“Saldremos de esta conferencia haciendo campaña por todo el país”, dijo Jack Barnes, secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores, en la clausura de la Conferencia Internacional de Trabajadores Activos auspiciada por el partido y celebrada en Oberlin, Ohio, del 13 al 15 de junio. Señaló las oportunidades que existen para utilizar las campañas electorales del PST en 2019 y 2020 para aumentar el alcance del programa y actividad del partido entre los trabajadores en las ciudades, pueblos y áreas rurales y para reclutar nuevos miembros.
Recuerden, dijo Barnes, “reclutar” es un verbo activo. Es algo que hacemos nosotros, y no algo que esperamos que hagan los trabajadores y jóvenes que se ven atraídos al partido. El PST es un poco más grande este año, agregó, y la conferencia también lo es.
“Celebrando 100 años ‘en el lado correcto de la historia’”, decía la pancarta de 20 pies de largo que estaba sobre el escenario. La conferencia marcó la continuidad durante un siglo del Partido Socialista de los Trabajadores desde la fundación del Partido Comunista en Estados Unidos en 1919. Debajo otra pancarta decía:
“Avanzar por la línea de marcha de la clase obrera”
“Actuar en consecuencia de la creciente profundización de la crisis política del imperialismo”
“Construir el movimiento sindical”
“Construir el Partido Socialista de los Trabajadores”
Mientras los trabajadores enfrentan los efectos desgastantes de la crisis económica, política y moral de los gobernantes capitalistas y sus guerras en el extranjero, los candidatos del PST y los partidarios de la campaña hacen un llamado a la acción política independiente de la clase trabajadora, dijo Barnes. Señalan la necesidad de que el pueblo trabajador rompa con el gobierno y el estado de los patrones, así como con sus partidos gemelos, los demócratas y los republicanos.
Para impulsar estas campañas proletarias, el comité nacional del partido, que se reunió justo después de la conferencia, está enviando a dos portavoces del PST a una gira: Alyson Kennedy, su candidata para presidente de Estados Unidos en 2016 y para alcalde de Dallas a principios de este año, y Malcolm Jarrett, su candidato para el concejo municipal de Pittsburgh. Equipados con libros sobre política revolucionaria, el semanario el Militante y volantes electorales, se unirán a partidarios de la campaña por todo Estados Unidos para difundir el programa del partido en las puertas de los hogares de los trabajadores y en actividades sindicales y otras actividades sociales y políticas.
Línea de marcha de la clase obrera
Los trabajadores necesitamos construir nuestro propio partido político, dijo Barnes, un partido basado en la clase trabajadora y los sindicatos. Un partido con el objetivo de organizar y movilizar a los trabajadores y nuestros aliados para establecer un gobierno de trabajadores y agricultores.
Con ese objetivo en mente, los trabajadores con perspectiva revolucionaria en Estados Unidos fundaron hace 100 años un nuevo partido para seguir el ejemplo establecido por los trabajadores y campesinos de Rusia, quienes en octubre de 1917 llevaron a cabo la Revolución Bolchevique. Por primera vez en la historia, establecieron el poder estatal de la clase trabajadora.
Alrededor de 30 paneles ilustraron gráficamente la continuidad del programa y la acción del PST, desde su nacimiento como parte de la Internacional Comunista en 1919, hasta los desarrollos políticos y las batallas de clase que han forjado al partido desde entonces. Especialmente significativo fue el triunfo de la Revolución Cubana en 1959. La victoria de los trabajadores cubanos y el avance de su revolución socialista, dirigida por Fidel Castro y el Movimiento 26 de Julio, dijo Barnes, ayudó a ganar a muchos de los actuales dirigentes del partido al PST y al movimiento internacional para poner fin a la explotación y opresión de clase de una vez por todas.
Los gobernantes capitalistas y sus facilitadores en las clases medias profesionales y privilegiadas tratan de convencer a los trabajadores de que no podemos ser más que objetos de la historia. Nos dicen que es mejor que nos sometamos al dominio de los “inteligentes” que saben lo que es mejor para nosotros. Pero en el curso de la lucha de la clase trabajadora, dijo Barnes, nos transformamos en creadores de la historia y tomamos nuestro destino en nuestras propias manos.
