NACIONES UNIDAS — Las comparecencias ante el Comité de Descolonización de la ONU el 24 de junio sobre el estatus de Puerto Rico reflejaron la creciente ira contra Washington y el gobierno colonial entre los puertorriqueños en la isla y en Estados Unidos por la crisis de empleos, de la atención médica, la vivienda y otras necesidades esenciales, casi dos años después de que el huracán María arrasara la isla.
El comité de la ONU aprobó una resolución, patrocinada por el gobierno revolucionario de Cuba, que respalda el derecho del pueblo puertorriqueño a la autodeterminación. Alrededor de 50 personas dieron testimonio, todas salvo un puñado, dieron argumentos a favor de la independencia de la nación caribeña, la cual ha estado bajo la bota de Washington desde que las tropas estadounidenses invadieron la isla en 1898.
Los oradores condenaron a la Junta de Supervisión y Administración Financiera, impuesta a Puerto Rico por Washington en 2016. La Junta le ordenó a las autoridades coloniales realizar ataques a los niveles de vida del pueblo trabajador para poder pagar la deuda de 74 mil millones de dólares del gobierno de Puerto Rico a los tenedores de bonos capitalistas.
“Las decisiones de la junta de control fiscal han traído consecuencias contundentes al pueblo de Puerto Rico, en especial a la clase trabajadora”, dijo Lorraine Liriano, de Un Llamado a la Acción en Puerto Rico, una coalición pro-independencia en Estados Unidos. Señaló “el cierre de más de 400 escuelas públicas, los recortes del presupuesto de la Universidad de Puerto Rico, la reducción en las pensiones de trabajadores municipales, la venta de tierras públicas y la propuesta de reducción del salario mínimo a los menores de 26 años a 4.25 dólares la hora”.
La junta “decide qué leyes entran en vigor; es quien diseña e impone el presupuesto público” que prioriza el pago a los tenedores de bonos, dijo María de Lourdes Santiago, vicepresidenta del Partido Independentista Puertorriqueño. Añadió que Washington trata de encubrir el estatus colonial de Puerto Rico con el término “estado libre asociado”, pero es el gobierno de Estados Unidos el que decide todos los asuntos importantes que afectan a los trabajadores.
“Nuestras deudas no son nuestras, sino del poder imperial”, dijo Juan de Dios del Valle, hablando en nombre de Jornada por la Dignidad Boricua.
“Nos unimos a otros para decir: ¡Cancelar la deuda! ¡Toda!” dijo al panel Seth Galinsky, candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para defensor público de Nueva York. Dijo que “una lucha exitosa por la independencia de Puerto Rico fortalecerá a los trabajadores en Estados Unidos en la lucha contra nuestros explotadores comunes”.
Galinsky señaló a la revolución socialista de Cuba como un ejemplo de que los trabajadores son capaces de organizar una lucha revolucionaria para tomar el poder del estado, establecer un gobierno de trabajadores y agricultores y, en el proceso, ganar una verdadera independencia. (La declaración de Galinsky fue publicada la semana pasada).
“Recuperación” detenida
Varios peticionarios describieron el desastre social a raíz del huracán de septiembre de 2017, que causó la muerte de unas 3 mil personas.
Hoy, “los esfuerzos de recuperación y reconstrucción están detenidos”, dijo Nina Valedón. Unos 30 mil puertorriqueños aún viven en casas cubiertas con toldos diseñados para durar solo un mes porque el gobierno federal no ha desembolsado los fondos necesarios, dijo ella, y esto no incluye a los que el gobierno dice que no son elegibles. Valedón pertenece a Alianza Patria, que respalda al Partido Demócrata Popular pro estado libre asociado.
Dos residentes de la isla puertorriqueña de Vieques, Myrna Pagán del Centro Cultural Bieké y Michael Connelly Reyes de Vidas Viequenses Valen, declararon que el hospital local fue cerrado después del huracán y que ni siquiera hay una sala de maternidad en la isla.
Varios oradores hablaron sobre las decenas de miles que han emigrado de Puerto Rico a Estados Unidos como resultado de la catástrofe económica.
A pesar de los esfuerzos de los gobernantes capitalistas y de los medios de comunicación de presentar a los puertorriqueños como víctimas indefensas, lo cierto es que fueron los trabajadores quienes se unieron para ayudarse mutuamente y comenzaron a reconstruir tras la destrucción del huracán, la inacción criminal y el desprecio de los capitalistas norteamericanos y puertorriqueños.
“No fue gracias a FEMA o fondos federales”, dijo Wilma Reverón, del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano. “Gran parte de lo restaurado ahora en Puerto Rico —agricultura, techos, puentes y carreteras— ha sido mayoritariamente producto del trabajo de las comunidades, de las manos de hombres y mujeres puertorriqueños.
“Estamos demostrando que no necesitamos amos. Necesitamos solidaridad”, dijo Reverón. “Necesitamos libertad para construir nuestra patria”.