A continuación publicamos la declaración emitida el 3 de abril por Seth Galinsky, candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para Defensor Público de Nueva York.
El llamado sistema de justicia penal de los gobernantes capitalistas y sus prisiones no tienen absolutamente nada que ver con la “rehabilitación”. Tienen todo que ver con romper el espíritu de los presos y enviar un mensaje a todos los trabajadores que debemos “permanecer en nuestro lugar”.
Pero a medida que se intensifica la crisis del sistema capitalista, los gobernantes temen cada vez más a la clase trabajadora, y los destellos que ven de las explosiones obreras y sociales que estallarán en el futuro. Es por eso que hay más prisioneros en Estados Unidos que en cualquier otro lugar del mundo.
Y es por eso que uno escucha a los prisioneros, tanto los actuales como los anteriores, decir que las autoridades “nos tratan como animales”.
Esto no es una exageración.
Los trabajadores son encarrilados a la cárcel, ya sean culpables o no. Aproximadamente el 90 por ciento de los que están tras las rejas nunca tuvieron un juicio, pero fueron presionados a aceptar acuerdos bajo la amenaza de recibir sentencias más largas.
Hay un promedio de 60 mil o más prisioneros en confinamiento solitario al año, a veces durante décadas, como Albert Woodfox y sus otros dos compañeros reos y miembros de las Panteras Negras, conocidos como Los 3 de Angola.
Los trabajadores tras las rejas reciben comida podrida y atención médica inadecuada. Son golpeados por los guardias. Hay intentos constantes de censurar lo que leen, incluido el periódico el Militante. Carecen de libros y cultura. Y les imponen tarifas y precios exorbitantes por cualquier cosa que puedan obtener.
Aquí, en Nueva York, cientos de personas protestaron durante los días más fríos de este invierno cuando se supo que las autoridades de la prisión no habían hecho nada para restaurar la calefacción y la luz en la cárcel federal de Brooklyn.
Y cuando nuestros hermanos y hermanas tras las rejas salen de la cárcel, enfrentan la discriminación en empleos, vivienda, educación y le niegan sus derechos.
Pero los gobernantes capitalistas y sus directores de prisión nos subestiman. Cuando Woodfox ganó su libertad después de casi 44 años de confinamiento solitario, estaba orgulloso, intacto y decidido a que se supiera la verdad. Es lo que está haciendo, recorriendo el país y promocionando su nuevo libro sobre las condiciones de las cárceles y la lucha por la dignidad tras las rejas. Los insto a que lo vayan a escuchar o a leer su libro. Lo hice y valió mucho la pena.
Las prisiones son una “reproducción grotescamente magnificada de las relaciones sociales, los valores y las ‘prácticas empresariales’ capitalistas de ‘sálvese quien pueda’ que han engendrado al sistema de ‘justicia’” de Estados Unidos, explica la dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores, Mary-Alice Waters en su introducción a “Son los pobres quienes enfrentan el salvajismo del sistema de ‘justicia’ en EE.UU.”: Los Cinco Cubanos hablan sobre su vida en la clase trabajadora norteamericana.
Un número creciente de trabajadores está buscando formas de luchar contra la explotación y la opresión de los gobernantes capitalistas y extender solidaridad a otros trabajadores. Los trabajadores presos son una parte importante de esta batalla y merecen nuestro apoyo.
Es por eso que mi campaña denuncia los intentos del gobierno en Florida para socavar la implementación de la Enmienda 4 de la constitución estatal, que fue aprobada de manera abrumadora el noviembre pasado, y restablece el derecho al voto para más de un millón de ex presos.
¡Derecho al voto para todos los ex presos! ¡Fin al barbarismo del confinamiento solitario!