Independencia de clase v. demócratas
La concurrida conferencia de tres días consistió de dos informes, una serie de clases y sesiones de discusión, un panel sobre el trabajo del partido en el movimiento sindical y en el trabajo y otro sobre las campañas electorales del PST, y una sesión de clausura en la que se resumieron las perspectivas y actividad del partido.
En su informe político, “100 años en el lado correcto de la historia”, Barnes dijo que el PST es el único partido en Estados Unidos cuya continuidad como comunistas es ininterrumpida. Otros grupos que antes reclamaban esa continuidad con los bolcheviques la han echado a un lado—en hechos desde hace mucho tiempo, pero más recientemente también en palabras. Algunos, como la International Socialist Organization (ISO; Organización Socialista Internacional), han tenido una implosión y se han disuelto, y muchos dirigentes y miembros del ISO se están yendo al Partido Demócrata. Otras organizaciones ya van en este camino.
El grupo más grande que se reclama ser socialista, los Democratic Socialists of America (DSA; Socialistas Democráticos de América), nunca han reclamado una conexión con el comunismo o la acción política independiente de la clase trabajadora. Trazan su continuidad a los finales de la década de 1950 y se esfuerzan por convertir en realidad, según sus propias palabras, la visión del fundador de la DSA, “la visión de Michael Harrington de construir una coalición fuerte entre los sindicalistas progresistas, activistas por los derechos civiles y por los derechos de la mujer, y los izquierdistas liberales de la ‘nueva política’” en el Partido Demócrata.
Estos demócratas socialistas son funcionarios del aparato del principal partido del imperialismo norteamericano. “Somos una organización política y activista, no un partido”, dice DSA en su sitio web. Están luchando por un estado centralizado fuerte, para que los trabajadores puedan “dirigir la economía y la sociedad democráticamente para satisfacer las necesidades humanas”.
Pero el estado en Estados Unidos es, y solo puede ser, a menos que la clase trabajadora establezca su propio poder, un estado capitalista. El curso de los demócratas socialistas, consiste de hecho en movilizar a la población de Estados Unidos en pie de guerra para mantener a la clase trabajadora bajo control y preservar el poder y el alcance del imperialismo norteamericano.
Esto queda particularmente claro, dijo Barnes, con el “Nuevo Trato Verde” propuesto por el miembro de la DSA y representante demócrata de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez y otros demócratas. Alegando que un inminente desastre climático y la actual crisis de empleos requieren una acción drástica, ella argumenta, como lo hizo en una “reunión comunitaria” en el canal MSNBC en marzo: “Hemos estado en una situación similar con la Segunda Guerra Mundial, incluso con la Guerra Fría. Y la respuesta ha sido una movilización ambiciosa y dirigida de la economía estadounidense para dirigir y resolver nuestro problema, nuestro problema más grande”.
El héroe y modelo del “Nuevo Trato Verde” es Franklin Delano Roosevelt, quien propuso lo que llamó el Nuevo Trato para intentar acorralar y disipar el poderoso auge del movimiento obrero en la década de 1930, que representaba una amenaza para el dominio capitalista. Pero como lo admiten los partidarios de la esperada reencarnación actual, el Nuevo Trato solo tuvo éxito cuando se convirtió en el Trato Bélico en la década de 1940.
Y, como explicó Barnes, —y los demócratas hacen todo lo posible por ocultarlo— esto a su vez llevó al “Trato del FBI”: el enjuiciamiento y encarcelación de los dirigentes del Partido Socialista de los Trabajadores y de los líderes del sindicato de camioneros Teamsters en el Medio Oeste por su campaña en el movimiento obrero para oponerse a los objetivos bélicos y las medidas del gobierno de Estados Unidos para atar a los sindicatos en nombre de la unidad nacional.
La orientación del DSA en el Partido Demócrata es una amenaza mortal para la clase trabajadora, dijo Barnes.
El curso de clase del PST es el polo opuesto: construir los sindicatos y enraizarse en la clase trabajadora. Promover un curso político proletario independiente para reemplazar el dominio de las familias propietarias con un gobierno de trabajadores y agricultores, como los antecesores del partido dirigieron a los trabajadores para hacerlo en Rusia y Cuba.