Decenas de miles de personas protestaron en cientos de manifestaciones por todo el país el 21 de mayo para apoyar el derecho de la mujer a elegir un aborto. Fue la concentración más grande de personas que se tomaron las calles para defender el derecho al aborto en más de una década.
Con carteles que decían “Mi cuerpo, mi decisión”, y “Defienda el derecho de la mujer a elegir” mujeres y hombres de todas las edades protestaron con entusiasmo en pueblos pequeños, grandes ciudades y áreas rurales de costa a costa.
Las protestas comenzaron poco después que la legislatura del estado de Alabama, aprobó una ley que criminaliza casi todos los abortos el 14 de mayo. “Estoy enojada, con rabia, y estaré aquí cuánto tiempo sea necesario”, dijo Brynleigh Davis, estudiante de 20 años, en una manifestación el 19 de mayo frente al capitolio estatal en Montgomery. Miles marcharon por todo el estado ese mismo día.
La ley prohibiría todos los abortos, excepto en casos de peligro inminente para la madre, y convertiría en un delito grave que los médicos realicen un aborto, punible con penas de hasta 99 años de prisión.
“No creo que deban llamarme criminal por hacer algo que es parte de la atención integral de la salud de la mujer”, dijo la ginecóloga y obstetra Sarah Dillie a la prensa en la marcha de 2 mil personas en Birmingham.
Después de la aprobación de la ley de Alabama y de otras aprobadas este año que restringen el aborto, la Organización Nacional para la Mujer (NOW) y otros grupos de derechos de la mujer convocaron protestas en todo el país para el 21 de mayo.
Los estudiantes de secundaria en Auburn, Alabama, han convocado una protesta bajo el lema “Levántate, deja oír tu voz” frente al capitolio el 25 de mayo a las 10:30 a.m.
Al firmar la ley, la gobernadora de Alabama, Kay Ivey, dijo que era poco probable que entraría en vigencia porque va en contra de la decisión de la Corte Suprema que legalizó el aborto en 1973. El objetivo de la ley, dijo, es ser punta de lanza en los esfuerzos para anular esa decisión.
‘¡Sigamos marchando!’
“Insto a todos los que apoyan los derechos de la mujer a que se unan a las protestas del 21 de mayo y que continúen organizando protestas”, dijo al Militante el 19 de mayo Alyson Kennedy, candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para alcalde de Dallas. “Necesitamos seguir organizando y movilizando el apoyo mayoritario para el derecho de la mujer a decidir entre el pueblo trabajador”.
La última encuesta de Pew muestra que el 58 por ciento de la población favorece el derecho de la mujer al aborto, tanto entre hombres como mujeres, en todos los grupos de edad, y que este apoyo ha estado creciendo.
Estas manifestaciones son lo que ha hecho falta durante más de una década para luchar para defender el derecho de la mujer a elegir.
Como resultado de las crecientes restricciones, en Alabama solo hay tres clínicas que ofrecen abortos. Seis estados —Kentucky, Mississippi, Missouri, Dakota del Norte, Dakota del Sur y Virginia del Oeste— ¡tienen solo una!
Alabama es el octavo estado este año que ha aprobado restricciones al aborto. Las legislaturas de Georgia, Kentucky, Mississippi y Ohio aprobaron las llamadas leyes de latidos cardíacos que prohibirían el aborto cuando se detecte un latido del feto, que generalmente sucede alrededor de seis semanas, a menudo antes de que una mujer se dé cuenta de que está embarazada.
Curso político independiente
Después del fallo de Alabama, Staci Fox, presidenta de Defensores del Sureste de Planned Parenthood, dijo: “En los próximos días, estaremos organizando la lucha de nuestras vidas: llevaremos esto a los tribunales y garantizaremos que el aborto siga siendo seguro y legal”.
Fox está correcta al afirmar que esta es la “lucha de nuestras vidas”, pero el garantizar el aborto seguro y legal no se puede ganar confiando en los tribunales o, en este caso, eligiendo a demócratas “en los que podemos confiar”.
Los políticos capitalistas, con la cooperación de los tribunales, han impuesto períodos de espera, consejería obligatoria, pruebas de ultrasonido, normas de consentimiento para menores de edad, reglas innecesarias con respecto al acceso de los médicos a los hospitales y requisitos de diseño de clínicas que han cerrado muchas instalaciones.
El “carácter y contenido” del fallo de la Corte Suprema de 1973 ha facilitado estos ataques, explicó Jack Barnes, secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores, en El historial antiobrero de los Clinton: Por qué Washington le teme al pueblo trabajador. “Roe v Wade no se basó en el derecho de la mujer a la igualdad de ‘protección ante la ley’ garantizada por la Enmienda 14 de la constitución, sino en criterios médicos…. Al mismo tiempo, el tribunal permitió que los gobiernos estatales prohibieran la mayoría de los abortos después del punto de ‘viabilidad’ … algo que gracias a los avances médicos inevitablemente sucede cada vez más temprano durante el embarazo”.
La Enmienda 14 dice: “Ningún estado debe promulgar o hacer cumplir ninguna ley … que prive a ninguna persona dentro de su jurisdicción de la igual de protección ante la ley”. La enmienda fue una conquista de la segunda revolución norteamericana para abolir la esclavitud.
El derecho al aborto es esencial para la capacidad fundamental de las mujeres de controlar nuestros propios cuerpos y nuestras vidas. Es crucial que las mujeres tengamos el derecho de elegir si deseamos o no tener hijos, y el acceso al control de la natalidad y la planificación familiar, a fin de lograr la igualdad en el acceso a los empleos, la educación y en la sociedad en general. Esta es una condición para la unidad en acción de la clase trabajadora.
Solo a través de la movilización masiva de trabajadores en las calles, y en defensa de las clínicas de planificación familiar — independiente de los partidos demócrata y republicano— se puede reforzar el apoyo mayoritario al derecho de la mujer a elegir y ganar una victoria.
El liderazgo liberal de clase media de NOW y otros grupos han insistido en un curso diferente —elegir a los candidatos del Partido Demócrata; formar parte de la “resistencia anti-Trump”; aprobar estado por estado las consagraciones del fatalmente defectuoso fallo de Roe v Wade. No tienen confianza en la clase trabajadora, la gente que Hillary Clinton llamó “deplorables”, por lo que dicen que debemos guardar silencio para no molestar a los que están en el poder. Este curso ha llevado al desastre.
Podemos aprender del ejemplo de las decenas de miles de mujeres y hombres, que aprovechando los logros de la lucha para derrocar la segregación Jim Crow y en contra de la guerra de Washington en Vietnam, organizaron reuniones, círculos de discusión y protestas en los años 60 y 70 que logró la legalización del derecho de la mujer al aborto. En los años 1990 miles se movilizaron en Wichita, Kansas; Buffalo, Nueva York; y en otras partes para mantener abiertas las clínicas de planificación familiar, y derrotaron a los matones derechistas anti-aborto dirigidos por la Operación Rescate.
La defensa del derecho al aborto es una lucha internacional. Podemos ganar inspiración de las movilizaciones exitosas que obtuvieron el apoyo de la mayoría y que llevaron a la reciente revocación de prohibiciones al aborto en Irlanda y Corea del Sur.
Tomemos el impulso de las protestas del 21 de mayo y hagamos de esto una lucha, una lucha que podemos ganar.