajadores no está de acuerdo con esa opinión”.
Fruit y otros 18 candidatos del PST en 11 estados y el Distrito de Columbia han estado visitando líneas de piquetes de huelgas, exigiendo salarios más altos y más control por los trabajadores para hacer cumplir las normas de seguridad en el trabajo, uniéndose a las protestas contra las deportaciones y exigiendo amnistía para todos los inmigrantes en Estados Unidos, apoyando el derecho de la mujer a elegir el aborto, marchando contra la brutalidad y las muertes a manos de policías como la de Antwon Rose en Pittsburgh, y hablando con trabajadores sobre la política obrera en las puertas de sus casas en ciudades, pueblos y áreas rurales.
El PST dice que los trabajadores necesitan forjar sindicatos y luchar por sus derechos contra el estado y partidos de los capitalistas, como parte de una trayectoria para dirigir a todos los oprimidos y explotados a una lucha por un gobierno de trabajadores y agricultores.
Las ramas del partido a través del país están organizando foros públicos el fin de semana del 9 y 10 de noviembre para discutir los resultados de los comicios y sus implicaciones para las luchas de los trabajadores, los resultados de la campaña del PST y los próximos pasos para construir el movimiento de la clase trabajadora.
Elecciones = un atolladero
Los liberales oponentes de Trump esperaban una “oleada azul” el 6 de noviembre que les daría control de ambas cámaras del congreso y de gobernaciones a través del país. En Estados Unidos, históricamente el partido capitalista minoritario ha obtenido logros en las elecciones intermedias, ya que los trabajadores tratan de registrar su enojo ante el hecho de que las últimas elecciones produjeron más de la misma calamidad económica y social.
Pero esta vez el resultado fue más división, un atolladero. Los demócratas ganaron la mayoría en la Cámara de Representantes, mientras que los republicanos aumentaron su ventaja en el Senado. Donald Trump continúa en la Casa Blanca. Los republicanos ganaron las elecciones en los estados donde Trump hizo más campaña.
Esta división es buena para la clase trabajadora, ya que atolladeros como este ralentizan la capacidad de los gobernantes capitalistas para usar su gobierno en contra del pueblo trabajador.
La izquierda de clase media continúa su marcha hacia el Partido Demócrata, uno de los dos partidos del dominio capitalista. Alaban la elección de un puñado de demócratas que son miembros de los Socialistas Demócratas de América, liderados por Alexandria Ocasio-Cortez de Nueva York, quienes promueven reformas para “mejorar” el dominio capitalista. En su cobertura posterior a las elecciones, In These Times dice: “Hoy en día, la esfera electoral parece ser el lugar más prometedor para el avance de la política de izquierda”.
La campaña del Partido Socialista de los Trabajadores se basa en el eje opuesto: el “lugar más prometedor” hoy está en las luchas, discusiones y debates que tienen lugar entre los trabajadores, que buscan una manera de luchar efectivamente contra los efectos de la crisis capitalista, y promover una ruptura con los partidos gemelos del dominio capitalista.
Ya terminadas las elecciones, el PST está mirando hacia las próximas cuatro semanas, la segunda mitad de la campaña del partido para llevar al Militante, y los libros de dirigentes del PST a los trabajadores a las puertas de sus casas, a huelgas y otras manifestaciones, y ganar nuevos lectores y contactos. Para hablar como “tribunos del pueblo” y promover la profundización de la unidad de los trabajadores en acción.
Como parte del esfuerzo, el PST también está recaudando 100 mil dólares para financiar el trabajo continuo del partido.