Presentan legado revolucionario de Sankara en foro en Nueva York

Por Brian Williams
27 de mayo de 2019
Panel on revolutionary political legacy of Thomas Sankara at People’s Forum May 5 in New York. At podium, Manolo de los Santos, executive director of People’s Forum, welcomed everyone. From left, Arouna Saniwidi, leader of Burkinabe organization Le Balai Citoyen; Peter Thierjung, Socialist Workers Party; and Asha Samad-Matias, professor at City College of New York.
Militante/Mike Shurpanel sobre legado político revolucionario de Thomas Sankara el 5 de mayo en People’s Forum en Nueva York. En el podio, Manolo de los Santos, director del People’s Forum, da la bienvenida a los participantes. Desde la izquierda, Arouna Saniwidi, dirigente de organización burquinesa Le Balai Citoyen; Peter Thierjung, Partido Socialista de los Trabajadores; y Asha Samad-Matias, profesora en City College de Nueva York.

NUEVA YORK — “No importa donde vivamos, Europa, África, incluso aquí en Estados Unidos, tenemos un enemigo común: el sistema imperialista”, dijo Arouna Saniwidi, quien moderó el panel auspiciado por el People’s Forum (Foro del Pueblo) aquí el 5 de mayo. El tema era “El legado revolucionario de Thomas Sankara”. Sankara fue el dirigente de la revolución de 1983-87 en Burkina Faso, una antigua colonia francesa en África Occidental.

“Sankara estaba luchando por nuestra dignidad, para que nuestro pueblo pudiera decidir su futuro” dada la destrucción causada por el colonialismo, dijo Saniwidi, dirigente en Nueva York de la organización burkinesa Le Balai Citoyen. “Sankara dijo que no necesitamos la ayuda de los colonialistas, quienes nos dan un dólar hoy para recaudar dos mañana”.

Audience at the meeting.
Militante/Mike ShurParte del público.

Asistieron unas 65 personas, incluyendo burkineses residentes en Nueva York, estudiantes, conductores de Uber, miembros de organizaciones obreras y algunos que oyeron sobre Sankara por primera vez. El evento fue traducido al francés.

Manolo de los Santos, director ejecutivo del People’s Forum, dio la bienvenida. Estamos aquí para hablar sobre la “relevancia de Sankara para el siglo XXI”, dijo. “Sankara fue un revolucionario, un comunista, un ejemplo para África y más allá”. De los Santos instó a los asistentes a pasar por la mesa con libros de la editorial Pathfinder en el evento. “Es un honor colaborar” con quienes promueven los libros de Sankara, Malcolm X y los revolucionarios cubanos, publicados por Pathfinder, dijo.

La panelista Asha Samad-Matias, profesora del City College de Nueva York, describió su encuentro con Sankara cuando habló en Naciones Unidas y en City College en octubre de 1984. “Era un joven dirigente que no podían comprar. Un dirigente que podía sentarse y hablar con cualquiera”, dijo.

El libro La emancipación de la mujer y la lucha africana por la libertad que contiene el discurso dado por Sankara el Día Internacional de la Mujer de marzo de 1987 es “extraordinario”, dijo Samad. “Sankara dijo que las mujeres tienen que exigir y movilizarse con otros para dar respuesta a sus problemas. La revolución democrática y popular que él lideró ayudó a crear las condiciones para que las mujeres avanzaran en la lucha por sus derechos”.

Peter Thierjung, miembro del Partido Socialista de los Trabajadores, dijo que el continente africano está en crisis, desde Argelia, donde las protestas de millones de personas obligaron al presidente a renunciar, a Etiopía, Sudán y otros países. Es un continente diferente al de la época de Sankara, dijo, “pero los problemas fundamentales continúan”.

Un ejemplo, dijo Thierjung, es la misma Burkina Faso, donde en 2014 protestas masivas derrocaron a su gobernante, Blaise Compaore. En 1987, Campaore organizó el golpe que destruyó el gobierno revolucionario dirigido por Thomas Sankara y lo asesinó. Hoy Compaore se ha ido, “la cara ha cambiado, pero no el régimen”.

El liderazgo político de Sankara continúa siendo un ejemplo no solo en África sino en Estados Unidos, donde también hay una crisis debido a los incesantes ataques contra el pueblo trabajador, incluyendo contra  inmigrantes de Burkina Faso, Mali, Bangladesh, Europa Oriental y otros países, así como los nacidos en Estados Unidos, que son parte de los 100 mil conductores de taxi, Uber, y Lyft en Nueva York. En su competencia por ganancias, estas empresas hacen que los conductores se confronten entre ellos.

 Sankara, un ejemplo para EE.UU.

“Solo piensen lo que se podría hacer si estos trabajadores se unieran en un solo sindicato que luchara por todos los conductores”, dijo Thierjung. “Eso sería como el curso de Sankara bajo las condiciones aquí, en Nueva York”.

De joven, Sankara fue enviado para recibir entrenamiento militar en Madagascar, donde un levantamiento en 1972 derrocó a un régimen impopular. Esa experiencia, dijo Thierjung, tuvo un profundo impacto en Sankara. Allí conoció a estudiantes que habían sido parte del auge prerrevolucionario de 1968 en Francia. Fue introducido a los escritos de Carlos Marx y V.I. Lenin.

Sankara no rechazó el marxismo como un conjunto de “ideas europeas”, ajenas a la lucha por la libertad en África, sino que las consideró necesarias para forjar un camino a seguir. “Deseamos ser los herederos de todas las revoluciones del mundo”, dijo, desde las revoluciones en Estados Unidos y Francia de finales del siglo XVIII a la “gran revolución [rusa] de octubre de 1917”, y a las más recientes revoluciones en Cuba, Granada, y en otros lugares.

Lo que distinguió a Sankara sobre todo, dijo Thierjung, fue su confianza en la capacidad de las personas comunes para transformarse a sí mismas y a toda la sociedad en el curso de una lucha revolucionaria.

En un país donde más del 80 por ciento de la población es campesina, Sankara dirigió al gobierno revolucionario a implementar una reforma agraria y organizó a los agricultores para impulsar la autosuficiencia alimenticia de Burkina Faso. Lanzó una campaña de vacunación contra el sarampión, la fiebre amarilla y la meningitis que inoculó a 2.5 millones de niños en cuestión de semanas, algo que la Organización Mundial de la Salud había dicho que era imposible.

Se iniciaron proyectos de construcción de presas de riego, escuelas y viviendas y para la excavación de pozos de agua potable. Los trabajadores fueron movilizados para construir carreteras y un ferrocarril para conectar un extremo del país al otro. Todo esto fue logrado por la solidaridad y el trabajo voluntario del pueblo burkinés, dijo Thierjung.

“Lo más importante para nosotros”, dijo Sankara en una entrevista en 1985, “es la transformación de la actitud de la gente … Nunca más la riqueza de nuestro país pertenecerá a una minoría. Pertenece a la mayoría, una mayoría que dice lo que piensa”. Acabar con “el mito de enriquecerse a través de una lucha despiadada” es fundamental para los objetivos de la revolución, dijo en un discurso en su cuarto aniversario.

La última lucha política de Sankara

En los últimos meses de su vida, explicó Thierjung, Sankara emprendió “una lucha política para mantener el curso de la revolución” contra fuerzas en el seno del Consejo Nacional de la Revolución que pretendían revertirla. “Sabía que esto podría costarle la vida. No era ingenuo”.

La revolución enfrentó presiones contrarrevolucionarias tanto del imperialismo francés como del norteamericano. Ellos avivaron las divisiones dentro del liderazgo y los cuadros, algunos de los cuales buscaban impulsar sus propias ambiciones o esquemas políticos.

La revolución solo vale la pena si contribuye a mejorar las vidas del pueblo y el control sobre su destino, dijo Sankara. Por encima de todo, los revolucionarios son leales a los intereses del pueblo trabajador, los más abnegados y decididos a promover esos intereses.

Thierjung señaló que Sankara estaba convencido de que la revolución no podía ser impuesta a las masas. “La revolución democrática y popular necesita un pueblo convencido, no un pueblo conquistado, un pueblo convencido, no un pueblo sumiso que soporta su destino pasivamente”, dijo Sankara en un discurso en 1987.

Estaba decidido a construir un partido político para ayudar a garantizar el futuro de la revolución, dijo Thierjung. No sería una máquina electoral que buscaba votos, sino una organización de luchadores de vanguardia que demostraría sus capacidades en la práctica para impulsar la revolución, que fuera ganando la confianza de la gente en la lucha.

Esa sigue siendo la tarea hoy en África, en Estados Unidos y el mundo, dijo Thierjung. Alentó a todos a leer y estudiar los discursos de Sankara, a aprender las lecciones de la revolución de 1983-87.

Durante la discusión, un participante dijo que esperaba ver “más Sankaras en mi vida” y poder evitar que fueran asesinados.

Mary-Alice Waters, una dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores, dijo que nunca hay garantía de que los dirigentes revolucionarios no sean asesinados. “¿Cuántas veces intentaron matar a Fidel Castro en las montañas durante la lucha revolucionaria en Cuba, por no decir nada de las 600 veces en que la CIA intentó asesinarlo después de la victoria de 1959?”, dijo.

La lección clave, dijo Waters, es que “hay que forjar el partido de antemano” para ganar los cuadros necesarios para poder liderar a los trabajadores cuando se den condiciones revolucionarias. Sankara estaba trabajando “para construir un partido político, para reunir a las fuerzas que entendían el curso de la revolución y que tenía que ser llevada a cabo por un pueblo convencido, no por un pueblo conquistado”, dijo.

“Esta es una lección importante aquí en Estados Unidos donde tendrá lugar la lucha decisiva”, dijo Waters. Hasta que el imperialismo norteamericano sea derrotado por una lucha revolucionaria del pueblo trabajador “ninguno de nosotros, en cualquier parte del mundo, tendrá un futuro seguro”.

En respuesta a comentarios del público sobre la intervención actual del gobierno de Estados Unidos en Venezuela, Thierjung instó a todos a denunciar los ataques de Washington contra la soberanía nacional venezolana y sus amenazas contra Cuba. “Debemos organizar líneas de piquetes, conferencias y otras acciones que exijan: ¡Manos de Washington fuera de Venezuela! ¡Manos de Washington fuera de Cuba!”, dijo.

Después del programa, muchos siguieron la sugerencia de de los Santos de visitar la mesa de libros. Se vendieron diecinueve libros, incluyendo seis Thomas Sankara Speaks (Habla Thomas Sankara) y otros cuatro títulos de Pathfinder por Sankara.

El programa se puede ver en YouTube en: https://www.youtube.com/watch?v=pXmpcc0JMhw.